Julio, 2022
Hoy me permití no tener toda la seguridad conmigo, sólo vino Ray que está en un auto detrás de mí siguiéndome. Me gusta conducir.
Voy por la carretera con la ventanilla baja y música suave por el estéreo. El viento mueve mi cabello y mis pulmones se llenan de aire fresco y puro al estar pasando por el medio del campo rodeada de árboles altísimos.
Luego de lo que sucedió en el programa con Amy, di un comunicado sobre que estaba bien, pero que lo que sucedió no fue un simple accidente y alguien quiso dañarme. Acepté darle una nota a uno de los periodistas que fue amable conmigo y no me presionó a responder cuando salí de mi casa. Conté que desde pequeña le tengo fobia a las arañas y que es algo de lo que nadie debería aprovecharse para dañar.
Me tomé unos días de descanso para despejar mi mente y no salí de mi casa.
Además, se acercaba una fecha que me rompe. La fecha de hoy. La fecha en que sucedió ese accidente que se llevó a una de las mejores personas que conocí. El día que falleció Ane.
Cada vez que me voy acercando más y más al lugar, mi pecho se va comprimiendo más y más.
Como si acercarme a ese lugar me quitara el aire.
Porque lo hace. Cada vez que voy al cementerio y me paro frente a la tumba, el aire ya no existe.
Suspirando, estaciono y tomo lo que traje para bajarme del auto. Miro hacia atrás y Ray se baja de su auto para acompañarme manteniendo la distancia al respetar que es un momento íntimo.
Cuando llego a la tumba, mis manos tiemblan y siento el aire tan pesado que mi pecho duele.
—Hola, prima —susurro y trato de sonreír, pero no lo logro cuando parpadeo varias veces tratando de alejar las lágrimas que quieren salir—. Hoy se cumple un año desde que te fuiste...
Estoy sola, no hay nadie a esta hora de la mañana.
Me agacho y dejo el ramo de rosas blancas en su tumba.
—Te traje tus favoritas... —digo tratando de que mi voz no salga entrecortada, pero estoy haciendo toda la fuerza posible para no llorar.
Me abrazo a mí misma cuando el viento se volvió muy frío. Como si el clima sintiera el mismo dolor que yo, el sol se va y el viento hace volar las hojas del piso dándome un escalofrío.
—Traje algo más —miro la botella de ron en mi mano y río para sentarme al lado de la tumba en el suelo—. ¿Recuerdas cuando nos dimos nuestra primera borrachera con esto?
La risa se convierte en un sollozo que tapo con mi brazo, cierro mis ojos con fuerza, haciendo que lágrimas se deslicen por mi mejilla. Inspiro profundamente viendo hacia el cielo y parpadeo muchas veces.
Tomo el vaso que traje y lo lleno con ron.
—Por ti —digo chocando el vaso con la tumba y bebiéndomelo de un solo trago.
Hago una mueca por el fuerte sabor, pero lo ignoro cuando le devuelve un poco el calor a mi frio cuerpo.
—¿Sabes? —sonrío triste—. Todavía me cuesta aceptar que ya no estas...
Me quedo recordando momentos que viví con ella, siendo presa del masoquismo cuando me digo que podrían haber sido muchos más.
—Tengo tantas cosas que contarte... —mi voz sale rara, mi pecho duele cada vez que tomo una respiración, como si no me pareciera justo seguir respirando cuando a ella le arrebataron su último aliento.
Mientras bebo el mismo ron que bebía con ella, le cuento lo que estuvo sucediendo en mi vida en medio de lágrimas.

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HATHOR
RomantizmQuizás no muchos escucharon la historia de Hathor. Una historia de amor y serpientes. Hathor, de origen egipcio, quiere decir "Diosa del Amor y la Sabiduría". Una mujer preciosa, nacida para liderar. Nacida para enamorar a quienes la vieran a los oj...