30: Decisión

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Estoy realmente sorprendida al ver a Bod justo en este lugar, a veces creo que me sigue a donde voy.

-Hola. -Le respondo -¿Qué haces aquí?

-No me mires así, yo también estoy sorprendido de verte en este lugar. Sé que ahora te pertenece, pero pensé que no vendrías.

-Vine porque me pareció un buen lugar para pensar.

Se sienta a mi lado.

-Yo siempre vengo para hacer eso. Y cuéntame, ¿en qué piensas?

Me quedo en silencio por un momento, mirando hacia lo lejos.

-Es que necesito tomar una decisión de mi empresa, pero no sé cual tomar.

-Tal vez te pueda ayudar.

-La cosa es que tengo planes que debo cumplir, pero ahora mi plan implica destruir a la competencia y la competencia es una buena amiga. Tal vez debería contarle mis planes para ver si ella me entiende y no tener que destruir su empresa.

-¡Wao, qué fuerte es eso! -Exclama-  Yo creo que deberías hacer lo que indica tu corazón. -Lo observo con incredulidad -Es decir, lo que a ti realmente te haga feliz.

-Yo quiero contarle mis planes, pero no sé si ella me entienda. -Me encojo de hombros.

-Si de verdad es tu amiga te va a entender y...tal vez te ayude.

-Quizás, pero si no le gustan mis planes y decide contraatacar y termina destruyéndome a mí y a mi empresa.

-Bueno, en ese caso deberás intentarlo, jamás sabrás lo que pasará si no lo intentas. Creo que debes contarle, si ella contraataca le habrás mostrado que no eres igual que ella.

-Pero me quedaría sin empresa, por lo que he luchado 10 años de mi vida.

-¡Oh! -Me mira asombrado -¿Creaste tu empresa desde que eras muy joven?

-Eh... -Vacilo un poco -sí, con ayuda de mi tío creé una mini empresa.

-¿De qué es tu empresa? Creo que no te había preguntado eso.

No sé que responder, y no puedo durar tanto tiempo pensando porque va a dudar.

-Es una empresa que distribuye cosméticos.

-¡Genial! -Sonríe -Es una buena elección la que tomaste.

-Bueno, sí... pero ahora está  entre ser la mejor o en dado caso, llegar al quiebre.

-Espero que tu amiga de la competencia te pueda ayudar, hasta creo que trabajarían mejor si se unen.

-¿De verdad crees eso? -Lo miro con intriga.

-Sí, se pueden ayudar mutuamente y no destruirse la una a la otra.

-¡Gracias! -Me abalanzo hacia Bod y le doy un fuerte abrazo.

-No tienes motivos para agradecer. Es un placer hablar contigo.

Lo suelto y noto que sus ojos brillan y me avergüenzo del abrazo que le di.

-Debo irme, pero antes quiero saber.... -Se queda pensando por un momento y dice en voz tímida: -¿quieres salir conmigo mañana por la noche?

-Sí, mañana saldré contigo.

Bod sonríe y es agradable verlo de esa manera. Voy a darme una pequeña oportunidad de ver como resultan las cosas con él, pero no voy a dejar mi venganza.

-Te voy a pasar buscando a las 19:00 horas. Te llevaré a un restaurante.

-Está bien, mañana nos vemos. -Le brindo una sonrisa.

Bod se pone de pié y se despide de mí con amabilidad. Lo veo alejarse en dirección a su auto, mientras me quedo sentada al borde del estanque meditando un poco. 

Luego de casi 30 minutos sé lo que haré y creo que es la mejor decisión aunque esté aterrada de lo que va a pasar. Me dirijo a mi auto, subo en él y conduzco hasta mi casa. Al llegar me preparo algo de comer y después me acuesto en el sofá de la sala a descansar, en cuestión de minutos me quedo dormida.

Veo a lo lejos a mi madre y a mi padre, me saludan pero no se acercan al lugar donde me encuentro. De repente tocan a la puerta y al abrirla unos policías me toman bruscamente y me colocan unas esposas en mis manos, intento hablar pero de mi boca no sale ninguna palabra. Estoy en lo que parece ser la cárcel, está oscuro aquí y tengo miedo. Veo aparecer a cada uno de los chicos que abusaron de mí, me señalan y se burlan, me intento poner de pié pero estoy atada a una cama y noto que estoy en el sótano, aquel en el que arruinaron mi vida, cada uno de los chicos trae con ellos instrumentos de tortura y hay un chico sin rostro que se acerca con un cuchillo y lo entierra en mi pecho.

Despierto gritando de aquella pesadilla, estoy sudando y temblando. Hace mucho tiempo no me pasaba esto, tal vez sea porque estoy asustada; si Sisly no me entiende y me delata estaré perdida. Pero haré lo que dice Bod, escucharé a mi corazón, no me perdonaría matar a Sisly, no, tampoco creo tener el coraje de hacerlo. Camino a la cocina y me sirvo un vaso de agua, observo el reloj y me doy cuenta que ya son las 19:00 horas. Tomo el teléfono y marco al de Zad.

-¿Hola? -Dice después de unos segundos.

-Hola, soy Wanda. -Uso un tono de voz tenue -Disculpa por molestarte a esta hora.

-Es un placer escuchar tu voz, no me molesta para nada.

-Me preguntaba... -Quedo en silencio por un par de segundos -que si... ¿quieres salir a cenar conmigo esta noche.

-¡Claro! -Exclama con voz alegre.

-Entonces nos vemos en el restaurante Simba en una hora. ¿Te parece bien?

-Excelente señorita, nos vemos en una hora.

-Bueno, hasta luego. -Digo en tono suave.

-Hasta luego, hermosa señorita.

Cuelgo el teléfono y me dirijo al baño a darme una ducha. Al salir del baño, me coloco un vestido blanco elegante pero sencillo, me maquillo y llevo mi cabello hacia el lado izquierdo de mi cuello. Completo mi vestimenta con unos finos accesorios dorados. Conduzco el auto hasta el restaurante Simba, que queda a unas cuadras de la plaza central de la ciudad. Bajo de mi auto y en la entrada me espera Zad vestido elegantemente.

Disculpen si hay faltas ortográficas.
¡Gracias por leer!

La Venganza de Samantha ✅🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora