Capítulo 8

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—¿Y si haces esa última nota más alta? —me pregunta Samuel y asiento para escuchar por los auriculares la última parte de la nueva canción.

I'm not looking for much more

I just want your soul

Until there's nothing left

Nothing at all

Canto más extendida y aguda la última nota y una vez termino, miro hacia el frente y todos detrás del vidrio me muestran su pulgar arriba en aprobación.

—¿Ya quedó? —pregunto y asienten haciendo que deje los auriculares en el micrófono y salga de la cabina de sonido hacia donde está nuestro productor, Julián y los demás de la banda.

—Creo que en el coro se podría acentuar la batería —dice Aria y escuchamos cómo quedaría.

Hacemos varios arreglos y terminamos de confirmar que nos gustó el resultado final para dar por terminada esa canción.

—¿Cómo va la otra? —me pregunta Julián.

—La verdad es que la terminé —comienzo—, pero no me gustaron varias partes, así que quiero retocarla bastante —él asiente y deja todo en mis manos, confiando en mi criterio.

—En la noche podemos ir a mi casa para ayudarte —dice Romeo y Aria asiente.

Samuel no contesta ya que sigue medio reacio, pero por lo menos con Romeo y conmigo y no. Supongo que comprendió que sólo respetamos la decisión de Aria.

Luego de unos minutos, nos encaminamos a la puerta de salida. Soy la última en salir y puedo ver cómo Romeo habla con Aria que intenta que Samuel le dirija la palabra al menos. Este sigue enojado con ella, pero está más calmado.

Cuando cruzo la puerta que Romeo me sostiene para pasar, suena mi teléfono y reviso quién me habla.


Eros: ¿Cómo te fue en el estudio? Recuerda que te espero hoy con Pancho.


Sonrío y le estoy por contestar, pero algunos gritos histéricos llaman no sólo mi atención, sino la de todos.

—¡Snake! —todos volteamos hacia la derecha para ver a tres personas llegando de forma brusca hacia nosotros.

Un chico se abalanza hacia Aria y una chica hacia Romeo, pero sus seguridades se colocan frente a ellos para impedir que les hagan algo por su brusquedad. Pero yo no traje a mi hombre de seguridad, así que cuando una chica se abalanza hacia mí de forma bruta, nada impide que su codo de contra mi cara.

Del golpe termino en el suelo, lo que hace que mi cabeza de contra el suelo y me maree al instante. El griterío que se forma a mi alrededor suena en eco y de forma incoherente en mi cabeza que palpita de dolor.

Mis ojos están cerrados y sólo siento unos brazos levantarme del suelo. Reconozco el aroma de Romeo y su voz que suena enojada. Puedo entender lo que dice recién cuando siento que me coloca en el asiento de un auto.

—Hathor, abre los ojos, ¿estás bien?

Una vez estoy sentada, mis ojos se abren y veo que él está a mi lado, mirándome con preocupación, detrás de él puedo ver que los de seguridad retienen a las personas que se quieren tirar hacia nosotros.

Ya no son tres. Son varios.

Aria y Samuel quedaron en el otro auto y Romeo y yo en este. Los fans golpean el vidrio del auto, queriendo que salgamos y los gritos suenan opacados.

HATHORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora