Luego de acordar todo, ensayar y grabar un poco, nos fuimos todos a cenar. La pasamos sensacional. Lamentablemente tuvimos que tener toda la seguridad posible porque se juntaron los fans de todos.
Y con Eros nos sentamos lejos porque estábamos constantemente siendo fotografiados. Sé que a él no le gustó para nada, pero es lo que debemos hacer hasta que oficialicemos.
Blake nos invitó a todos a su boda, lo cual nos resulta gracioso, pero no pudimos decirle que no. Además, Enzo nos hubiese obligado al ver la emoción de su prometida por que aceptemos.
En un momento nos vamos a la parte de arriba en donde hay un karaoke. Pero cuando estoy subiendo las escaleras, Eros detrás de mí rodea mi cintura con su brazo deteniendo mi paso. Una vez todos subieron y somos los únicos en las escaleras, me da vuelta para verme.
—¿Cuánto tiempo más estaremos así? —pregunta con pesar, coloco mis manos sobre sus hombros al estar a su altura y lo miro fijamente.
—Sé que no te gusta, lamento que te sientas así, pero realmente no sabes de lo que nos estoy salvando de los periodistas —él suspira—. Me lo agradecerás luego, créeme.
—Es que... —se pasa una mano por el pelo ya crecido y la deja caer a su lado—. Joder, cómo me molesta no poder hacer nada en público ¡Ni siquiera pude sentarme a tu lado!
—Igualmente no somos novios, así que... —digo divertida.
—Pero estamos juntos —dejo de tocarlo y miro mi mano izquierda con confusión, precisamente el dedo anular.
—Disculpa, pero no veo nada aquí, así que estoy soltera —digo para molestarlo nada más.
—Soltera nada —dice molesto.
—No somos novios.
—Aun no, pero estamos juntos —sonriente niego con la cabeza, él pretende darme un beso, pero me alejo subiendo un escalón más arriba.
—¿Cómo voy a darte un beso si no somos novios? Eso es pecado —digo fingiendo horror con mi mano en mi pecho.
Está serio y disgustado, pero en un momento sonríe de lado y en cuestión de segundo se coloca en el mismo escalón que yo, tomándome por sorpresa y pegando su cuerpo al mío con fuerzas, acalorando todo mi ser enseguida.
Apoyo mis manos sobre su pecho, sorprendida.
—¿Quieres jugar a eso? Está bien —dice bajo y con la voz ronca, sus ojos me miran con intensidad—. Quiero que me pidas que te bese. Quiero que lo desees tanto como para que me lo pidas —una de sus manos toma mi mentón y con su pulgar acaricia mis labios, mirándolos tan fijamente que me corta la respiración—. Hasta entonces, sólo voy a provocarte hasta escucharte pedirlo.
Y con esas palabras me suelta luego de apretar mi cintura con fuerza y se aleja terminando de subir las escaleras.
Me deja sorprendida por sus palabras. Cuando saca ese lado posesivo y caliente de la nada me deja hipnotizada.
Termino de subir las escaleras y me siento en la mesa junto con los demás para comenzar el karaoke. Eros no dudó en sentarse a mi lado, provocándome a cada segundo.
Su mano en mi pierna no me suelta, al contrario, la aprieta con fuerza en algunos momentos, haciendo que yo junte mis piernas con fuerza, pero él las separa con facilidad, obligándome a mantener la calma cuando siento excitación por sus caricias.
Su mano sube por entre mis muslos y los aprieta con ganas. Siento una fuerte presión en mi vientre con ganas de que suba hasta darme la satisfacción que mi cuerpo pide.
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HATHOR
RomanceQuizás no muchos escucharon la historia de Hathor. Una historia de amor y serpientes. Hathor, de origen egipcio, quiere decir "Diosa del Amor y la Sabiduría". Una mujer preciosa, nacida para liderar. Nacida para enamorar a quienes la vieran a los oj...