Escucho el sonido de algunas llaves chocando entre ellas, abro mis ojos y me siento en el sofá observando la puerta la cual se está abriendo. Paso mis manos sobre mis ojos para limpiarlos un poco. Cuando vuelvo la mirada hacia la puerta veo a Sisly entrando por ella .
-¡Buenos días señorita Wanda! -Se acerca un poco -No me diga que durmió en el sof...¡señorita, tiene sangre en sus zapatos!
Bajo la mirada y me doy cuenta que mis zapatos están manchados de sangre.
¿Cómo no me fijé? Es lo que me pregunto.
-¡Eh! No es sangre. -Su cara de susto no cambia así que añado: -Es pintura, ayer estaba visitando a un cliente en una fábrica de pinturas y uno de los empleados dejó caer un frasco de pintura justo a mi lado.
-Por un momento pensé que era sangre. -Sonríe, aliviada por lo que le dije.
-¿Sangre? -Dejo escapar una carcajada -¿Crees que vine de asesinar a alguien? -Vuelvo a soltar una carcajada.
-No precisamente que fuese usted la asesina, es sólo... Bueno ya no importa. -Sonríe -Iré a hacer el desayuno.
La veo entrar en la cocina y corro hasta mi habitación. Me quito los zapatos y los meto en una bolsa negra, la ato muy bien y la escondo debajo de mi cama. Debo regresar a la casa del abuelo y quemar esos zapatos cuanto antes.
Me ducho y luego de vestirme camino hasta la cocina para desayunar. Moría de hambre, así que no me toma mucho tiempo acabar mi desayuno.
-¿Va a salir hoy? -Pregunta Sisly sosteniendo una escoba en su mano derecha.
-Sí, eso creo. -Me coloco de pie y doy unos pasos hasta llegar al lavaplatos.
-No se preocupe, deje eso allí, yo me encargo de lavarlos. -Dice haciendo un gesto con su mano.
-Lo voy a lavar, al menos quiero hacer algo en esta casa. -Le contesto sonriendo -¿Cómo sigue tu bebé?
Sus ojos se iluminan y una sonrisa se dibuja en su cara. Entonces dice:
-¡Está de maravilla! -Hace una pausa -Gracias por preguntar.
-No hay de qué, me preocupaba la salud de tu bebé y quería saber cómo se encontraba. -Acomodo el plato y el vaso en el estante -Bueno, ya debo irme.
-¡Que tenga un buen día! -Exclama alegremente.
-Gracias, tú también. -Le brindo una sonrisa y salgo de la cocina.
Antes de salir de la casa regreso a la habitación y busco la bolsa negra que contiene los zapatos.
Salgo rápidamente de la casa y antes de subir a mi auto noto que sobre el parabrisas se encuentra una hoja, la tomo y procedo a leerla:
"Deseo inmensamente que aceptes salir conmigo esta noche.
Te esperaré en la entrada del lago Paradise.
No faltes"
Bod.Debí suponer que era él.
Subo a mi auto y me dirijo hasta la casa del abuelo.
Al llegar a la casa noto que las luces de la sala principal están encendidas. Yo nunca dejo las luces encendidas, hay alguien dentro de la casa y no sé quien pueda ser.
Estaciono mi auto y no lo apago, bajo de él dejando la puerta abierta, doy unos pasos hasta la puerta principal y la abro con mucho cuidado; escucho un ruido en la cocina y me dirijo lentamente hacia allá. Cuando ya estoy frente de la puerta de la cocina, esta se abre de repente y doy un salto hacia atrás.
-Tranquila Samantha, soy yo. -Dice la señora Pina en tono tenue.
-No sabe el susto que me ha dado. -Le contesto con las manos puestas sobre mi pecho -¿Qué hace aquí? -Pregunto amablemente.
-Vine a buscar unas cosas que se me habían quedado. -Noto que actúa un poco extraño.
-¿Desde cuando está aquí?
-Llegué hace una hora, aproximadamente. Disculpe que no le haya avisado, no tengo un teléfono para comunicarme con usted. -Sus manos tiemblan un poco y sé que le pasa algo.
-¿Hay algo más que deba saber? -Le pregunto dando un paso hacia adelante.
-No...Samantha. -Vacila un poco -Nada más. Ya debo irme. -Dice de forma nerviosa.
-¿Y sus cosas? ¿Las que vino a buscar? -Observo y ella se detiene antes de salir de la casa.
-¡Ah! -Exclama -Lo olvidaba.
La veo dirigirse al primer piso. Camino rápidamente hasta la puerta y la cierro con seguro, tomo una gasa y la mojo con cloroformo. La señora pina baja las escaleras casi corriendo, me observa y dice:
-Fue un placer verte Samantha. -Me brinda una sonrisa que parece más una mueca de dolor.
Camina en dirección a la puerta y yo camino sigilosamente detrás de ella. Cuando intenta girar la manilla de la puerta se da cuenta de que la puerta está cerrada, se voltea rápidamente pero ya yo la tengo abrazada y con la gasa colocada en su rostro.
-Lo siento Pina, pero no te puedo dejar ir. -Le susurro mientras ella va perdiendo el conocimiento.
Dejo caer su cuerpo al suelo y luego la tomo por los pies y la arrastro hasta la cueva. Coloco un plástico en el suelo y pongo el cuerpo de la señora Pina sobre él.
Sin perder mucho tiempo tomo un cuchillo y lo entierro en su pecho sin pensar tanto, justo sobre su corazón.
Mis lágrimas comienzan a salir, no estaba en mis planes matar a una persona inocente y mucho menos a esta pobre señora, pero no puedo permitir que arruine mis planes. Ella sabía algo, no era preciso que lo dijera.
La señora Pina ha trabajado muchos años en esta casa y es casi imposible que no sepa sobre la cueva.
Las manos me tiemblan; enrollo el cuerpo en el plástico y lo arrastro hasta el patio de la casa. Regreso a mi auto por los zapatos, luego busco el frasco de gasolina y el encendedor en el garaje.
Dejo caer los zapatos sobre el cuerpo envuelto en el plástico, le rocío gasolina y acerco el encendedor a una parte del plástico el cual agarra fuego de forma instantánea.
Veo como el fuego desaparece poco a poco el cuerpo y comienzo a llorar desconsoladamente. No me voy a perdonar ésto, jamás...
Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer!
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La Venganza de Samantha ✅🔞
Mystery / ThrillerRegresó para vengarse de los 5 hombres que abusaron de ella, pero el amor amenaza con cambiar sus planes. Samantha, una mujer que juró vengarse de los cinco hombres que abusaron de ella cuando apenas tenía 16 años. Durante una década se preparó para...