CAPÍTULO 78

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Ares había cometido una falta imperdonable, atacar al público estaba totalmente prohibido y era motivo suficiente para que el dios de la guerra sea descalificado inmediatamente, y es que era algo muy obvio, solo debía atacar a su rival, no al público, ni del lado de la humanidad ni del lado de las deidades.

Seiya, quién aún seguía mirando esa pelea, quedó asombrado pero también, sintiendo una rabia inmensa por lo terrible que podían llegar a ser los dioses...

-¡Ese bastardo, atacar al público es un acto imperdonable, deberían descalificarlo ahora mismo! -dijo Seiya, mirando el combate a través de la pantalla que su Valkiria hizo para él.

-Tienes razón, esa falta no puede ser perdonada y los dioses lo saben bien -dijo Alvitr, igualmente mirando esa pelea.
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ARENA DEL VALHALLA...

En la arena, mejor dicho, en las gradas de lado de la humanidad, las consecuencias del impacto del cañón de Ares comenzaban a asomarse. Las paredes estaban destruidas, y las que no, totalmente agrietadas, al igual que los asientos, los humanos que estuvieron cerca de la zona del impacto corrieron con la enorme suerte de no morir en ese momento.

De entre el humo producto del impacto, una silueta masculina comenzaba a notarse todavía de pie sobre las gradas, ese era Minato. Nuestro querido cuarto Hokage aún se encontraba de pie al borde las gradas, llegó ahí gracias a su Hiraishin; sin embargo no le dió el tiempo suficiente para realizar un jutsu lo suficientemente potente como para contrarrestar la técnica de Ares.

Seguía de pie, jadeante, cansado, herido gravemente, sus brazos extendidos a cada lado, su capa blanca de cuarto Hokage había sido destruida, su chaleco ninja manchado de rojo debido a las heridas que le había provocado esa onda de choque, su ojo izquierdo estaba totalmente destrozado y medio rostro cubierto de sangre, era un verdadero milagro que aún siguiera con vida.

Heimdall, observó a Minato de pie en el borde de las gradas, sorprendido de lo que había ocurrido...

-¡MINATO NAMIKAZE, EL CUARTO HOKAGE DE LA LEGENDARIA KONOHA..., AÚN SIGUE CON VIDAAAAAAA! -exclamó Heimdall a todo pulmón y para todo el público presente.

Minato era visto por todo el público presente, aún estando de pie sobre las gradas, luchando con todas sus fuerzas para no caer, no enfrente de su hijo.

Naruto, quien afortunadamente no murió por el impacto de ese ataque gracias a que Kakashi lo alejó a él y a Sakura, observó a su padre, entre lágrimas observó el estado tan crítico en el que se encontraba...

-Papá... -susurró Naruto, entre lágrimas.

-Na-Naru... Naruto... -dijo a duras penas el hombre rubio, expulsando sangre por su boca. Su estado enserio era crítico-, ¿T-Te encuentras b-bien?

-¡¿Papá por qué..?! -dijo su hijo, dolía muchísimo ver a su padre en ese estado.

-Hokage-Sama, usted nos salvó a todos nosotros, muchas gracias -dijo Sakura, con uno que otro rasguño pero nada que sea de gravedad.

-Minato-sensei, sino hubiera Sido por su Hiraishin no hubiéramos podido sobrevivir a ese ataque -dijo Kakashi, y lo que dijo era verdad, muchos humanos hubieran muerto con ese ataque.

-Ese..., es... -casi no podía articular bien las palabras-, es el..., d-deber de un Hokage, p-proteger..., a su gente, a como dé lugar -volvió a expulsar sangre de su boca, se notaba que estaba sufriendo.

Minato bajó sus brazos luego de decir eso, mismos que quedaron colgando, al parecer su estado era peor de lo que se podía ver, en cualquier momento moriría si no era llevado con urgencia a la enfermería.

RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora