CAPÍTULO 67

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ARENA DEL VALHALLA...

Belcebú nuevamente había utilizado su técnica "Aleteo del Diablo" creando vibraciones en su mano derecha. Se acercó rápido al pelirrojo, demasiado rápido incluso para el pelirrojo.

Al tenerlo tan cerca, Tanjiro no tuvo más opción que dar un salto hacia atrás para esquivar cualquier ataque. Belcebú deslizó su mano desde la izquierda hacia la derecha, en dirección a la cabeza de su oponente, todo con tal de cortarle la cabeza y ganar su combate.

—¡Tanjiro logró esquivar el ataque de Belcebú a esa distancia! El representante de los humanos está comenzando a nivelar la balanza en este enfrentamiento! —dijo Heimdall, narrando el combate.

—¡Jajaja! ¿Nivelar? Ay por favor, a Heimdall ya no se le ocurre nada más interesante para narrar —dijo Artemisa, con una voz tan llena de arrogancia. Al parecer, el haber perdido cuatro veces, no sirvió de nada.

—Yo no estaría tan seguro de eso —murmuró Hermes, con una sutil sonrisa.

La respiración de Tanjiro comenzaba a acelerarse al igual que los latidos de su corazón comenzaban a aumentar poco a poco, con cada ataque que lanzaba y esquivaba su ritmo cardíaco aumentaba más y más.

—¡Puedes hacerlo, puedes hacerlo, no dejes de moverte y no dejes de atacar! —pensó Tanjiro mientras seguía intentando atacar al rey de los demonios.

Belcebú continúo persiguiendo a Tanjiro con todas las intenciones de cortarle la cabeza y matarlo al instante.

El pelirrojo agarró con firmeza su espada y realizó un poderoso corte de forma ascendente, mismo ataque que Belcebú logró esquivarlo haciéndose hacia atrás. Tanjiro volvió a sujetar su katana con fuerza y volvió a realizar otro ataque, ahora de manera descendente, persiguiendo a su rival y, me atrevería a decir, que con esa potencia sería capaz de cortarle los brazos sin ningún problema.

Pero no sirvió para nada, Belcebú aún seguía mostrándose superior a él.

—¡Respiración de agua, primera postura: corte de la superficie del agua! —dijo Tanjiro, realizando de nuevo su ataque, llevando su espada hacia el cuello del señor de las moscas; mas sin embargo, este último de nuevo logró esquivar el ataque del pelirrojo.

—¿Es que acaso no lo comprendes, mocoso? ¡Eres demasiado lento! —exclamó Belcebú, empezando a sentirse fastidiado por la insistencia del pelirrojo.

Belcebú volvió a tocar el suelo con su bastón, el pelirrojo respondió rapido, logrando esquivar ese ataque, mismo que logró destrozar un pilar que estaba a las espaldas del muchacho. Belcebú de nuevo realizó el mismo ataque, pero ahora más rápido, por fortuna, el pelirrojo logró esquivarlo también.

¡No importa cuánto me cueste, no puedo permitir que me alcance con esa técnica! —pensó el pelirrojo, esquivando con éxito todos los ataques de Belcebú.

—Este mocoso está comenzando a ser un fastidio, y no pienso alargar más esto —murmuró el señor de las moscas. Belcebú tomó su bastón con firmeza y, acercándose a una velocidad increíble hacia el pelirrojo, comenzó a realizar rápidas estocadas usando su arma.

El pelirrojo, con muchas dificultades, esquivaba las estocadas de su rival, eran demasiado rápidas. Belcebú imbulló su bastón con energía de sus vibraciones...

¡Sorath Tau!
(¡Enjambre de ondas oscuras!)

Belcebú lanzó una poderosa ráfaga de estocadas una velocidad ridículamente alta. El pelirrojo se vió envuelto en grandes dificultades al tener que lidiar con un ataque como ese. Logró esquivar algunas de esas estocadas, una de ellas pasó rozando su mejilla izquierda haciéndole un corte, otras dos pasaron cerca de sus piernas, causando heridas, y otras dos más en su hombro izquierdo y brazo derecho.

RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora