CAPITULO 29

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Los dioses estaban contentos, estaban muy contentos con el resultado de la cuarta ronda. Tras derrotar a Yujiro, a la criatura más fuerte del mundo, Shiva fué llevado de inmediato y con sumo cuidado a la enfermería, en dónde tratarían las severas heridas que le dejó el ogro tras su pelea con él.

Ares junto con su hermano Hermes estaba en su respectiva habitación, Loki también estaba ahí, por alguna extraña razón ver perder a Yujiro, ver derramar lágrimas a las Valkirias se sentía, tan jodidamente bien.

—Logramos el empate —comentó Ares.

—Sí, ahora los humanos deben sentirse tan miserables en estos momentos, debió haberse desvanecido esa luz de esperanza, ¿No es así? —preguntó Loki.

—Claro, es por eso que no podemos perder esta quinta ronda, debemos ganarla a como de lugar, debemos... ¡Aplastar! —Ares golpeó la pared más cercana, dejando su puño grabado ahí—, todas, ¡Todas! Sus esperanzas, hacerlos sentir tan miserables.

No obstante, la sonrisa de Ares se borró de inmediato al ver que aquella habitación, había ingresado alguien que con su sola presencia, daba miedo incluso hasta el más valiente de los guerreros...

—¿Se sienten feliz por el empate?, Qué patéticos se ven, todos ustedes.

Ares abrió sus ojos a más no poder, no se trataba de Anubis, se trataba de alguien que era incluso peor que el guía de los muertos, un dios olímpico, un dios tan poderoso como implacable.

—¡¿Q-Qué estás haciendo aquí, Apollo?!

Nota del autor: Usaremos esta versión del dios olímpico porque nos parece más imponente de la mostrada en el manga original

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Nota del autor: Usaremos esta versión del dios olímpico porque nos parece más imponente de la mostrada en el manga original.

Y no solo era Apollo, sino también otra divinidad griega lo estaba acompañando. Artemisa, una diosa sumamente poderosa.

—¿Acaso el haber empatado con esa escoria es motivo para alegrarse, Ares? —preguntó Apollo, usando un tono de voz tan terrorífico, tan imponente, tan

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—¿Acaso el haber empatado con esa escoria es motivo para alegrarse, Ares? —preguntó Apollo, usando un tono de voz tan terrorífico, tan imponente, tan... majestuoso.

Ares casi se caga en sus pantalones al ver que se le estaba acercando.

—No, es decir, nos alegramos sí pero no por la victoria como tal, sino porque volvimos a recordarles a esos gusanos, la basura que son en realidad.

RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora