UNDRESSED {Camren}

E P Í L O G O 2

Lauren's POV
La noche entera habíamos estado todos sin dormir, mi padre había estado como loco buscando a su nieto. Él adoraba a Bruno casi tanto como nosotras dos, sus madres y estaba segura de que Mike haría todo lo posible para recuperar a mi pequeño Hulk.

Camila no había dejado de llorar, sintiéndose culpable. Yo la había intentado tranquilizar pero ella estaba molesta conmigo. Con todos y eso era completamente entendible pero no cambiaba el hecho de que la necesitaba. En este momento no me importaba mucho que estuviera enfadada, lo más importante en el instante, era la seguridad de mi pequeño. Estaba aterrada de que Dinah pudiera hacerle algo. Luego de lo que me había hecho sufrir a mí, me daba miedo que quisiera hacerlo pasar por algo así siendo tan chiquito, tan inocente. Seguro mi niño había ido con mucha confianza tras Normani, pensando que nada podría pasar. Qué rabia.

¿Cómo se habían aprovechado de su ingenuidad?

Mike recurrió a todos los contactos posibles que podían ayudarlo a rastrear a mi pequeño, a mi Bruno. Camila seguía temblando de rabia y de miedo, sin poderse perdonar el haber perdido de vista al bebé, yo estaba igual que ella, pero ya que ella estaba vulnerable ahora, yo era la que tenía que guardar compostura, sacar las garras para recuperar a mi hijo y continuar la búsqueda, no podía ponerme a llorar. Camila era mucho más sensible, y entendiéndola fui hacia donde ella estaba sentada, y por mucho que quisiera primero alejarme argumentando que me odiaba en ese momento, tomé sus mejillas y la besé para calmarla.

— Mi amor... te necesito tranquila, vamos a tener de regreso a nuestro, hijo. Te lo prometo, nena.

— Como si cumplieras tus promesas... - murmuró enfadada, echándome en cara seguro cosas pasadas que yo no recordaba en el momento, pero me tranquilicé y decidí dejar que su enojo pasara. Mike se acercó a mí y me tomó por el brazo para recordarme que teníamos que irnos, al parecer un amigo de mi padre había escuchado una conversación de Simón y Dinah, por lo que creía que podían estar en el mismo lugar donde la muy psicópata me había tenido encerrada a mí un año atrás. Gruñí enfadada y corrí tras mi padre a la camioneta pidiéndole antes a Camila que se quedara en casa con mi mamá. 

Nos montamos a la camioneta mi padre, Chris y yo. Teníamos asuntos bastante fuertes por resolver ahí.

Mike condujo hacia el lugar que me había hecho recapacitar mil cosas, en el que había cambiado como ser humano, en donde había vivido un miedo increíble y no estaba dispuesta a que una italiana sin un tornillo arruinara la vida de mi pequeño. Al llegar a aquella casa de seguridad, nos bajamos del auto con precaución y unas armas que papá había logrado conseguir en caso de que las cosas se pusieran más feas. Escuché un disparo y me puse más alerta. Tomé mi teléfono y tras maldecirme a mí misma por no llevar una linterna, encendí la del iPhone. Aquello todo estaba oscuro y las únicas luces eran las que los tres teníamos en el teléfono móvil. Caminé con cuidado hacia dentro de la casa, intentamos encender los interruptores pero no lo lográbamos, no había corriente.

Con la linterna del teléfono pude ver poco a poco cómo recordaba haber salido de ese lugar con la cabeza revuelta. Con la mente renovada y el corazón abiertamente enamorado de Camila. Seguí los pasos al revés que aquel día, intentando remembrar e imitar para poder llegar al cuarto. Puse la oreja contra la puerta mientras mi padre y mi hermano me cuidaban las espaldas. Escuché pasos lejanos y dirigimos la mirada hacia de dónde venía el ruido, pero pareció algo planeado ya que cuando lo hicimos, nos desprevinimos y fuimos atacados por otro lado, bueno, Chris solamente. Soltó un grito de dolor que me dio escalofríos porque no estaba preparada para ello y luego pasos de un hombre corriendo se escucharon, no pudimos ver nada, todo fue sumamente rápido.

Mi padre como pudo, auxilió a mi hermano, se quitó la camisa que llevaba puesta y le hizo presión en el estómago a Chris para que dejara de sangrar y así evitar una hemorragia al menos hasta que llegáramos a un hospital o llegara una ambulancia.