V E I N T E

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Lauren's POV

Desperté en la cama de Camila, asustada y sin recordar mucho de lo que había pasado, sólo recordé vagamente que me había hecho venir un par de veces la noche anterior. Yo pensé que Camila no sabría cómo hacer un oral pero ahora no me quedaba duda de que ella sabía bien lo que hacía, y no es como si me quejara, incluso me encantaba la idea de ella saboreándome con aquella habilidad.

Me levanté de la cama y tomé rápidamente mi ropa, vistiéndome. No quería estar ahí cuando Camila se despertara, me avergonzaba que precisamente ella me hubiera visto en ese estado. Había empezado a inhalar cocaína desde los quince años pero lo dejé al darme cuenta de que me ponía en peligro y me estaba matando por dentro. Hasta hacía como dos semanas atrás la había vuelto a probar, no me había podido resistir, la cocaína siempre me hacía sentir completa. James, un viejo amigo que me había hecho desde más joven volvió a la ciudad y me dijo que me había conseguido algo maravilloso, que sería magnífico que yo probara y le diera mi opinión. Él por supuesto seguía pensando que yo seguía consumiendo, y que no había dejado de ser esa estúpida drogadicta pero no me atreví a decirle que ya no estaba en ese mundo, en el momento en el que la sacó, se me antojó como hace mucho no, y mi tentación fue más fuerte.

La noche anterior estaba mareada, ni siquiera sabía qué sentir, qué pensar o cómo actuar cuando estaba con Camila, la deseaba. Quería verla desnuda y se lo hice saber al momento en que llegué. Lo demás simplemente se había borrado de mi memoria.

Ella era una persona increíble, que me hacía sentir como hace mucho no. Sus ojos me recordaban a Sam, sus labios...la forma en la que su cabello caía por sobre sus hombros y la manera en la que reía por cada estupidez. Pero ella aparte de su parecido con el amor de mi vida, era impresionante. La manera en la que sus caderas se movían era mejor que en la que Sam y la forma en la que hablaba sobre lo que sentía me impresionaba. Desde el momento en el que la conocí pensé que ella era hermosa.

Mi teléfono sonó de repente y al ver que era Camila respondí al instante.

- Hey. - me saludó.

- Siento haberme ido esta mañana sin avisar. - me intenté disculpar aunque sabía que lo que había hecho estaba horriblemente mal.

- Tranquila...sólo quería saber cómo estabas y cómo habías llegado.

- Oh, bien. Perfectamente de hecho. - mentí, no estaba tan bien. La culpa moral por haber inhalado me hacía sentir una mierda, y sabía que ya no podría dejarlo, mi cuerpo en este momento ya me estaba pidiendo por un poco más pero intenté con todas mis fuerzas evitarlo.

- Ayer no estabas...tan perfectamente. - ya, no hacía falta que me lo recordara, yo sabía que ayer no había estado de lo mejor.

- Siento que me hayas visto en ese estado. No suelo exceder de la dosis...

- No sabía que consumías lo que vendes.

- No es mi mercancía, fue un regalo que me hizo un amigo. - confesé de repente, pensando que tal vez ella quería saberlo.

Finalizamos la plática acordando que yo llevaría comida china, que ahora sabía la volvía loca. Recordé que la noche anterior habíamos follado pero me sentía una idiota porque no recordaba la mayoría de los detalles. Olvidé eso y fui rápidamente a comprar la comida que había prometido. Al estar en el restaurante pude distinguir a una chica rubia que rápidamente llamó mi atención, no porque me hubiera atraído, era más bien porque había reconocido su rostro al instante. ¿Qué hacía Cindy en New York? Vi cómo rápidamente se dio cuenta de mi mirada y cuando nuestros ojos se encontraron se levantó para alcanzarme. Estaba con el corazón un poco acelerado pero no se lo hice ver.

UNDRESSED {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora