La Venganza de Samantha ✅🔞

7 +Preparación+

Me despierto con el aroma de un rico desayuno, doy unos pasos hasta llegar al baño y me cepillo los dientes. Camino hasta la cocina y encuentro a Sisly allí.

-¡Buenos días señorita Wanda! -Dice en tono alegre.

-¡Buenos días! -Le contesto tomando asiento en una silla.

Me sirve el desayuno, unas tortillas con queso, jamón y un vaso de jugo de naranja.

-Espero le guste. -Dice antes de marcharse hacia la sala.

-Se ve delicioso. -Le doy una mordida a mis tortillas. Están muy ricas, me hacen recordar a las que preparaba mi madre. Como la extraño.

Luego del desayuno me doy una ducha y me alisto para ir de compras, debo hacer la preparación del lugar que utilizaré para la parte más importante de mi venganza, la cueva. Tomo el auto y conduzco hasta llegar a una ferretería que está en el centro de la ciudad.

-Buenos días -Dice el vendedor -¿en qué la puedo ayudar?

-Buenos días, voy a necesitar muchas cosas de su tienda. -Hago una pausa mientras saco una lista de mi cartera. -Necesito una pala, una tijera para podar las plantas, una sierra eléctrica, un taladro, una soga muy gruesa, cinta adhesiva y un encendedor. Por favor.

-Cualquiera pensaría que va a asesinar a alguien, señorita. -Me quedo paralizada viendo al vendedor. Él suelta una carcajada y me doy cuenta de que no lo dice enserio. Y también me río.

El vendedor busca todo lo que pedí y me dirijo a pagar.

-¡Hola! -Giro mi cabeza para ver quién me ha saludado. -Soy Bod. -Sonríe.

-Hola. -Le respondo y giro mi cabeza para seguir con lo que estaba haciendo.

Le pago al vendedor y cuando intento comenzar a cargar las cosas que compre Bod se entromete y dice:

-Déjame ayudarte. No quiero que te lastimes.

-No, gracias. Estoy bien. -Le respondo secamente.

-Vamos, no seas odiosa, déjame ayudarte. -Antes de que le conteste ya a cargado varias cosas.

-Bueno, está bien. -Tomo algunas cosas que quedaron y hago que me siga hasta el auto que está estacionado frente de la ferretería. -Aquí es. -Oprimo un botón del control que está en mi llavero para hacer que el maletero del auto se abra.

Bod coloca todas las cosas en el maletero y luego lo cierra.

-Recuerda que me debes una salida. -Sonríe. -¿Qué tal unos helados en la tarde?

-No puedo. Hoy estaré muy ocupada.

-Bueno, -Dice frunciendo el ceño. -¿y qué tal mañana?

-Mañana tampoco podré. -Le respondo curvando mis labios.

-Entonces pasado mañana. Pero no me vengas a decir que no puedes. -Levanta una ceja. -Entonces, dame tu dirección para pasarte buscando.

-Mejor dime en dónde nos vamos a encontrar.

-Está bien. -Hace una pausa y se coloca pensativo. -¿Qué tal en la heladería que está en la planta baja del centro comercial donde nos vimos por primera vez?

-Allí estaré a las 16:00 horas. -Abro la puerta del auto. -Hasta luego, ya debo irme.

-Hasta luego. -Sonríe.

Enciendo el auto y comienzo a conducir hacia la casa del abuelo. Llego a la casa y enseguida bajo todo lo que está en el maletero, que no solo es lo que compré, sino otras cosas que ya tenía guardadas en casa. Llevo todo hasta la cueva que está detrás de la biblioteca. Comienzo pasando la soga sobre la viga que está justo en el medio del techo con ayuda de una escalera que encontré en la cochera, una de las puntas la ato en un gancho que se encuentra en la pared y a la otra punta le hago un nudo como el que se hace para ahorcarse. Limpio una vieja mesa que está en la cueva y coloco dos grandes cuchillos muy afilados, el taladro, la tijera para podar plantas, la sierra, un bisturí que compré anteriormente en una farmacia, la cinta adhesiva y unas gasas. En el piso extiendo un plástico para que la sangre no vaya a manchar el piso. Antes de salir de la casa guardo un frasco de cloroformo y otras gasas en una pequeña mesita que está en un costado de la sala. Llevo la pala, el encendedor y un frasco grande de gasolina a la cochera. Salgo de la casa dejando todo preparado para mañana.

Llego a mi casa cuando son casi las 15:00 horas. Sisly me sirve el almuerzo. Mi teléfono suena y me levanto a contestar.

-¿Hola?

-Sobrina, ¿cómo estás? -Es mi tío Diego.

-Muy bien, tío. ¿Y usted?

-Pues, bien. Me quedé esperando que avisaras cuando llegaras a su casa. -Dice un poco entristecido.

-¡Oh, lo siento mucho tío! Se me olvidó por completo.

-No te preocupes. ¿Está todo bien por allá?

-Sí, todo bien. Ya estoy haciendo los trámites para vender la casa que heredé del abuelo. -Le respondo.

-Me alegro, espero verla pronto por aquí otra vez. -Hace una pausa. -Bueno, que tenga un buen día sobrina; hablamos luego.

-Gracias. Que tenga un buen día usted también. -Cuelgo el teléfono.

Termino de almorzar y me voy a mi habitación a meditar, tengo que prepararme mentalmente para mañana, lo que voy a hacer no es nada fácil. Voy a cumplir lo que por mucho tiempo he estado planeando.

DISCULPEN SI HAY FALTAS ORTOGRÁFICAS.

¡GRACIAS POR LEER!