UNDRESSED {Camren}

D I E C I N U E V E

Lauren me llevó en su Audi casi nuevo al departamento que compartía con Ally. A Lauren obviamente no le había importado mi opinión y me llevó de regreso a New York sin dejarme despedir de absolutamente nadie, ni siquiera de su padre. El vuelo había sido completamente normal, aunque claro que como la primera vez yo estaba temblando de miedo, y en ese momento pensé que no importaba cuántas veces me subiera a una avioneta o a un avión, tal vez nunca superaría el miedo de estar en el aire. Todo el viaje que habíamos hecho en el avión, me la había pasado en silencio, Lauren tampoco trató de hacerme hablar.

Ally no estaba. Suspiré, pues me moría de ganas por verla y contarle todo lo que había pasado con Lauren durante el viaje...incluso el hecho de que habíamos estado juntas. El recuerdo de esa noche me hizo sonreír y desear que se volviera a repetir. Tal vez debía dejar de pensar en que Lauren no me quería como yo a ella e intentar que ella lograra algún día hacerlo.

Me acompañó hasta la entrada de la puerta antes estacionando el coche frente del edificio en el que vivía. Durante varias veces Lauren había querido tomar mi mano pero yo la retiraba, porque estaba enfadada con ella, pero ahora...me resigné y dejé que la tomara, haciéndola sonreír. No sabía las razones que Lauren tenía para volver, pero de algo estaba segura, no todo era culpa de Chris. Lauren hubiera bien podido hablar con Chris para que se fuera o simplemente mantenerme a mí ocupada pero no, de repente ella se sentía celosa.

Saqué el llavero de una bolsa que llevaba en los hombros y cuando encontré la llave correcta la metí a la perilla para poder abrir.

- ¿Quieres quedarte? – le ofrecí a Lauren y pude ver sus ojos sorprendidos, y tal vez sí sonaba completamente raro que le ofreciera seguir conmigo luego de haberla ignorado por completo durante el viaje.

- Sí, sí quiero quedarme. - me respondió y me dedicó una sonrisa ladeada. La tensión seguía ahí.

- Lauren...siento tanto todo lo que pasó. – dejé a un lado mi orgullo.

- Camila...no importa. Yo sé que no soy la mejor persona del mundo, pero soy feliz cuando estás conmigo...y sé que tú también disfrutas tenerme contigo - me tomó de la cintura y me acercó ligeramente a ella, yo no me opuse. - Adoro la manera en la que me dejas tocarte... - murmuró con la voz más ronca de lo normal, casi como si estuviera gruñendo y se inclinó hacia mí para besarme. Joder. Joder. Había extrañado tanto sus labios carnosos. Le correspondí sin dudar y la acerqué más a mí por el cabello. La besé con ansias, necesitaba saborearla más. Llevaba un perfume que embriagaba mi olfato. Succioné su labio despacio y tras separarnos nos sonreímos.

- ¿Seguimos con lo nuestro? - me preguntó.

- Sí, sí seguimos. - le sonreí sin poderlo evitar y me abrazó con fuerza.

Sabía que era una idiota. Una fácil con Lauren.

- ¿Sabes que eres hermosa, cierto? - me dijo con un tono lleno de sinceridad, mirándome a los ojos y centrándose en ellos. Me acarició el cabello y jugó suavemente con él. - Eres guapísima, y me encantas. Te deseo cada que te veo. - no pude evitar sonrojarme y soltar una risita.

Lauren y yo actuábamos como si nada hubiera pasado y eso de alguna forma era algo que me encantaba nuestra relación o de lo que fuera que éramos. En este punto de mi vida yo siempre imaginé que iba a estar casada, pero no, seguía sin saber qué quería hacer de mi vida. Ahora lo único que quería hacer era estar con Lauren.

Ally llegó luego de unas horas después. Al escuchar el sonido de la puerta de la entrada abrirse salí de mi habitación, en la que estaba con Lauren perdiendo el tiempo. De repente vi a Ally con su cabello siempre tan perfectamente acomodado y su sonrisa de muñeca. Corrió rápidamente a abrazarme y yo casi pude cargarla cuando lo hizo mientras reíamos. Me besó la mejilla emocionada y se puso a llorar. Ally siempre era demasiado emotiva, cualquier cosa la hacía llorar. Limpié sus lágrimas y besé su frente.