RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"

CAPÍTULO 9

El heredero del Cosmos
VS
El heredero del Sharingan

La humanidad finalmente conoció a su digno representante, uno de los miembros más poderosos del actual extinto clan Uchiha, Itachi, un jóven de nomás de 20 años. Itachi observaba como los dioses lo veían a él con superioridad, creyéndose ser los seres más perfectos que hayan existido, menospreciando y tratando como insignificantes a los representantes de la humanidad, al parecer, la pelea del emperador contra el dios de los mares no les dejó ninguna valiosa lección.

Los dioses creyeron que alguien como Itachi no podría hacerle nada a la siguiente entidad divina, después de todo, ¿Si el hombre más fuerte del mundo con la capacidad de crear terremotos no pudo hacerle nada al dios de los mares, qué podría hacer un muchacho como Itachi?.

Qué equivocados estaban, la verdadera pregunta era ¿Qué no le hará al pobre tipo que le tocó ser su contrincante? Itachi esperaba pacientemente en la arena.

—Y ahora, representando a los dioses, el más grande y poderoso dios hindú —dijo Heimdall—, ¡No hay nadie más grande que él!, No existe alguien más increíble que él! Todos tiemblan ante su presencia, ¡TODOS CLAMAN SU NOMBRE!

Heimdall estuvo a punta de pronunciar el nombre del dios hindú más poderoso, pero, de un momento a otro, una especie de círculo de color rojo con pequeños símbolos en los costados apareció cerca de su oído izquierdo.

—¿Eh?, ¿Lord Shiva no va a pelear?, ¿Entonces..? —preguntó Heimdall, pero cuando recibió la respuesta, casi se caga en los pantalones, y con su voz temblorosa mencionó que había entendido el mensaje.

En las gradas, donde nuestras queridas Valkirias, tanto Göll como Brunhilde observaron que Heimdall paró la presentación de Shiva.

—¿Qué sucedió, hermana? —preguntó Göll.

Brunhilde tampoco entendió que fué lo que había pasado. Heimdall por su parte, les mencionó a todo el público presente que hubo un "ligero" cambio de planes, que Lord Shiva no iba a pelear en esta ronda.

Göll vociferó un "¡¿Qué?!" Sí supuestamente cuando se seleccionaba al representante, no se podía hacer cambios repentinos, pero esa era la voluntad de los dioses. Todo se volvió oscuro de repente, el increíble cielo despejado que había hace tan solo unos segundos, desapareció dejando todo sumergido en la oscuridad.

Heimdall señaló nuevamente con su dedo la puerta donde los dioses hacían su ingreso a la arena. De repente, el sonido de una hermosa melodía de piano comenzó a sonar por toda la arena.

—¿Ese sonido es..? —preguntó un humano entre la audiencia.

—No hay duda, es el sonido de un violín —respondió otro individuo.

—¿Pero quién lo está tocando?

De pronto, el sonido de pisadas con suma elegancia comenzó a escucharse, en la arena, había ingresado alguien particular.

—¡¿Ese es el señor Hermes?! —preguntó Göll—, ¿Qué hace aquí?, Su nombre no constaba en la lista de los dioses.

En ese momento, Brunhilde sintió un sudo frío recorrer su espalda, porque penso ¿Quién sería capaz de hacer una entrada tan extraña y exagerada?