RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"

CAPÍTULO 27

Shiva entendió que seguir atacando de esa forma tan básica no surtiría efecto, no en alguien como Yujiro. Respiró profundo y después chocó sus puños creando una gran onda que retumbó por toda la arena.

Los dioses hindús glorificaban a Shiva, sabían a la perfección lo que se vendría ahora que el dios hindú más poderoso de la india había chocado sus puños. En ese momento, Shiva comenzó a bailar, danzaba al ritmo del universo, moviendo todo su cuerpo, sus brazos fluían con la energía del cosmos, una danza tan espectacular que solo él podía hacer.

¡TANDAVA KARMA!

(La fuente del ciclo de la creación, la preservación y disolución del Universo)

Yujiro levantó una ceja al ver bailar a su oponente de esa forma tan extraña, pero pronto se daría cuenta de lo que realmente iba a suceder. Más rápido que un parpadeo, Shiva se puso enfrente de Yujiro y lo golpeó en su rostro, seguido de otro golpe, y otro más. El ogro estaba retrocediendo ante esos ataques, y le era imposible esquivar o detener sus golpes.

—¡Esto es asombroso, Shiva está bailando al ritmo del universo mientras golpea a Yujiro con toda su fuerza, parece ser que la criatura más fuerte del mundo no puede hacer nada para defenderse! —exclamó Heimdall, viendo cómo Shiva estaba doblegando más y más al ogro con sus golpes.

No pudo realizar de nuevo la técnica de Shaorii, le era imposible, no había tiempo de relajar el cuerpo, para nada. Hermes vió como las cosas habían cambiado nuevamente a favor de Shiva...

—Al parecer, Yujiro ya no puede hacer nada para defenderse, no puede relajar sus músculos, así que no puede absorber los golpes de Shiva.

—Pronto podremos presenciar la muerte de ese sujeto —dijo Ares.

—Así es, Yujiro en este momento debe sentir... cómo si múltiples enemigos lo estuvieran atacando todos al mismo tiempo y al mismo ritmo.

—¿Crees que Itachi hubiera hecho algo contra eso? —preguntó Ares, sonriendo, ver cómo los humanos se doblegaban era sencillamente espléndido.

—No lo sé... es difícil de imaginar —fué la respuesta de Hermes.

En la arena, Shiva seguía atascando sin parar. Yujiro utilizó sus brazos para cubrirse lo mejor que podía, pero los puños de Shiva eran tan veloces que casi ni podía verlos, peor esquivarlos. Shiva se reía, se estaba burlando del ogro al verlo tan indefenso. Un golpe en el pecho, un golpe en el rostro, un golpe en las piernas, otro por debajo del mentón, prácticamente le estaba dando una paliza a la criatura más fuerte del mundo...

—¡Qué patético! ¡Siente el poder de todos los dioses de la india concentrado en mis puños! ¡Siente el poder de la creación y de la destrucción! —dijo Shiva, emocionado a más no poder.

Yujiro, enojado y cansado de eso, dejó de cubrirse y permitió que Shiva le golpeé en su rostro, pero lo que consiguió fué valioso. Agarró uno de los brazos de Shiva y lo sostuvo con fuerza.

—No seas tan egocéntrico mi querido Shiva —dijo Yujiro, sonriendo con mucha perversión. Shiva observó cómo sostuvo con brazo con fuerza—, dijiste que tus brazos son tú mayor orgullo, entonces...

El ogro utilizando una fuerza abrumadora apretó el brazo de Shiva al punto de que literalmente se lo arrancó con toda su fuerza. Una gran cantidad de sangre salió del brazo que Yujiro le arrancó a Shiva, mientras que los dioses hindús, las esposas de Shiva y su hijo Ganesha dieron un grito horrendo, y es que eso era, era horrendo ver cómo un humano le había literalmente arrancado un brazo al dios de la creación y de la destrucción.