No tengo ganas de levantarme de mi cama, pero debo hacerlo. Los rayos del sol entran por la ventana de la habitación y recuerdos de mi infancia llegan a mi mente. Como quisiera retroceder el tiempo y no haber estado en ese lugar aquella noche, todo sería tan distinto, tal vez no tendría que asesinar a nadie y sólo tener mis pensamientos ocupados en cosas tontas que me hagan feliz, así como otras personas. Pero la vida me condenó a la infelicidad, a vivir llena de odio, en un abismo de donde jamás podré salir.
Me pongo de pie y como siempre voy al baño a darme una ducha y luego me visto con ropa formal debido a que iré al banco. Sisly ya preparó el desayuno y me apresuro a comer.
-¿A dónde va tan elegante hoy? -Pregunta Sisly.
-Iré al banco. -Le contesto después de haber tragado la comida que tenía en mi boca.
-¿Le preparo almuerzo?
-No, voy a almorzar con un amigo. Gracias.
-¿Con el chico de las rosas? -Dice en tono insinuante y cómplice.
-No, no es con él. Con un cliente.
-Por cierto, ¿cómo le fue anoche?
Mis mejillas se ponen coloradas al recordar, y contesto:
-Bien, normal... como toda salida entre amigos.
-Sí, claro. -Dice sonriendo.
-Me voy, nos vemos en la tarde. -Me levanto de la silla.
-Señorita, debido a que no tengo muchas cosas que hacer hoy en la casa, ¿puedo ver televisión? -Pregunta tímidamente.
-Claro que puedes ver televisión, no hay ningún problema. -Hago un gesto de despedida con mi mano.
Conduzco al centro de la ciudad, a la calle Brighan. Estaciono mi auto y entro en el banco.
-¡Buenos días! -Exclama la chica que está sentada del otro lado del cristal que la separa de mí.
-Buenos días... -Mi voz es suave- quiero solicitar un crédito.
-Puede tomar asiento, en cinco minutos la atendemos. -Dice la chica con cortesía.
Tomo asiento y mientras espero ruego para que me atienda Zad y no otro empleado. Después de cinco minutos exactamente la chica me llama.
-Diríjase a la segunda puerta que está en ese pasillo. -Señala con su dedo a la derecha.
-Gracias. -Respondo y me dirijo a la puerta que la chica me acaba de indicar.
Doy unos suaves golpes en la puerta y una voz dice desde adentro:
-Adelante.
Abro la puerta y lo veo allí, sentado en su silla detrás de un escritorio, es difícil olvidar su desagradable cabello negro enrollado. Me mira brindándome una estúpida sonrisa que deseo con todas mis fuerzas borrar de su cara, pero sólo me limito a sonreír de vuelta.
-Tome asiento. -Señala la silla que está frente al escritorio.
-Buenos días. -Le digo y tomo asiento.
-¿En qué la puedo ayudar? -Pregunta entrelazando sus manos sobre el escritorio.
-Vengo a solicitar un crédito para una casa.
-Está en el lugar indicado. -Saca del cajón del escritorio un folleto y me lo entrega- Ahí está toda la información que necesita saber para la solicitud del crédito, además le especifica las formas de pago y los intereses del mismo.
Abro el folleto y lo leo un poco.
-Me parece excelente. -Cierro el folleto y observo a Zad.
-Entonces, ¿está de acuerdo con todo? -Dice amablemente.
-SI, estoy de acuerdo. -Le respondo y le ofrezco una sonrisa.
-Le voy a entregar otro folleto con los requisitos para la solicitud del crédito los cuales debe traer en el transcurso de la semana para ser aprobado por el banco. -Saca de su cajón otro folleto y me lo entrega.
-Gracias. Voy a hacer lo posible por venir esta semana. - Me levanto de la silla.
-Disculpa, pero hay algo en ti que me parece conocido. -Me observa fijamente.
-Pues yo pienso lo mismo de ti. -Mi voz es tenue.
-¿Eres de la ciudad?
-No, soy de España, hace poco me vine a vivir a esta ciudad.
-¡Oh! entiendo. -Dice pensativo- Bueno, disculpa la molestia. -Me brinda una sonrisa.
-No te preocupes, ya me ha pasado varias veces desde que llegué a la ciudad. -Sonrío- ¡Hasta luego!
-¡Fue un placer, hasta luego!
Salgo de la oficina y me dirijo a mi auto. Zad es tan estúpido, si supiera que sí me ha visto y que hasta abusó de mi sin compasión. Quiero ver su cara cuando sepa todo, lo único es que será muy tarde para él. Una sonrisa maliciosa se dibuja en mi cara.
Enciendo el auto y me alejo de la ciudad, a las praderas, sí, justo a la pradera que Bod me regaló. Al llegar bajo del auto y camino unos kilómetros hasta llegar al estanque con forma de corazón. Me quito los zapatos, me siento al borde del estanque e introduzco mis pies dentro de él. El agua está fría y eso me agrada. Observo a mi alrededor, el hermoso paisaje, los lindos pájaros volando cerca de los árboles y las bellas mariposas que se posan en las innumerables flores. Es increíble que ésto ahora sea mío, aun es difícil de creer cómo alguien querría regalar a una completa desconocida algo tan hermoso como ésto. Quizás Bod está un poco loco o tal vez yo le... no, eso es una tontería.
Después de varias horas regreso a la ciudad y camino hasta un restaurante de fachada antigua al cual solía venir con mi mamá. Ordeno el plato favorito de mi madre, una deliciosa paella y me siento a almorzar tranquilamente.
Luego de almorzar me dirijo al centro comercial y compro una cartera que le regalaré a Sisly y también compro ropa para su bebé.
Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer!
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La Venganza de Samantha ✅🔞
Misterio / SuspensoRegresó para vengarse de los 5 hombres que abusaron de ella, pero el amor amenaza con cambiar sus planes. Samantha, una mujer que juró vengarse de los cinco hombres que abusaron de ella cuando apenas tenía 16 años. Durante una década se preparó para...