UNDRESSED {Camren}

C U A R E N T A Y D O S

No supe de Lauren por una semana, y todos aquellos días la había pasado llorando, con el corazón hecho un lío, sintiéndolo desmoronarse. No sabía qué había ocurrido, tenía miedo de Dinah, de Simon, joder, ¿en qué momento llegué a ser tan estúpida y cómo nunca llegué a pensar que Dinah, siendo quien era jamás podría sospechar? De verdad había pecado de idiota.

Tenía los ojos hinchados, y las ojeras eran impresionantes según me decía Ally, quien se había quedado a mi lado todo el tiempo, apoyándome y haciéndome comida, una que no consumía porque me la había pasado sin apetito. Tampoco había prendido el televisor en ningún instante, ni para ver mis típicas series en Netflix.

El día se nos iba mayormente en buscar a Lauren por todos los lugares en los que pudiera estar, es decir, miles. Mike, el padre de Lauren, estando al tanto de la situación era el que más ponía de su parte ya que él con sus recursos podía moverse casi a cualquier lugar del mundo. Cuando me había preguntado qué era lo que había pasado yo había evitado mencionar mi relación con Dinah y le había dicho que ella siempre había tenido celos de mí y de Lauren. Sí, era una idiota pero me moría de vergüenza porque supiera de mis aventuras con su hija, como aquella en el elevador.

Había estado viviendo durante ese corto pero infernal tiempo en la mansión de Lauren porque de por si era un tormento estar con ella, estar sin ella era aún peor, pero me consolaba bastante dormir en su cama, y justo por eso usaba toda la ropa de ella, de alguna manera me hacía sentir como si aquella mujer estuviera conmigo.

La puerta sonó con el típico timbre que siempre me hacía darme cuenta de que había visita. Me levanté al darme cuenta que era Chris y cuando lo pude ver, no aguanté y lo abracé con fuerza y echándome a llorar en sus brazos. A él definitivamente le había contado cada detalle de lo que había pasado con su hermana, me había obligado porque no me había creído lo mismo que le había contado a Mike. Él obviamente estaba molesto y me había regañado con cosas como: "¿Acaso no pensaste lo que hacías?". Y la verdad era que jamás se me había venido a la mente que Dinah se atrevería a hacer algo como esto. Que Dios sabía solamente cómo estaba Lauren, lo que le había podido pasar, dónde demonios estaba.

- ¿Cómo has estado? - preguntó con cautela al darse cuenta del estado en el que me encontraba.

- De la mierda, así estoy. - respondí entre sollozos que trataba hacer lo menos notables posibles pero era una tarea difícil porque salían de mi pecho sin que yo lo pidiera, quitando mi autoridad.

- Mike ha estado haciendo todo lo que puede, Camila.

- Tiene que hacer más, tenemos todos que hacer más. Lauren no está aquí... y yo la necesito.

- Estuviste siete meses sin ella, ¿por qué esto no sería más fácil para ti?

- ¿Hablas enserio? Hace siete putos meses sabía que Lauren seguía en la ciudad, bien, o relativamente bien, con vida. Ahora no tengo ni puta idea de dónde esté, cómo esté, de cómo se siente... esa es razón suficiente para que ahora esté así, no como hace siete meses.

- Tranquila, Camila. - Chris tenía un rostro molesto en ese momento. Estaba enfadado conmigo y eso era claramente obvio porque las miradas que solía darme llenas de amor incluso después de lo de Lauren, ya no estaban ahí, no más. - ¿Te dije que incluso mi mamá está dejando atrás todo lo que pasó con Lauren?

- ¿De verdad? - eso sí que me había impresionado. Clara siempre me había parecido el tipo de mujer que no perdonaría, rencorosa. Pero estaba tan asustada como yo, al parecer.

Lo que hace tanto tiempo había provocado la mala relación que Lauren y Clara llevaban era que cuando mi Afrodita era pequeña, ella tenía una especia de preferencia por Mike, y según Clara eso siempre se notó. Lauren estaba pegada a su padre la mayor parte del tiempo, y cuando la alejaban de él los gritos que soltaban eran insoportables, y eso hacía que la pequeña Taylor gritara como ella también, siguiendo los pasos de su hermana mayor, en cambio Chris lloraba porque eso lograba hacer que sus oídos le dolieran a un nivel horripilante según el único hijo varón decía. La pequeña Lauren siempre provocaba peleas entre el matrimonio que varias veces los hizo llegar al límite, planteando la posibilidad de un divorcio, que jamás se llevó a cabo.

Desde ahí, Clara siempre tuvo cuidado con Lauren, se dio cuenta de que la mujer de la que yo estaba enamorada, su hija, siempre buscaba aquellas peleas. Y las provocaba por diversión, como travesura, porque le encantaba, según Clara. Se alejaron, se dejaron de hablar y terminaron de mala manera su relación madre e hija. Y siempre había una tensión entre ellas. Mike era el pequeño gran juguete de Lauren, siempre fue la niña de sus ojos.

La vez que me lo contó yo no lo podía creer, pero es que si hasta Chris me lo decía. Lauren tenía un lado oscuro al que yo aún no había llegado tan profundamente como ellos ya lo habían hecho. Había sido en la cocina aquel día que la chica de ojos verdes que ahora se encontraba tan lejos de mí y yo, habíamos ido hacia México.

- Sí. Está asustada. Y tú misma has hablado con mi padre, sabes que está jodidamente desesperado. - Mi teléfono comenzó a sonar. Lo tomé al instante porque tenía días sin sonar. Chris me quitó el teléfono al instante, sacándolo de mis manos y contestó rápidamente, sin perder un solo segundo más.

- Perrita, ¿no te gustaría saber de tu amante? ¿Quieres saber cómo está y en dónde?

- Escúchame, Dinah, quiero que me digas ahorita mismo donde tienes a mi hermana. Ahora, maldita sea.

- Dile a la pequeña morena que no se preocupe, que tendrá a su novia de vuelta en menos de lo que espera. - fue lo último que dijo y que escuché por el altavoz.

- ¡Dinah! - escuché gritar a Chris casi desesperado cuando se escucharon los timbrazos del celular que anunciaba que la llamada de había cortado. Aventó mi teléfono a su lado, en el mismo sofá y se tapó el rostro, restregando sus manos por el mismo. - La extraño... jamás pensé que podría extrañarla si algún día se iba... pero lo hago. Lo hago y me jode hacerlo.

- Yo también la extraño, Chris... - lo vi llorar y al instante lo abracé porque probablemente en él encontraría refugio. Ambos sufríamos por Lauren en maneras un tanto diferentes. - Siento que la necesito para vivir... pero va a volver, tiene que volver ya... volverá pronto. - limpié sus lágrimas y él limpió las mías pero en pocos segundos después se volvieron a empapar mis mejillas al igual que las suyas.

ulEwb