45: ¿Qué debo hacer?

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Cuelgo el teléfono y siento que me derrumbo completamente; no puedo creer que la vida sea así de injusta conmigo, se supone que Bod era el hombre con el que tal vez lograría ser feliz o tener una vida normal; si hubiese sabido esto antes no tendría tanto dolor en mi corazón en este momento, justo cuando ya lo empecé a amar, tanto que no sé si tenga el valor de matarlo.

Tomo las llaves de mi auto y salgo de mi casa corriendo. Me subo al auto y comienzo a conducir;  en el camino no puedo parar de llorar, no sé si pueda resistir este dolor que me quema por dentro. Llego a la casa donde vivía Bod, es justo la dirección que sale en el archivo; recuerdo cuando me trajo aquí y me enseñó su bello jardín lleno de hermosas rosas, aún es increíble que sea él uno de mis violadores. Bajo del auto y camino alrededor de la casa hasta llegar a la puerta trasera, intento abrir la puerta pero tiene seguro, así que me veo en la necesidad de forzar una ventana que está del lado derecho de la puerta.

 Después de varios esfuerzos logro abrirla. Con mucho cuidado entro a la casa por la ventana. La casa está completamente abandonada, no hay ningún mueble y todo está lleno de polvo; camino por un pasillo y abro todas las puertas una por una, lo único que consigo son habitaciones vacías; camino hacia el otro lado del pasillo y me encuentro con una puerta un poco más angosta que las otras, es la puerta de lo que parece ser un sótano. Tomo con cuidado la manilla, con miedo de lo que pueda encontrar del otro lado, giro la manilla y abro la puerta poco a poco; cuando está totalmente abierta doy unos pasos y comienzo a bajar un par de escalones, encuentro el interruptor que enciende una lámpara y al ver a mi alrededor caigo de rodillas, recuerdos llegan a mi mente, recuerdos de aquella noche tan horrible. Es la habitación donde abusaron de mí, observo la cama y todo a su alrededor permanece intacto, hay cajas y otras cosas que no me interesan.  No puedo creer que precisamente sea la casa donde vivía Bod o mejor dicho...Borja.

 ¿Quizás era esto lo que me quería decir? ¿Era eso lo que lo atormentaba? Debo aclarar mis dudas, debo saber por qué me hizo esto y si de verdad se arrepintió. Marco nuevamente el número de teléfono de Bod, él contesta enseguida.

-¿Mi amor qué pasó? ¿Por qué cortaste la llamada? -No digo nada, estoy intentando tranquilizarme para poder contestar. -¿Te pasa algo?

Por fin logro decir:

-No...No me pasa nada. ¿Nos podemos ver en la tarde?

-Sí, pero... ¿Te pasa algo? Tu voz se escucha como que si estuvieras llorando. -Pregunta en forma apacible. 

-No...Es sólo que me duele un poco la garganta.

-Bueno, es mejor que tomes algo para eso. -Se escucha preocupado. -¿Me dices el motivo por el cual nos veremos hoy? ¿O es una sorpresa? -Ríe un poco.

-¿Recuerdas que me dijiste que tenías algo muy importante que decirme la noche antes del día en que me presentarás a tu hermano?

-Sí, y si mal no recuerdo esa noche es mañana. -Su voz ahora es seria.

-¿Podríamos cambiar los planes? es decir  ¿podrías contarme todo lo que me quieres decir hoy?

-Bueno amor, si quieres eso, entonces así será.

-Gracias. -Digo lentamente. -Nos vemos a las 17:00 horas en la pradera.

-Está bien, allá nos vemos. Te amo. -Dice suavemente.

-Yo también. -Respondo forzando mi voz.

Cierro la llamada y salgo de la casa, justo por el mismo lugar por donde entré. Me aseguro de cerrar bien la ventana, no quiero que Bod note que alguien entró a su antigua casa. 

Subo a mi auto y conduzco hasta mi casa, no tengo ánimos de nada, sólo quiero encerrarme en mi cuarto y llorar hasta que ya no me queden lágrimas. En medio del camino tomo mi teléfono y marco el número de Sisly, después de unos breves segundos ella contesta.

-¿Hola?

-Sisly...-Digo con voz quebrantada. -No te voy a poder buscar; sucedió algo terrible. Toma un taxi y yo te lo pago aquí.

-¿Qué tiene? ¿Quiere que vaya enseguida? -Pregunta rápidamente.

-No, no...Tómate tu tiempo para tus asuntos. 

-Bueno, más tarde hablamos. ¿Le parece?

-Sí, cuando llegues me buscas en mi habitación.

-Está bien, señorita. Apenas termine aquí me voy.

Cierro la llamada y coloco el teléfono nuevamente en mi cartera. 

Al llegar a mi casa me dirijo hasta mi habitación y me encierro en ella. Busco la hoja donde tengo anotados los nombres de los violadores y me siento al borde de mi cama. Comienzo a llorar al ver el nombre con un círculo alrededor. No sé que hacer, no sé si debo seguir con mi venganza y asesinar a una persona que amo por lo que me hizo o perdonarlo y seguir con mi vida como si nada ha pasado. Tanto pensar me produjo dolor de cabeza; siento que mi cabeza y mi corazón van a estallar. ¿Por qué? ¿Por qué me ha pasado todo esto a mí? Es lo que me repito una y otra vez. Después de tanto llorar me quedo dormida.

.................

-¡Señorita! -Exclama Sisly dando suaves golpes en la puerta.

Me pongo de pie y camino hasta la puerta la abro y veo a Sisly observándome sorprendida. 

-Se nota que ha estado llorando mucho. -Su voz es suave.

Sin decir una palabra la abrazo y comienzo a llorar. Ella me rodea con sus brazos y no pregunta nada  y eso me agrada mucho porque lo menos que quiero es hablar.



DISCULPEN SI HAY FALTAS ORTOGRÁFICAS.

¡GRACIAS POR LEER!



La Venganza de Samantha ✅🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora