CAPÍTULO 47

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La interrupción de Miguel fué algo realmente inesperado, después de todo nadie en todo Ragnarok se imaginaba que el arcángel más poderoso detendría momentáneamente la séptima ronda. Luego de haberle dicho a Brunhilde que quería hablar con ella luego de que la ronda finalice, se retiró por completo del lugar.

Zoro aprovechó que Anubis se había distraído y de manera rápida tomó de nuevo sus espadas. Anubis observó a Zoro y le sonrió con malicia, ahora sí lo iba a terminar de una vez por todas.

—No importa lo que hagas, este combate se terminó humano ¡JUICIO PERFE..! —intentó de nuevo hacer su ataque, pero su rival se lo impidió.

Zoro usó sus tres espadas para realizar un poderoso ataque a distancia, lo suficientemente rápido como para evitar que Anubis de nuevo lo atrape con su técnica.

—¡Santouryuu: Hyakuhachi Pondo Hou! (estilo tres espadas: cañón de 108 libras) —Zoro realizó su ataque a distancia el cual se dirigió a Anubis, con una velocidad impresionante.

Anubis observó esa técnica por lo que dió un salto lejos de ahí. El ataque a distancia de Zoro fué tan fuerte que destruyó la pared que tenía dibujada la balanza sagrada y la pluma de maat.

—¡Bien hecho Zoro! ¡Ánimo tú puedes derrotarlo! —gritó Göll a todo pulmón, feliz de que el espadachín haya escapado de Anubis—. Por favor, no fuerces mucho a mí hermana...

Anubis entrecerró sus ojos, era la primera vez que un humano logró escapar de su juicio. El guía de los muertos aterrizó en el suelo, algo molesto porque vió como esa técnica fué capaz de acabar con aquella pared. No le costaba nada hacer de nuevo su técnica, pero no dudo ni por un momento de que Zoro de nuevo lo atacaría a distancia...

—Felicidades humano, eres el primero y el último que ha logrado escapar de mi ataque.

—No quiero admitirlo pero sino hubiese sido por ese tipo en estos momentos estaría muerto... —Zoro sonrió mientras una pequeña gota de sudor caía por un costado de su rostro. Entendió que su enemigo no era alguien que debía tomarlo a la ligera. Usó la espada que tenía en su mano izquierda y apuntó a Anubis directo al rostro—. ¿Eres el guía de los muertos o algo así, verdad? Lamento decirte que no vas a vencerme, eh estado al borde de la muerte tantas veces que ya perdí la cuenta. La muerte ya está cansada de tenerme tan cerca y no poder llevarme.

Anubis sonrió de la manera más retorcida y malvadamente posible...

—¿Así que la muerte ya está cansada de tí? Jeje, ay estos humanos, dale algo de orgullo y poder, y se sentirán superiores al resto. Supongo que no podré volver a usar mi técnica contigo, la vas a contrarrestar de inmediato con ese ataque a distancia.

Zoro colocó de nuevo una espada en su boca. Anubis observó aquellas espadas que su enemigo poseía y le volvió a sonreír al humano. Brunhilde sonrió sutilmente, esas espadas que Zoro tenía consigo eran perfectas para un combate de esa magnitud, tal vez haberla elegido no fué del todo una mala idea.

Los dioses quedaron igualmente sorprendidos de que Zoro con ese ataque haya logrado destruir aquella pared y por ende, detener el ataque de Anubis.

—Que armas tan curiosas tienes. Ya me hubiera gustado a mí aprender algún arte con ellas, sería genial poder empuñar un arma de esas y pelear pero no, ese no es mi estilo.

—Soy un espadachín, el más grande que ah existido desde hace tiempos inmemoriales. No creo que enfrentarme a alguien que no maneja siquiera una espada sea el oponente más adecuado para mí...

—Jajajaja creo que tienes razón, YO no soy el oponente más adecuado para tí...

En las gradas Loki suspiró y fingió recostarse flotando en el aire...

RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora