Capítulo Dos

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La entrevista a la liga juvenil de detectives

Recientemente los días han estado algo nublados en Beika, se notaba el frio que hacía ya. Hoy la liga juvenil de detectives tenía una entrevista. Los alumnos de primaria se habían puesto de acuerdo en llegar treinta minutos antes de lo acordado.

El adolescente encogido ya estaba en el lugar, esperando a sus compañeros de clases, se notaba su molestia por la impuntualidad de sus amigos.

   — ¡Conan! —el grito proveniente de Genta lo hizo girarse en su dirección— ¡Espéranos!

   — ¿Vamos muy tarde? —pregunta Mitsuhiko, entremedio del bullicio que causaban sus pasos apresurados.

   —¿Te hicimos esperar mucho, Conan-kun? —la menor del grupo intentaba alcanzar los pasos apresurados de sus acompañantes.

Los menores iban corriendo hacia su amigo de gafas, emocionados por la entrevista que pronto tendrían.

   —Oigan chicos, ¿por qué están vestidos tan elegantemente? —pregunta desconcertado el mini detective.

   —Porque Ayumi nos dijo que deberíamos vestir lo mejor posible —responde el chico más alto mirando a la chica que se encontraba a su izquierda.

   —Tenemos que lucir bien —contesta alegre la chica.

   —Eso es verdad, ¡porque después de la entrevista vamos a ser estrellas! —comento el chico de pecas emocionado.

El adolescente escuchaba los comentarios de sus compañeros, los cuales no podían ocultar la emoción que sentían al ver que tal vez luego de la entrevista serian mejor reconocidos ante las demás personas, y tendrían muchos casos por delante, no solo se dedicarían a la búsqueda de gatos, lo cual era su tarea habitual. Conan miro nuevamente a sus amigos, algo sorprendido.

   — ¿Qué hay de Haibara?

   —Deberías darte la vuelta.

El adolescente se giró asustado por el tono de enfado que se asomaba por la encogida científica, encontrándose con ella y la joven detective a su lado, quien los miraba curiosa a cada miembro de la clase 1-B.

   — ¡___-neechan... que sorpresa! —dice sorprendido el adolescente en cuerpo de niño, rascándose la cabeza con nerviosismo.

   —Pensé que sabrías que vendría, el profesor me pidió que los vigilara —la adolescente sonaba tranquila como siempre, pero se notaba la obviedad en su voz—, mi padre los sobreprotege a todos ustedes —susurra por lo bajo, ___ estaba perdiendo su fin de semana tranquilo, ella solo quería leer la nueva edición de su libro, que la seguía esperando en casa.

Los niños se quedaron bajo el resguardo de un cartel por la lluvia que había empezado de la nada. La adolescente se encontraba alejada del grupo de infantes, los niños estaban con las ropas húmedas por la repentina lluvia, y el cielo gris hacia ver lúgubre las calles de Beika City. El poco viento que había calaba la delgada tela de los jóvenes, ___ se abrazaba a si misma para resguardar el calor, pues ella tampoco llevaba paraguas, y el ondear de su vestido hacía que le diera mucho más frio de lo habitual, de haberlo sabido, tal vez se ponía otra cosa, incluso los menores deberían de haber traído una chaqueta.

Amor a unos centímetros de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora