CAPÍTULO 79

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Minato respiraba muy cansado, las heridas tanto externas como internas provocaron un gran desgaste a su cuerpo, como mencioné antes, era un verdadero milagro que aún siguiera con vida luego de haber recibido el impacto directo del cañón de Ares.

Si no fuera porque el Volundr maximiza las capacidades físicas y la resistencia del humano, Minato ya habría colapsado y muerto con el ataque de su rival.

Lanzó su kunai hacia el rostro de Ares, el dios de la guerra ya había visto muchas veces la técnica de su rival, por lo tanto, no lo tomaría por sorpresa..., o al menos, eso pensó. Minato apareció a solo un metro de su rostro de manera sorpresiva y le lanzó una fuerte patada en su rostro, misma que conectó haciendo retroceder a Ares. Sangre salió de la boca de Minato, y el dolor era insoportable, pero se juró no perder esa pelea y no la iba a perder.

El dios de la guerra lanzó un golpe al rostro de su rival, pero Minato logró esquivarlo al mismo tiempo que le conectaba un golpe por debajo de su mentón. En ese momento, Ares comenzó a lanzar varios puñetazos a una gran velocidad, pero Minato lograba eludirlos y/o frenarlos para después devolverselos. Lanzó un golpe a su cara, lo frenó usando ambos brazos, lanzó otro golpe a su costilla, logró eludirlo y devolverle el mismo golpe pero en su cara. Un intercambio de golpes sin igual, una demostración de un gran Taijutsu.

—¡Ese hombre es increíble! Le está dando pelea a puño limpio al señor Ares —dijo un dios de entre la multitud, asombrado de lo que estaba sucediendo.

Ares, más que enojado por la fuerza y la voluntad de su enemigo, intentó aplastar a Minato usando sus dos grandes y fornidos brazos, pero fué en vano, ya que Minato esquivó el ataque no usando su Hiraishin, simplemente dando un gran salto, girando su cuerpo hacia adelante y después, conectando una patada en la mejilla del dios de la guerra. Ares escupió sangre, efectivamente le había roto un par de dientes, mismos que también había escupido.

Artemisa apretaba sus puños, mirando con muchísimo enojo al hombre rubio, no parecía que haya sido lastimado por el cañón de Ares. Hermes, por su lado, estaba sorprendido de que Minato, a pesar de estar tan, pero tan lastimado, aún era capaz de darle batalla a Ares incluso, a puño limpio.

Artemisa golpeó el borde de la zona VIP, mirando muy enojada la pelea...

—¡No puede ser posible que un humano aún siga peleando de esa forma es inaudito! —pensó muy frustrada Artemisa—. ¡Somos dioses, seres perfectos e inigualables, esto ni siquiera debió haber ocurrido desde la primera ronda!

Minato le lanzó un puñetazo a Ares en la cara, mismo que le hizo retroceder, continuó atacando y haciendo retroceder a su rival, lanzando diferentes golpes, puñetazos y patadas, lo suficientemente fuertes como para doblegar al supuesto guerrero más temido en el campo de batalla. Los dioses quedaron impactados, la voluntad y fuerza de Minato no tenía comparación...

Sin embargo, Ares alcanzó a frenar un golpe de Minato, apretó su puño causando un gran daño al hombre rubio, dislocando su muñeca en el acto; y después, dándole un fuerte golpe en su estómago. Minato vomitó sangre, las heridas internas se agravaron con ese golpe seguramente, pero a Ares no le importó eso, en lo absoluto. Tomó a Minato por sus cabellos rubios elevándolo a su altura, sonrió victorioso al tenerlo sujeto de esa forma...

—¿Eso es todo lo que tú voluntad puede hacer, Minato? —preguntó Ares, con muchísima arrogancia.

—Ma-Maldito... —susurró el Yondaime.

El dios de la guerra se rió de lo vulnerable que estaba su enemigo. Le soltó, Minato empezó a caer por obvias razones pero nunca llegó a topar el suelo, puesto que Ares le dió un tremendo puñetazo en todo el rostro, con la suficiente fuerza como para mandarlo a volar algunos metros hacia adelante.

RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora