9 +Primer asesinato+

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Estoy de pie frente de Petter esperando que conteste lo que le acabo de preguntar.

-¿Wanda? -Me mira confundido. -¿Qué estás haciendo?

-Preparándote para asesinarte. -Respondo con frialdad.

-¿Para asesinarme? ¿De qué hablas?

Lo miro por un instante y luego dejo salir una carcajada. Petter me mira aún más confundido.

-Estoy jugando. -Doy unos pasos hasta la mesa y tomo la cinta adhesiva. -Me encanta jugar. ¿A ti no?

-Si, pero no de esta manera. Esto es muy extremo y escalofriante.

-Me gustan los juegos extremos, que parezcan reales, se disfrutan más. -Hago una pausa. -Pero si no quieres jugar puedo bajarte de allí y hacemos como que si nada ha pasado. -Hago como si voy a soltar la cuerda que está atada en la pared.

-¡Espera! -Exclama. Una sonrisa maliciosa se dibuja en mis labios y doy la vuelta para mirarlo. -Esta bien, juguemos.

Me pongo de pie nuevamente frente de Petter. Él extiende sus manos hacia mí y yo se las coloco a los lados de su cuerpo, tomo la cinta adhesiva y comienzo a envolverlo de forma que sus manos quedan pegadas a su cuerpo. Luego corto un pedazo de cinta y me dirijo a colocárselo en la boca.

-¿Tienes que taparme la boca?

-Sólo será por unos minutos. -Le brindo una sonrisa y él me sonríe de vuelta. Es la última vez que va a sonreír en esta vida.

Coloco la cinta adhesiva en su boca.

-¡Empecemos! -Exclamo con alegría. -El juego comienza así: Mi nombre es Samanta Blond, tengo 16 años de edad, estoy esperando el bus en un lugar un poco solitario que se encuentra cerca del colegio donde estudio. Ya está oscuro y de repente un auto se estaciona delante de mí y dos chicos me raptan, me encierran en un sótano de una casa y me doy cuenta de que son cinco chicos, los cuales abusan sexualmente de mí. -Observo el rostro de Petter, está pálido y siento el miedo correr por todo su cuerpo. Continúo. -Luego de 10 años de no dormir bien por las desagradables pesadillas y de una extensa planificación, regreso para vengarme de cada uno de los chicos, ¿y qué crees? -Levanto mis cejas. -Tú, eres el primero en mi lista. -Sus lágrimas comienzan a salir y escucho sus gemidos. -Te preguntarás: ¿Por qué comenzaré contigo? -Hago una ligera pausa y tomo uno de los cuchillos de la mesa. -La respuesta es muy sencilla. -Apunto el cuchillo hacia él. -Tú dijiste que eras el líder y que debías ser el primero, por eso ahora tienes el privilegio de ser el primero.

Petter comienza a moverse pero sólo logrando estremecer su cuerpo de un lado a otro. Me acerco con el cuchillo y sin pensarlo lo clavo en su pierna derecha. Petter deja escapar un gemido de dolor. Muevo el cuchillo con suavidad y luego lo saco y observo la sangre esparcirse por toda su pierna. Llevo el cuchillo hasta la mesa y tomo el taladro el cual no necesita estar conectado a un enchufe eléctrico debido a que es de carga. 

Petter abre de gran manera sus ojos cuando ve que la punta del taladro comienza a girar. Taladro su pierna izquierda en partes distintas, de manera que hago varios agujeros. La sangre salpica mi ropa y también el plástico que extendí en el piso. Las lágrimas de Petter salen a chorros de sus ojos y gime con desesperación. 

Con el bisturí hago varios cortes un poco profundos en sus brazos. Su camisa y parte de su pantalón ya están bañados en sangre. Voy por el otro cuchillo que es un poco más delgado que el anterior, camino hacia Petter nuevamente y le clavo el cuchillo en su entrepierna, es decir, en su órgano sexual. Los gemidos se hacen cada vez más fuertes y eso me causa placer. 

Busco nuevamente el otro cuchillo para darle fin al supuesto juego. Comienzo a clavar el cuchillo una y otra vez en la barriga de Petter, la sangre me salpica la cara pero sigo clavando el cuchillo hasta que ya no oigo ningún gemido. Dejo el cuchillo en la mesa y vuelvo para desenterrar el que le dejé clavado en la entrepierna y lo llevo a la mesa también. Camino hacia la pared donde está atada la cuerda y la desato dejando caer el cuerpo de Petter con brusquedad en el piso, tomo su pulso para ver si aún sigue vivo, pero no lo está, como era de suponerse.

Enrollo el cuerpo de Petter en el plástico de manera que al arrastrarlo no vaya a manchar el piso. Lo arrastro y lo llevo por la puerta de la cocina que lleva hasta el patio trasero de la casa. Dejo el pesado cuerpo sobre el suelo, camino hasta el garaje y busco la pala, un frasco de gasolina y un encendedor; baño todo el cuerpo con la gasolina, enciendo el encendedor y lo dejo caer sobre el cuerpo el cual agarra fuego inmediatamente. 

Estoy a unos metros y observo el cuerpo quemarse, hasta que sólo quedan cenizas. Con la pala me aseguro de que no queden rastros del cuerpo y luego recojo las cenizas y las boto en la raíz de un gran árbol en donde inicia el bosque. Guardo la pala y el frasco de gasolina nuevamente en el garaje. Camino hasta el cuarto de servicio y tomo un frasco de cloro y otro de desinfectante, además tomo unos pañitos de limpieza. Limpio algunas gotas de sangre que cayeron en el piso y luego voy a la cueva y limpio las herramientas y las acomodo en su lugar. 

Busco el teléfono y las pertenencias de Petter. En su teléfono no tiene muchos contactos, sólo sus padres, su jefe y unos cuantos amigos. Me aseguro de enviar un mensaje de texto al jefe haciéndome pasar por Petter, avisándole que estaré dos meses fuera del país por un asunto familiar el cual es muy poderoso y requiere de mi presencia, también les envío un mensaje de texto a los padres haciéndome pasar por él otra vez, avisándoles que me iré fuera del país por asuntos de trabajo, los cuales me tendrán muy ocupados como para estar en contacto con ellos y me despido. Coloco los pañitos, las pertenencias de Petter y su teléfono dentro de la papelera de metal que está en la biblioteca y luego le enciendo fuego, espero que se apague el fuego correctamente y guardo la papelera dentro de la cueva la cual cierro antes de salir de la biblioteca.

Me doy una buena ducha en el baño de la planta baja y me vuelvo a colocar la ropa que traje puesta. La ropa que está manchada de sangre la pongo a lavar con mucho detergente y luego la pongo a secar en la lavandería. Salgo de la casa del abuelo cuando ya me he asegurado de que todo esté listo.

Llego a mi casa en la ciudad a las 20:00 horas, estoy tan agotada que no me provoca cenar, sólo me encierro en mi habitación para intentar dormir. Me logro dormir unas horas después de tanto pensar.


Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer!

La Venganza de Samantha ✅🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora