Abril, 2022
Las notas de la guitarra suenan por todo el lugar. Mis ojos están cerrados y mi cabeza descansa sobre el almohadón detrás de mí.
—Eso suena muy bien —dice Aria y sonrío sin abrir los ojos—. ¿Nueva canción? —asiento, aún con los ojos cerrados, disfrutando del viento fresco en mi cara.
Cuando dejo de tocar, abro los ojos. Aria, mi mejor amiga, está leyendo un libro junto a mí. Ambas estamos en el patio de su casa, tienen una hamaca que tiene un sillón acolchado que es fantástico.
Su pelo castaño corto y ondulado se mueve con el viento. Cuando siente que no toco más, me mira con esos ojos cafés claros que son muy bellos.
—¿Qué? —pregunta al ver que la observo sin decir nada.
—¿Crees que es traición tocar en otro bar? —le pregunto y suspira cerrando el libro y dejándolo en su falda para ponerse de lado y verme.
—No lo creo, siento que es crecer, avanzar —asiento—. Además —agrega sonriendo—, de vez en cuando no estaría mal tocar alguna noche allí para recordar nuestros inicios.
Sonrío de acuerdo con lo que dice y vuelvo a cerrar los ojos mientras toco en la guitarra una de sus canciones favoritas que, cuando abro un poco un ojo, veo que la hago sonreír.
Las notas de Torna a casa de Måneskin suenan de manera suave.
Aria es como mi hermana, nuestras madres se hicieron mejores amigas en jardín de infantes y lo siguen siendo hasta el día de hoy. Ambas se embarazaron el mismo año y nos criaron juntas, por lo que somos como hermanas. Familia.
La diferencia es que antes de Aria, tuvieron otro hijo. Por lo que ella tiene un hermano mayor, yo soy hija única.
—¿Vienen Romeo y Samuel hoy? —le pregunto—. ¿O los vemos en el bar en la noche?
—Los vemos en el bar —dice riendo por algo que leyó.
La dejo tranquila con su lectura y sigo tocando con mi mente en la presentación de esta noche.
Veo el pantalón negro engomado y no me decido qué ponerme arriba.
—Aria —la llamo y sale de su habitación que está pegada a la mía para colocarse a mi lado y ver las dos opciones que están sobre mi cama—. ¿Cuál elijo?
No vivimos juntas, pero en su casa tengo mi habitación y en mi casa ella tiene su habitación.
—Ambas —dice encogiéndose de hombros y la miro confusa—. Ponte el top negro que te queda genial y arriba la camisa blanca desabrochada.
No la había pensado...
Le agradezco y procedo a hacer exactamente lo que me dijo. Luego me coloco mis botas cómodas, pero hermosas. Doy media vuelta y voy a mi escritorio donde me maquillo, junto a él está el escritorio donde compongo y al lado siguiente la puerta que da a la habitación de Aria. El color café de mi habitación me encanta, pero más me gustan los cuadros de bandas, frases y fotografía en las paredes.
Me hago lo normal. Delineado negro sutil, pestañas, rubor y labios rojos.
—Siempre te haces lo mismo —se queja la madre de Aria cuando entra a mi habitación y se coloca detrás de mí.
La veo a través del espejo. Tiene el mismo pelo que Aria, solo que largo.
—¿Y qué me puedo hacer, tía?
—¿Me dejas probar? —pregunta ya tomando el maquillaje, riendo acepto y da vuelta la silla giratoria para que quede frente a ella—. Cierra los ojos.

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HATHOR
RomanceQuizás no muchos escucharon la historia de Hathor. Una historia de amor y serpientes. Hathor, de origen egipcio, quiere decir "Diosa del Amor y la Sabiduría". Una mujer preciosa, nacida para liderar. Nacida para enamorar a quienes la vieran a los oj...