Capítulo Corto

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Gotas de lluvia

Shinichi jugaba con un balón en el patio trasero de su casa, estaba aburrido, recién habían comenzado las vacaciones de invierno, y el clima estaba fresco, el sol asomaba ligeramente sus rayos por las espesas nubes. Ayer llovió gran parte del día y el suelo estaba humedo.

El cielo gris lo relajaba, aun así no le gustaba pasar su tiempo fuera de la biblioteca, pero su madre había insistido. El chico aun no era muy diestro con el balón, pues hace poco estaba adquiriendo el hábito de manobrearlo y hacer un par de jugadas sencillas.

El chico de ojos azules empezó a hacer pequeños trucos con su balón, levantándolo cada vez más alto. Una sonrisa triunfante salió de los labios del infante.
El balón subió a tal altura que superaba la muralla que dividía su terreno con el del vecino.

Shinichi vio que el balón caería sobre un charco de agua cercano, y para evitar embarrar todo el lugar, alcanzo a golpearlo con la punta de su pie.

Un pequeño y grave error.

Un quejido se escucho del otro lado, Shinichi como pudo escaló la gran muralla que los separaba de la residencia Agasa. Aquellos ojos grises lo miraron empapados en lágrimas y lodo.

— Lo siento mucho —musitó entrecortadamente el infante.

La hija del inventor lo observó en silencio, tal vez unos segundos o minutos, Shinichi no sabría describir cuanto hacía pasado observando aquellos ojos grises. La chica apretó ligeramente sus labios, tomo el balón mientras se incorporaba lentamente, para no volver a caer en uno de los tantos charcos de agua que estaban esparcidos por su patio.

— No te preocupes Shinichi, los accidentes pasan —una respuesta muy madura para solo tener siete años.

— Te lo recompensaré —el chico no alcanzó a terminar su frase. El balón le había dado en la cara, empujándolo hacía su patio.

De a poco se levantó, con la cara enlodada y el cuerpo sucio. Levantó su vista y la chica estaba en la misma posición que él hace unos segundos atrás.

Una risa salió de los labios de la chica, Shinichi no evito reír tampoco. Con cuidado, se asomó nuevamente en la pared, quedado a la altura de la chica, ambos reían.

Una gota de lluvia interrumpió la tierna escena, había empezado a llover nuevamente.

— Dios, Shin-chan, ___-chan —la voz de la madre del chico los sorprendió a ambos—, están todos enlodados, vengan a refugiarse de la lluvia.

Shinichi fue hasta donde se encontraba su madre, la chica fue alzada por el padre de la familia Kudo y guiada para que puedan cambiarse de ropa.
















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¡Pronto tendré el otro capítulo!

Lo prometo KAI-KUN 💮 【怪】

Amor a unos centímetros de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora