UNDRESSED {Camren}

Q U I N C E

Los días no mejoraron ni empeoraron, seguí viendo a Lauren la mayoría de los días, menos esas veces en las que me decía que estaba realmente ocupada y luego de que se enojara después de que le hiciera casi 40 llamadas en una noche, decidí no volver a hacerlo. Así siguió todo hasta que llegó el día para irnos a México, casi no había hablado del tema del viaje con Lauren porque no sabía si después de lo de su padre y el golpe que por cierto ya había desaparecido gracias al cielo de ojo, todo seguía en pie pero al parecer si seguían los planes y yo era muy feliz por eso, nada me entusiasmaba más que ir a México a algún lugar alejado con Lauren. Yo había nacido en Cuba al igual que Lauren según me había contado, pero casi no recordaba haber estado ahí, pues toda mi vida había vivido en México hasta los quince años que había llegado a América por cuestiones de trabajo de mis padres, que por cierto hace mucho no veía, pues ellos vivían en Chicago, que estaba no muy lejos de California pero sí lo suficientemente para pensar dos veces si ir o no.

Teníamos las maletas listas. Todo estaba preparado, Lauren y yo nos iríamos en una avioneta que era de su propiedad, era algo más que no sabía de ella, sabía pilotear. Siempre me preguntaba si Lauren podría tener algo aún más perfecto de lo que ya conocía y siempre llegaba a la misma conclusión, no. Lauren ya era perfectamente perfecta. Sonreí al pensamiento y sentí cómo Lauren me agarraba por la cintura y me apretaba hacia ella. Cada día la deseaba más, con más fuerza y ella era consciente de eso. Nos besábamos como si nos leyéramos la mente sobre todo lo del deseo mutuo y jadeé de placer mientras sentía su boca besando la mía.

- Lauren... - murmuré en un volumen bajito.

- Anda...se nos hará tarde. Deja de distraerme, guapa. - se alejó con una sonrisa divertida y sentí que me dio una nalgada, la cual me hizo soltar un gritito de sorpresa. Reí y negué con la cabeza mientras la veía marcharse a carcajadas.

Un hombre se acercó a nuestras maletas y nos ayudó a subirlas a la avioneta. Joder, Lauren enserio era rica. Tenía incluso gente que trabaja para ella.

No pasó mucho antes de que nos metiéramos en la avioneta. Lauren ya había volado otras veces y al parecer era excelente en ello. Para mí, esta era mi primera vez en el aire, y estaba aterrada. Me sentí orinar del miedo y Lauren se rió mientras veía mi rostro, no sé cómo me había atrevido a subir. Claro, era porque estaba confiando ciegamente en ella.

Decidí no distraerla en lo absoluto y me hice prácticamente bolita en mi asiento. Lauren se estaba burlando de mí llamándome cobarde y sí, sí lo era. Lo era en toda la extensión de la palabra y me pregunté si algún día dejaría de serlo.

Me quedé dormida sin darme cuenta una vez que a mi teléfono se le había agotado la batería y no tenía nada más con qué distraerme a excepción de los rasgos perfectos que adornaban el rostro de Lauren. Ella no me prestaba atención, y yo lo entendía, estaba muy concentrada piloteando.

Desperté completamente confundida, Lauren seguía al volante.

- Camila... - me saludó al darse cuenta de que estaba despierta. - me sentía muy sola mientras dormías. - solté una pequeña risita.

- Ya estoy aquí... - dije al instante y no pude evitar bostezar.

Una hora aproximadamente después Lauren me anunció que estaba por aterrizar y lo hizo perfectamente. Yo comencé a gritar cuando sentía cómo la avioneta se inclinaba. Lauren no intentó tranquilizarme, porque me entendía y yo mientras estaba temblando.

- Listo, ya puedes dejar de gritar. Estamos en tierra. - se rió y me abrazó con fuerza, me besó la frente varias veces hasta haber estado segura de que yo ya estaba completamente tranquila.

- Joder, jamás había volado.

- Oh, ¿enserio? - me dijo con sarcasmo total y no pude evitar reír golpeando su brazo. Ella sólo hizo una mueca de dolor.