La Venganza de Samantha ✅🔞

42: La vida es injusta

Llegamos a la casa del abuelo, Sisly me acompaña a buscar unas palas para recoger los rastros de sangre que quedaron en la entrada principal de la casa. Luego caminamos hasta la biblioteca, limpiamos el desastre y acomodamos todo en su lugar.

-Ya debemos irnos. -Le anuncio a Sisly.

-Sí, ya es tarde. -Dice ella en tono suave.

Cierro bien la casa y subo al auto seguida de Sisly. Comienzo a conducir con destino a la ciudad, en medio del camino observo que Sisly se acaricia suavemente las heridas que le causó Pedro con el cuchillo.

-¿Te duelen? -Pregunto rápidamente.

-Sí, un poco. -Afirma.

-Es mi culpa, te llevaré a un hospital para que te revisen.

-No, lo mejor será que lleguemos a su casa. Necesito bañarme y cambiarme de ropa antes de llegar a mi casa.

-Está bien, pero mañana te llevaré al médico. ¿Entendido?

-Sí, mañana vamos. -Saca su teléfono del bolsillo del pantalón y exclama: ¡Oh! Se quedó sin batería.

-Apenas lleguemos a mi casa te puedo prestar mi cargador para que lo cargues mientras te bañas.

-Gracias señorita. -Me brinda una sonrisa.

-Cuando te vaya a llevar a tu casa pasamos comprando algo de comer para todas. -Mi tono de voz es suave.

-¡Claro! -Exclama alegremente. Ya moría de hambre. -Sonríe.

Por fín llegamos a casa, estaciono mi auto y Sisly y yo bajamos de él. Entramos en la casa, le presto una toalla y algo de ropa a Sisly para que se bañe; ella me da su teléfono para que lo conecte a mi cargador. Sisly se dirige al baño y yo conecto su teléfono al cargador. Voy a la cocina y tomo un poco de agua, me dirijo hasta mi habitación y me doy una ducha.

Después de estar vestida y lista para salir me dirijo a la sala y encuentro a Sisly hablando por teléfono, observo que está llorando y deja caer el teléfono.

-¡No puede ser! -Dice en medio del llanto. -¡No puede ser! -Sube el tono de voz y cae de rodillas.

-¿Qué pasó Sisly? -Le pregunto y me coloco en cuclillas a su lado. -¿Qué no puede ser?

-Mi mamá y mi hija, señorita... -Tartamudea y su llanto ahora es más fuerte. -¡Están muertas! ¡Están muertas!

Siento que mi corazón se paraliza por un momento, aun no creo lo que estoy escuchando. Al ver a Sisly en ese estado siento que se me parte el corazón en mil pedazos. Ella se intenta poner de pie y dice:

-Por favor, lléveme al hospital... Debo verlas... Debo ver si es verdad lo que me acaban de informar. -Sigue llorando.

-Vamos Sisly, te llevaré rápidamente.

La ayudo a ponerse de pie y nos dirigimos hasta mi auto. Enciendo el auto y conduzco rápidamente hasta el hospital central de la ciudad.

Llegamos y corro con Sisly al área de la morgue en donde están los cuerpos sin vida de su mamá y su hija. Un hombre nos recibe y nos lleva a una habitación en donde se encuentran dos camillas con unos cuerpos tapados con sábanas blancas. Sisly se acerca lentamente a las camillas y estando al lado de estas quita la sábana de una de las camillas y se abalanza encima del cuerpo que yace sobre la camilla, es su pequeña hija. Sisly comienza a dar gritos en medio del llanto, yo no aguanto más y comienzo a llorar también. Camino hasta donde está Sisly, la tomo por los brazos y le doy un fuerte abrazo. Esta se convirtió, sin duda, en la peor noche de Sisly. Me siento muy mal, no soporto ver a Sisly en el estado en que está, yo pasé por algo similar cuando murió mi madre, pero no se compara con el dolor que ella tiene en este momento, no es sólo su madre la que está muerta, sinó que también su pequeña e inocente hija; era la luz de sus ojos.

Me quedo con Sisly la cual no se quiere apartar de los cuerpos sin vida de su familia, las personas más importantes en su vida. Luego de horas logro llevarla conmigo al cafetín a comer algo, no es bueno que esté afrontando todo esto sin haber comido algo en todo el día; pero es inútil, ella no prueba la comida. Se encuentra inmóvil, no dice nada; su mirada es vacía. Me siento a su lado y la abrazo.

-Llora, llora todo lo que quieras. Deja salir todo eso que sientes.

Sisly empieza a llorar nuevamente y dice en voz baja que casi puedo oír:

-Gracias...

Acaricio su cabello intentando calmarla un poco. Después de un rato se queda dormida y con cuidado coloco su cabeza sobre mis piernas para que esté un poco más cómoda.

Ya es tarde, así que le digo a Sisly que vayamos a mi auto para descansar un poco dentro de él. Ella me acompaña y juntas subimos al auto, acomodo los puestos delanteros de manera que quedan inclinados hacia atrás. Intento dormir pero se me hace imposible, Sisly no hace ningún ruido pero sé que está llorando en silencio. Jamás imaginé que algo así pudiera pasar, su madre y su hija murieron en un accidente automovilístico, el bus en donde iban con rumbo al parque del centro de la ciudad, impactó de frente con una gandola de carga pesada, murieron nueve personas: El conductor del bus y el de la gandola, el copiloto del bus y seis personas que iban en el bus y entre ellas la madre de Sisly y su hija. Es lamentable cuando las personas buenas mueren y más cuando muere un niño, no logran tener la posibilidad de vivir lo suficiente. Pero la vida es así, injusta, diría yo...

Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer!