Capítulo 27

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Noviembre, 2022

Hace unos días sucedió lo de Eros, lo de Regina y Elías. Y me pasé esos días pensando en todo lo que sucedió. No hablé con ninguno aún, aunque sé que debo hablar con Eros y con Elías.

Pero realmente necesitaba procesarlo sola y tranquila.

¿No les ha pasado que están tan colapsados emocionalmente que hasta los ruidos son molestos?

Eso mismo me sucedió. Pero una vez puse en orden mi mente, volví al ruedo.

Estamos sentados en el césped. Hablando de lo que sucedió ese día. Hablando de las cosas que se guardó y no me dijo.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? —le pregunto y él suspira.

—No quería que estés pendiente de mí —responde sincero.

—¿Y eso es malo?

—Hat, estás en el pico de tu carrera con Snake, rara vez tienes días libres...

—Para esto siempre lo tendré y lo sabes —lo interrumpo—. Sabes que si me necesitas no importa qué esté haciendo, estaré para ti.

Elías se voltea para verme y me sonríe con dulzura.

—Lo sé, pero como tú harías eso porque me quieres, yo no te lo dije porque te quiero.

—Pero...

—Sé que no soy el único que hace eso —me interrumpe esta vez él viéndome con los ojos levemente entrecerrados—. Sé que tú también lo haces —no lo niego, no puedo—, sólo que yo caí un poco más bajo.

Me quedo callada y él sonríe sabiendo que tiene razón.

—Igualmente no me gusta que pases por esas cosas solo —reitero.

—Y no lo pase solo. Tú llegaste, luego estuve con mi padre y con la psicóloga.

Veo su semblante mucho mejor. Se cortó el pelo y sus ojeras están desapareciendo. Tomó su recaída como lo que fue, un tropiezo, pero no el final para rendirse.

Así que me alivia verlo sonriente y contento.

—Me gusta el corte —le digo sacándole una sonrisa.

—Ya era hora, lo tenía muy largo.

—No quería decírtelo, pero te quedaba fatal —él ríe y golpea mi hombro—. ¡Hey! —digo devolviéndole el golpe.

—¿Por qué no me dijiste que me quedaba mal?

—¡Pensé que ya lo sabías!

—¡¿Cómo iba a saber eso?! —dice riendo, me contagia la risa y me encojo de hombros—. ¿Qué hay de ti?

—Pasaron muchas cosas... —digo esta vez yo suspirando.

—Me puedo imaginar con sólo recordar lo que me contaste sobre Regina —asiento y sonríe con ironía—. Quién diría que terminarías llevándote tan bien con ella.

—Jamás lo imaginé.

—¿Volvieron a hablar?

—Me escribió para decirme que cuando quiera podía ir a tomar mates a su casa, que era bienvenida.

—Al final terminó siendo ella la buena y Matthew el malo.

—Preferimos llamarlo Voldemort —ríe con ganas y sonrío viendo hacia el frente—. También logré componer varias canciones...

—¿En serio? —me pregunta emocionado y asiento—. No sabes cuán contento me pone eso, Hat, me alegra que hayas salido de ese bloqueo.

—Sí... alguien me ayudó en eso —digo jugando con el césped entre mis dedos.

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