47: Como oveja al matadero

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Me da mucha rabia con Bod y a la vez me siento agradecida debido a que gracias a él no me mataron. Pero por su cobardía mi vida quedó marcada para toda la vida, él pudo haber hecho más por mí, si realmente yo le gustaba...

-¿Por qué te quedas callada? -Pregunta Bod interrumpiendo mis pensamientos.

-Es sólo que creo que pudiste hacer más por esa chica. -Mi voz se oye quebrantada.

-Lo sé, y... Es horrible vivir con ese remordimiento.

-¿Eso era todo lo que me tenías que contar?

-No, aún falta...-Agacha la cabeza. -Yo esperaba que la chica colocara la denuncia y en realidad no me importaba ir a la cárcel por ser cómplice. Esperé una semana y nada pasó, ella ni siquiera fue al colegio; me sentí mal por todo aquello así que busqué a mi hermano en la habitación del primer piso, le dije que debía ir a confesar lo que hicieron, él salió de la habitación y yo lo detuve antes de bajar las escaleras. Comenzamos a discutir y yo le dije que no asesiné a la chica y que iría a confesar, él se molestó mucho y empezó a gritarme... -Su voz se escucha afectada. -Le dije que ya no me importaba ir a la cárcel y que en ese momento iba a ir a la estación de policías. Borja me sostuvo y comenzamos a forcejear, en un momento yo lo empujé, él tropezó y calló por las escaleras... Me quedé paralizado por unos minutos y luego reaccioné, bajé rápidamente las escaleras y vi su cuerpo tendido en el piso, no se movía así que me asusté mucho al pensar que estaba muerto. Llamé una ambulancia... -Toma aire y lágrimas salen de sus ojos. -En el hospital me dijeron que mi hermano no podría moverse nunca más, al oír eso me sentí tan culpable de que por mi culpa mi hermano menor estaría tendido en una cama por el resto de su vida... Después de eso no tuve el valor de confesar todo a los policías, al fin y al cabo creo que mi hermano recibió su castigo por lo que hizo...

-No Bod. -Replico interrumpiéndolo. -Tu hermano aún no a recibido su castigo. -Digo lo último con mucho odio.

Bod me observa un poco confundido y pregunta:

-¿Por qué dices eso?

-Debo irme, tengo asuntos importantes que resolver.

-¡Espera! ¡No te vayas! -Exclama detrás de mí. -Aún tengo algo importante que decirte.

-Lo siento Bod, será después...

Camino rápidamente con dirección a mi auto. Bod me dice que espere, que no me vaya así. Me subo a mi auto y sin pensarlo emprendo mi marcha a toda velocidad. Conduzco hasta el lugar donde vive Borja. Me quedo estacionada en el frente hasta que ya son las 08:00 horas cuando veo salir a la enfermera que cuida a Borja, bajo de mi auto y camino hasta el apartamento, forzando la puerta logro entrar; doy ligeros pasos hasta el pasillo donde me encuentro con tres puertas, con mucho cuidado abro la puerta que se encuentra en la pared de mi derecha, encuentro una habitación que al parecer es la que ocupa la enfermera, aprovecho bien esta oportunidad y entro en la habitación, reviso el guarda ropas y encuentro varios trajes de enfermera, tomo uno y me lo coloco. Ato mi cabello con una cola y salgo de la habitación. 

Con mucho cuidado abro la puerta que está justo enfrente de mí; abro la puerta despacio y encuentro a un hombre acostado en una cama durmiendo, digo que está durmiendo porque tiene los ojos cerrados, porque sé que no se puede mover. Me quedo de pie al lado de la cama observándolo con gran detenimiento y de repente Borja abre sus ojos y me mira sorprendido. Sus ojos son exactamente del mismo color que los de Bod, hasta su cara se asemeja un poco a la de Bod, pero son completamente distintos. 

Después de unos segundos Borja dice:

-¿Quién eres tú?

-Soy una enfermera que contrató tu hermano, el señor Bod para llevarte a una función de teatro.

-¿Por qué él no me avisó nada?

-Quizás es porque está muy ocupado con su negocio. -Digo fingiendo amabilidad.

-Toma el teléfono y llámalo. Quiero escuchar lo que dice.

-¿No crees que me haya mandado el señor Bod?

-No sé, es sólo para aclarar mis dudas.

-Él me dijo que quería que usted conociera a su novia hoy, a la señorita Wanda.

-¡Que raro! Pensé que sería pasado mañana...

-Sí...-Digo interrumpiéndolo. -Pero creo que es porque la señorita Wanda saldrá del país por unos días.

-Para ser una simple enfermera sabes mucho sobre mi hermano y su novia. -Dice con ironía.

-Es que los conozco a los dos desde hace unas semanas.

-¡Ah! ¿Y por qué no vino Tania, mi enfermera.

-No lo sé, debería preguntarle a su hermano cuando lleguemos.

-Sabes que debes colocarme en la silla de ruedas porque yo no puedo moverme del cuello para abajo ¿Verdad?

-Sí, su hermano ya me informó al respecto. Y tranquilo, yo tengo la suficiente fuerza para cargarlo hasta la silla de ruedas. -Sonrío.

-Igual estoy flaco. -Sonríe. 

Coloco la silla de ruedas justo al lado de la cama. Aplicando mucha fuerza cargo el cuerpo de Borja y lo coloco en la silla de ruedas, lo acomodo muy bien y tomo la silla de ruedas por las asas. Empujo la silla hasta salir del lugar. Como puedo lo subo al asiento del copiloto y abrocho el cinturón de seguridad para que no se caiga. Me fijo que nadie nos vea debido a que no quiero ser sospechosa de un crimen que está por cometerse. Comienzo a conducir y me siento tan bien de llevar a Borja como oveja al matadero. Una leve sonrisa maliciosa de dibuja en mi rostro, no la puedo evitar.

Ahora pensando un poco, no sé que hacerle a éste para que sufra; no siente nada del cuello para abajo y me deja solo su cabeza y su cuello... Esto es un poco desmotivador. 



DISCULPEN SI HAY FALTAS ORTOGRÁFICAS.

¡GRACIAS POR LEER!

  





La Venganza de Samantha ✅🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora