RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"

CAPÍTULO 3 (RONDA 1)

Disfrútenlo muchas gracias!!

ARENA DEL VALHALLA...

Nos encontramos ahora en la arena del Valhalla, lugar donde se llevaría acabo el Ragnarok, la batalla final entre dios y el hombre. El lugar era tan inmenso, tan colosal, que no bastaba ojo humano para poder apreciarlo todo, el ruido de la multitud, dioses de todas las épocas y culturas, y así mismo, humanos de todas las épocas y culturas. El griterío era indescriptible, el mayor evento en la historia.

Los dioses estaban contentos, ver sufrir a los humanos era algo que ellos anhelaban, verlos pedir clemencia y misericordia por sus actos viles e inmundos era lo que a ellos les aposionaba, verlos sufrir y arrepentirse de sus pecados, pero los humanos no hacían eso, al contrario, gritaban insultos a los dioses, frases de ánimo para los humanos que iban a representarlos.

En lo más alto de las gradas, las dos Valkirias observaban expectantes la situación. Göll no dejaba de estar asombrada de lo inmenso que era el lugar, los dioses en un tiempo ridículamente corto lograron edificar con su magnánimo poder una arena tan inmensa que a los humanos seguramente les tomaría años, años en terminar.

—Ya va a comenzar, hermana Brunhilde —dijo Göll viendo cómo la arena inmediatamente se oscurecía y un gran reflector iluminaba el centro de la arena.

En medio de la arena se encontraba el ser responsable de dar inicio al Ragnarok, Heimdall. El tipo levantó sus brazos, con lágrimas en sus ojos debido a la emoción que sentía.

—Al fin, después de miles y miles, y miles de años, puedo hacerlo, puedo dar comienzo con el Ragnarok —el tipo literalmente estaba llorando, se le salían las lágrimas de la alegría y emoción—. ¡Aquí... Aquí vamos!

Sujetó con fuerza el Gjallarhorn y sopló con todas sus fuerzas. El instrumento del fin hizo un gran estruendo, dando comienzo así a la batalla final. Las Valkirias vieron como todos guardaron silencio cuando Heimdall tocó el instrumento. Cuando terminó de hacerlo, respiró profundamente, se le fué todo el aire de los pulmones.

—¡SEAN TODOS BIENVENIDOS AL RAGNAROK, LA BATALLA FINAL ENTRE DIOS Y EL HOMBRE! —Gritó con emoción Heimdall. Hacer eso provocó el grito de todo el mundo, todos gritaron con emoción a gran voz celebrando que el Ragnarok haya comenzado—. Todo sienten emoción de que está legendaria batalla esté por iniciar... ¿No es así, dioses? ¿No sienten emoción de demostrar el increíble poder que tienen?

Los dioses que se encontraban en las gradas de la arena gritaron a todo pulmón, demostrando lo emocionado que estaban de hacer pedazos a los humanos. En la parte más alta de la arena, se encontraban los dioses más poderosos, entre ellos, Zeus, quién observaba la arena desde un lugar privilegiado.

—Humanos... ¡¿Están listos para demostrarle a los dioses lo que ustedes pueden llegar a hacer?! —preguntó Heimdall ahora mirando a los humanos.

Toda la humanidad gritó a todo pulmón, realmente era una algarabía indescriptible.

—Las reglas si se lo preguntan son simples —dijo Heimdall—. Luchar... ¡Hasta la muerte!, El último que quede en pie, será el triunfador!

Desde las gradas Göll estaba con tantos nervios, aunque intente ocultarlos valientemente, era inútil, no podía. Por su lado, Brunhilde mantenía su semblante serio, aunque por más que lo niegue por dentro también estaba nerviosa.