24: Súplica

3.6K 295 13
                                    

Ya es tarde así que decido llevar a la madre de Sisly a su casa para que descanse un poco, al principio se niega, pero logro convencerla de que nada va a hacer quedándose aquí y le digo que mañana pasaré por ella muy temprano. La llevo hasta su casa , me despido con amabilidad y me marcho. 

Llego a casa, me doy una ducha y me dirijo a la cocina a cenar algo. Al terminar me encierro en mi habitación y busco los papeles que se requieren para la solicitud del crédito, tengo todo, sabía que me iban a pedir estas cosas, por esa razón con anterioridad mandé a falsificar todos los papeles, no solo tengo un nombre y un apellido falso, tengo toda una identidad. En estos días no es tan difícil obtener una identidad falsa, solo necesitas contactos y dinero, que es lo más importante. 

Al ordenar todos los papeles, me coloco unos guantes negros de cuero y saco un arma de un baúl que escondo debajo de la cama, tomo un cartucho de balas y un silenciador y los escondo en un pequeño maletín. Ya con todo listo me acuesto y espero que el sueño se apodere de mí, logrando quedarme dormida.

........

El sonido del despertador me anuncia que ya es hora de levantarme, me doy una ducha y me visto rápidamente. Tomo mi pequeño maletín y camino hasta mi auto. 

Paso recogiendo a la madre de Sisly para ir al hospital y al llegar nos dirigimos a la habitación donde se encuentra Sisly. El médico nos deja pasar diciéndonos que acaba de despertar. La madre de Sisly entra primero en la habitación y al cabo de 15 minutos sale y me dice que pase. Cuando entro en la habitación la observo acostada en una camilla, llena de moretones en su rostro y en sus brazos; mis lágrimas que comienzan a salir sin previo aviso, me acerco a ella y al verme sus ojos brillan, llenos de lágrimas.

-Era por ese desgraciado que estabas llorando ayer. -Le digo, ligeramente. Ella solo mi mira avergonzada- ¿Por qué no me dijiste nada? Pude haber evitado esto.

-¡Lo siento! -Su tono de voz es débil- No quería darle preocupaciones.

-Ese hombre es un mal nacido. Tengo ganas de matarlo. -La rabia corre por todo mi cuerpo.

-No lo vale. -Responde- Es mejor que no haga nada...él es muy malo. Me juró que si hago algo en contra de él... le va a hacer daño a nuestra hija y luego me va a matar.

-No Sisly, él no hará nada. Te lo aseguro.

-Tengo miedo, él cumple su palabra, siempre lo hace...

-Y yo cumplo con la mía, así que debes estar tranquila, jamás volverás a saber de ese mal nacido.

-No se meta en problemas por mí...

-Si lo haré, Sisly. Quiero hacerlo. -Afirmo- Ahora dime, ¿cómo se llama y dónde lo puedo encontrar?

Se queda pensando pero termina por responder:

-Se llama Pedro y vive en la calle Trébol, en una casa de color azul, es la única casa con ese color en esa calle.

-¿No trabaja? -Le pregunto frunciendo el ceño.

-No, sus padres le dejaron una herencia.

-Okey, con eso es suficiente. Debo irme, vendré más tarde. -Le digo en tono suave y me dirijo a la puerta.

-¡Señorita! -Su voz hace que me detenga antes de salir. Giro mi cabeza para mirarla. -Tenga cuidado, por favor.

-Gracias, Sisly. -Le ofrezco una ligera sonrisa.

Me despido de la madre de Sisly y salgo del hospital conduciendo a la calle Trébol, que queda a 30 minutos del hospital. Estaciono mi auto en la acera contraria a la casa de Pedro, me quedo allí sentada observando la casa. Al cabo de 50 minutos, aproximadamente, lo veo salir de su casa. Viste un pantalón negro y una camisa gris, su piel es blanca y de estatura mediana. Enciendo el auto y conduzco lentamente detrás de él. Camina por la acera observando sus pasos, después de dos cuadras acerco mi auto por donde Pedro va caminando, abro la ventana que está del lado del asiento del copiloto.

-¡Hey! -Exclamo, llamando su atención- ¿Me podrías ayudar? -Mi tono de voz es amigable.

-Sí, claro. ¿Que desea? -Pregunta acercándose a la ventana del auto.

-Necesito llegar al sur de la ciudad, a una hacienda. Soy nueva en la ciudad y no sé cómo llegar.

-Eso queda a 25 minutos de aquí. ¿Cómo se llama la hacienda a la que va?

-A la más grande. -Digo, sin tener la mínima idea del nombre de una hacienda.

-¡Ah! -Exclama. -Esa debe ser "La Cafetera"...

-¡Esa! -Digo interrumpiéndolo- ¿Me podrías ayudar a llegar allí? te puedo pagar muy bien. -Comento en tono insinuante.

Pedro sonríe y afirma con su cabeza. Sube a mi auto y me va dirigiendo por el camino que lleva a la supuesta hacienda a la que voy. Nos alejamos un poco de la ciudad y todo lo que queda a nuestro alrededor son espesas llanuras. Detengo mi auto al costado de la carretera.

-¿Por qué te detienes? -Pregunta Pedro.

-El carro parece tener una falla.

-Entonces averigüemos qué es. -Sonríe y yo sonrío maliciosamente dentro de mí.

Bajamos y Pedro abre el capó del auto, después de unos vistazos dice:

-No parece tener nada.

-Veré si lo puedo encender. -Respondo con sutileza.

Subo al auto, me coloco mis guantes negros rápidamente y saco el arma del pequeño maletín, ya tiene las balas y el silenciador. Bajo apresurada del auto y apunto a Pedro, dejando una cierta distancia entre nosotros.

-¿Qué haces? -Pregunta espantado, retrocediendo un poco.

-Te voy a cobrar una deuda que tienes pendiente. -Respondo fríamente- Ahora comienza a caminar por dentro de esos arbustos.

-¿Qué deuda? Estás loc...

-¡Cállate! -Grito- Haz lo que te digo, ¿o te disparo aquí mismo?

-¡Por favor! -Coloca sus manos en forma de súplica- No me vayas a matar.

-¡Ya cállate! -Vuelvo a gritar- Eso debiste pensar antes de haberte metido con Sisly, y no me importa cuanto supliques, nadie, óyeme bien, nadie te va a salvar de tu muerte.


Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer!
No olviden dejar sus votos y comentarios. ;)

La Venganza de Samantha ✅🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora