40: A pocos minutos

3.2K 238 14
                                    

Sisly se queda en silencio por un rato largo, yo la observo mientras muerdo una manzana. Por fin dice:

-Espero que su plan salga bien. Estamos jugando con fuego.

-Lo sé, es muy arriesgado; pero es la única forma de atraerlo solo.

Ella simplemente afirma con su cabeza.

En la noche llevo a Sisly a su casa, antes de que baje del auto le recuerdo que debe estar en mi casa a las 07:00 horas.

Llego a mi casa y camino hasta mi habitación. Me ducho y me acuesto a dormir. Mañana será un largo y agitado día.

.......................

Despierto con el sonido del timbre. Me pongo de pie y me dirijo a abrir la puerta principal.

-¡Buenos días señorita Wanda! -Dice Sisly.

-¡Buenos días! -Exclamo en medio de un bostezo. -Pasa.

Sisly se sienta en el sofá. Viste un pantalón negro, zapatos deportivos y una camisa color azul marino.

-Ya vengo. Iré a ducharme para luego marcharnos.

Camino hasta el baño de mi habitación y me doy una ducha, cepillo mis dientes y me visto cómodamente. Tomo el maletín e introduzco mi arma y dos cartuchos de balas. Salgo de la habitación y me dirijo a donde se encuentra Sisly, le hago señas para que me siga fuera de la casa. Entramos en el auto y conduzco en dirección a la casa del abuelo.

Después de dos horas por fin llegamos, estaciono mi auto en frente de la casa. Bajamos del auto y observo a Sisly que mira asombrada la casa.

-Es muy grande esta casa.

-Sí, un poco. -Ambas reímos.

Abro el maletero del auto y saco las sogas. Al entrar a la casa camino rápidamente a la biblioteca, mientras Sisly me sigue muy de cerca. Me detengo frente del estante de libros y abro la puerta secreta de la cueva. Sisly se para a mi lado mirando con cara de sorpresa y espanto el pasillo que lleva a la cueva. Camino dentro de la cueva y ella va detrás de mí observando a su alrededor. Coloco las sogas sobre la mesa donde están mis instrumentos.

-¡Wao! -Exclama mi querida compañera mirando los instrumentos. -Usted...¿usa todas esas cosas en los...? -Me mira espantada.

-Sí. -Respondo sin mucha importancia.

-¿No le da asco?

-Al principio sí, pero sólo debes aprender a bloquear tu mente y dejarte llevar por el odio. Eso hace todo más fácil.

-Usted es muy fuerte. Yo no sé si sería capaz de matar a alguien.

-Espero que nunca lo hagas. -Mi voz es suave.

Repasamos el plan una y otra vez para que todo salga como esperamos. Luego Sisly me ayuda a extender el plástico en el suelo y a reemplazar la vieja soga por una de las nuevas. Salgo de la cueva, me siento en el sofá y abro el maletín. Sisly se sienta a mi lado y al ver que saco mi arma se sobresalta.

-Tranquila, no temas. -Le digo sonriendo para que se tranquilice.

-¡Eh! si. -Se acomoda nuevamente en el sofá.

Cargo el arma y la guardo dentro del cajón que está al lado del sofá.

-Esto es por si no salen las cosas como las planeamos. -Ella asiente con su cabeza lentamente. -Ya es hora de empezar a prepararnos.

Tomo el teléfono, lo configuro para restringir el número y marco el número de Julio. Después de varios tonos contesta:

-¿Hola?

-¿Julio? -Digo en voz baja.

-Sí ¿quién habla?

-Soy Wanda... Necesito de tu ayuda.

-¡Wanda! ¿Pasa algo? ¿Qué te ocurre?

-Nada, es sólo que vine a la casa que heredé de mi abuelo, queda a las afueras de la ciudad, a dos horas exactamente. Y estoy sola aquí, estoy asustada.

-¿De qué estás asustada?

-Es que creo que hay alguien afuera de la casa y no sé que hacer.

-¿Necesitas que mande alguna patrulla que esté cerca?

-No, no es necesario. Me gustaría que vinieras tu solo, al fin y al cabo eres un oficial. La verdad es que presumo que sea una falsa alarma, he estado paranoica estos días, no quiero que la policía pierda el tiempo en tonterías. Es más, mejor no vengas, quizás son sólo cosas mías.

-No señorita, no dejaré que corra riesgos. Deme la dirección de la casa y ya salgo directamente hacia allá.

-Es que me daría mucha pena con sus compañeros de trabajo si se enteran de que ando alucinando que alguien me acosa.

-No son alucinaciones y ninguno de mis compañeros sabrá algo, a menos de que se presente algo cuando llegue allá.

"¡Bingo!" digo dentro de mí con una sonrisa de satisfacción en mi rostro.

Le doy la dirección de la casa y él me advierte que no salga de la casa.

-Por cierto. -Le digo. -Estaciona tu auto una cuadra antes de la entrada de la casa, ya sabes, si realmente hay alguien quiero que lo atrapes.

-Tranquila, eso haré. Voy saliendo rápidamente para allá.

Cuelgo el teléfono y miro directamente a Sisly que se encuentra sentada en el sofá esperando una respuesta de mi parte.

-Ya el plan está en marcha. -Sonrío.

-Entonces es hora de hacer los últimos preparativos.

-¡Exacto! -Exclamo. -Y recuerda que si algo sale mal, estaremos perdidas.

-Lo sé. -Responde seriamente.

Después de una hora decidimos hacer los últimos arreglos y estar preparadas para cuando Julio llegue. Me siento en medio del piso de la biblioteca, Sisly toma unas sogas y finje atarme, en realidad sólo enrolla la cuerda a mi alrededor (Dos vueltas con la soga), me coloca cinta adhesiva sobre la boca y me despeina un poco. Sisly va por el frasco de cloroformo y unas gasas. Esperamos como 30 minutos más, ella moja las gasas con cloroformo y coloca una de las gasas en mis manos, que están justo detrás de mí. Sisly esconde el cloroformo y se lleva una gasa mojada con cloroformo.

-Me iré a esconder en la sala, debajo de las escaleras. -Dice justo antes de salir.

Asiento con mi cabeza. Es cuestión de minutos para que Julio llegue. Espero que llegue rápido antes de que el cloroformo se seque o se expanda el olor en la bliblioteca y termine inconsciente.

Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer! ;)

La Venganza de Samantha ✅🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora