23: Desgracia

3.5K 282 22
                                    

En la tarde llego a mi casa y encuentro a Sisly sentada en la cocina viendo el televisor. La cartera y ropa para su bebé las guardé en unas bolsas de regalo. Me paro al lado de Sisly.

-¡Hola! -Exclamo alegremente- Mira lo que te traje. -Le ofrezco los regalos.

-¡Oh! -Se coloca de pie y me da un fuerte abrazo- Muchas gracias. No tenía que molestarse. -Dice entre sollozos.

-Te lo mereces Sisly, haces un buen trabajo en mi casa. -Mi voz es tenue.

Se separa de mí y toma las bolsas, observa la cartera y la ropa para su bebé, me mira sonriendo y llorando a la misma vez.

-Gracias, de verdad. Están hermosos estos regalos. -Sonríe y siento que algo de mí se siente bien... feliz.

-¿Qué estás viendo? -Le pregunto mientras observo el televisor.

-Estaba viendo las noticias y, ¡no va a creer lo que pasaron hoy!

-¿Qué pasaron? -Pregunto un poco intrigada.

-Hay un hombre desaparecido. -Hace una pequeña pausa- Y se presume que fue secuestrado. Su nombre es...-Se coloca una mano en el mentón, como pensando. Hace un chasquido con sus dedos y agrega: -Tyler, no recuerdo su apellido.

-No lo puedo creer... -Exclamo.

-¿Qué pasa? ¿Lo conoce? -Me observa levantando una ceja.

-No, no lo conozco. Es sólo que es raro que secuestren a alguien por aquí, lo digo porque antes de mudarme me dijeron que era una ciudad muy segura.

-Sí, la verdad es muy extraño. Hay que tener mucho cuidado, ojalá y atrapen pronto al secuestrador y rescaten a ese pobre hombre...

-Si es que aun sigue vivo. -Añado- Lo digo porque quién sabe si está vivo o muerto, cualquier cosa se puede esperar en ocasiones como esta.

-Bueno, eso es cierto. -Comenta Sisly afirmando con su cabeza.

Me levanto del sofá y camino hasta mi habitación, necesito pensar un poco. Me acuesto en mi cama y observo pensativa el techo. No puedo creer que ya tendré a la policía investigando, debo ser más cuidadosa ahora; sería una total desgracia que me atrapen antes de matar a los desgraciados que me faltan. Debo deshacerme de los autos que escondí en casa del abuelo y ahora tendré que llevar un arma conmigo por si se complican las cosas. Me pongo de pie y me quito la ropa, entro en la ducha y me quedo allí por mucho tiempo. Al salir de la ducha me coloco una pijama y camino hasta la cocina. 

Sisly comenzó a preparar la cena, pero enseguida noto que está llorando y al verme se limpia rápidamente y finge una sonrisa.

-¿Por qué estás llorando? -Me acerco hacia ella.

-Oh... no estoy llorando... es la cebolla que corté hace un momento.

-No me mientas Sisly, te pasa algo. -Mi tono de voz es suave.

-No le estoy mintiendo, le digo la verdad. -Me brinda una sonrisa.

-Bueno. -Digo dejando escapar un suspiro- Estaré aquí para lo que necesites.

-Gracias señorita.

Me siento a esperar la cena la cual está lista en unos minutos. 

Después de cenar Sisly se despide y se va, la noté un poco triste y nerviosa pero no le quise volver a preguntar qué le pasaba. Me acuesto en mi cama y me quedo dormida.

......

Despierto y observo el reloj, son las 10:00 horas. Es increíble que haya dormido tanto. Desperté por el rugir de mi estómago. Cepillo mis dientes y me dirijo a la cocina a desayunar, no encuentro a Sisly por ningún lado y es algo sumamente extraño. Me sirvo una taza de leche y cereal, me siento a desayunar. El teléfono suena y contesto.

-Buenos días. -Digo, amablemente. -¿Quién habla?

-Señorita Wanda, ¿es usted? -Dice la voz de una mujer, a juzgar por su tono presumo que tenga más de 40 años de edad.

-Sí, soy yo. ¿Quién habla? -Contesto un poco confundida.

-Soy la madre de Sisly. -Responde entre sollozos- Ella está hospitalizada por eso no fue a trabajar hoy.

-¡Qué? ¿Qué le pasó? -Pregunto alterada- ¿En qué hospital está?

-Le diré aquí lo que pasó. Anote la dirección.

Copio la dirección en una hojita y corro a mi habitación a cambiarme de ropa. Me pregunto que le pudo haber pasado a Sisly, ojalá que no sea nada grave, pero su mamá se escuchaba muy triste. Subo a mi auto y conduzco hasta el hospital, un gran edificio de color blanco, su madre me dijo que me iba a esperar en la entrada. En la entrada veo una señora no muy alta, cabello canoso un poco semejante a Sisly.

-Usted debe ser la señorita Wanda. -Comenta un poco aliviada.

-Sí. Y usted debe ser la madre de Sisly. -Ella afirma con su cabeza.

La acompaño al cafetín y nos sentamos cerca de la entrada.

-Ahora dígame, ¿qué le pasó a Sisly? ¿Cómo está?

La señora me observa y lágrimas comienzan a salir de sus ojos.

-Anoche...después de salir de su casa, justo antes de llegar a nuestra casa...su ex se le apareció y comenzó a discutir con ella. -Toma un poco de aire- El hombre es un psicópata, desde que terminaron su relación él la ha estado acosando y también la ha amenazaba con quitarle a su hija. -Intenta aclarar su garganta- La golpeó y le dio dos puñaladas, una en el hombro y la otra en el pecho, cerca del corazón.

-¿Qué? ¡no puede ser! ¿Cómo está ella? -Le pregunto alterada.

-Está grave. Los médicos están haciendo lo posible por salvarla, pero no saben si vaya a sobrevivir. -La señora intenta contener el llanto.

-Esperemos que todo salga bien y que se mejore. -Le toco el hombro, como señal de apoyo.

-Gracias, señorita Wanda. -Responde conmovida.

Nos quedamos en el hospital. Como a las 14:00 horas el médico nos dice que Sisly está fuera de peligro, que mañana la podremos ver cuando despierte. Sólo espero conocer el nombre del hombre que le hizo esto a Sisly, dos balas van a perforar su cabeza, lo juro.

Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer!

La Venganza de Samantha ✅🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora