HATHOR

Capítulo 13

Como Catalina me mencionó, ahora empecé a llegar diez minutos antes a sus clases, lo cual parece agradarle.

Aunque sólo supongo porque creo que su cara no tiene las capacidades de hacer una mueca que no sea de desagrado o de seriedad.

—Mentón arriba —dice y con una varilla me levanta el mentón—. Abre la boca así la voz sale más amplia y no olvides de modular.

Hago cada cosa que me dice. En un momento, cuando faltan tan solo quince minutos, otra vez la chica de la banda que nos robó la canción aparece.

—Hola, Catalina —esta no le responde al estar enfocada en la clase.

—El show salió bien —dice mi maestra—, pero pudo estar mejor. Debes recordar cada palabra que te digo y ponerla en práctica.

—Eso intent...

—No intentes. Hazlo —me callo, como siempre—. Intentar no sirve, porque significa que fallas. Aquí quiero resultados perfectos.

Asiento, aunque no esté de acuerdo con lo que dice.

—Y la próxima vístete como una señorita —dice viendo que tengo un pantalón de jean overside, unas zapatillas simples blancas y un top blanco al cuerpo—. Por más que estemos solo nosotras, al menos finge que tienes elegancia.

¿Finge? ¿O sea que según ella no tengo elegancia?

—¿Debo venir de pantalón de vestir y camisa? —pregunto sarcástica.

—En lo preferible sí —levanto las cejas un poco sorprendida, pero vuelvo a no decir nada.

—Cómo uno se viste dice mucho de sí mismo —dice la chica y Catalina le da la razón—. Lo podemos ver en personas que no tienen buen gusto...

Lo dijo en clara indirecta para mí ya que mira mi atuendo con una mueca.

—Disculpa ¿Tu nombre? —le pregunto.

—¿No lo sabes? —la miro confusa.

—¿Debería de? La verdad es que te conocí recién aquí, sino no sabría de tu existencia.

Me mira molesta y yo me aguanto la sonrisa que quiere salir mientras la sigo viendo confusa.

—Flor —me responde y asiento, de repente sonríe—. ¿No escuchaste la nueva canción que sacamos? —eso genera que el enojo quiera apoderarse de mí, pero soy más inteligente.

—¿Nueva canción? ¿De quién? —pregunto mirándola con una cara de clara confusión.

—De la banda High.

—¡Ah! —digo sonriendo—. Sí... la verdad es que fue muy mala —digo haciendo una mueca triste—. Yo tenía una canción que se parecía, pero jamás la sacamos porque era horrible.

—Ni siquiera rima la canción que sacaron —agrega Catalina dándome la razón y es la primera vez desde que la conozco que me cae bien y quiero abrazarla.

—Sí... —digo manteniéndome tranquila—. Y la chica que la cantaba le erró a un par de notas —digo frunciendo los labios con pesar, mirando a Catalina.

—De eso vamos a hablar —la mira por encima de los lentes a Flor—. Fue pésimo cómo la cantaste, desafinaste, hoy no saldrás de aquí hasta que quede perfecta.

—No... —digo haciéndome la sorprendida y mirando a la chica—. ¿Eres tú la que la canta? —ella asiente, apretando su bolso del claro enojo.

—Ya te lo había dicho —dice entre dientes y hago una mueca mientras niego con la cabeza.