CAPÍTULO 2

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Disfrútenlo muchas gracias!!

¡Ragnarok!
¡Ragnarok!
¡Ragnarok!

Esa palabra retumbó por todos lados dentro del consejo del Valhalla. Todos los dioses guardaron silencio apenas Brunhilde mencionó el Ragnarok, la batalla final entre dios y el hombre, la batalla que definiría el destino de la raza humana.

No obstante, más temprano que tarde las risas burlescas y carcajadas sonoras no tardaron en escucharse, y es que a los dioses les pareció gracioso lo que la valkiria dijo.

—¡Jajaja el Ragnarok dice esta Valkiria! —se burló un viejo barbón a todo pulmón, mientras se sostenía la panza con uno de sus brazos fornidos y con el otro sostenía un barril enorme de licor divino.

—¡Realmente cree que los humanos pueden pelear contra los dioses jajaja! —el niño que estaba flotando sobre aquella almohada también se burló de lo que Brunhilde dijo.

—¡Hacía milenios que no me reía tanto jajaja!

Göll observó cómo todos los dioses se estaban riendo de lo que su hermana mayor dijo, y pensó, qué tal vez, por haberlos hecho reír un rato y divertirlos, tal vez y solo tal vez, las perdonen por haber interrumpido la sagrada reunión. Göll creía eso, y sintió un inmenso alivio, volvió a nacer como pensaba ella.

—Veo que... —Brunhilde sonrió con mucha sutileza—, a los dioses les pareció divertido lo que acabo de decir, jeje... es una pena que lo que dije... lo dije enserio —eso último que dijo lo dijo con tanta arrogancia e insensatez que provocó que los dioses dejaran de reírse.

Göll de nuevo volvió a asustarse, ahora sí sentía que estaba a punto de darle un paro cardíaco, su hermana realmente la ponía de malas.

Los dioses observaron ahora a Brunhilde con mucha seriedad incluso hasta con furia.

—¿Es enserio lo que estás diciendo, cariño? —preguntó Afrodita ladeando su cabeza hacia la derecha y hablando con una falsa compasión—, por favor, los humanos no tienen ninguna posibilidad de pelear contra los dioses.

—Eso es verdad, los dioses somos seres tan poderosos que nuestra sola presencia los hace temblar de miedo —dijo Shiva, ahora observando la situación con un poco más de seriedad, algo no muy seguido del tipo.

—¡Ah! Eso es absurdo, saquen a esa valkiria de aquí ahora mismo —dijo el cuervo blanco, también el cuervo negro opinó lo mismo, y que nunca más la dejen ingresar al consejo.

—Tienen razón, todos ustedes seguramente creen que los humanos no tienen ninguna oportunidad de pelear contra ustedes, pero...

Ese pero llamó la atención de absolutamente todos los dioses. Göll sintió una inmensa incomodidad cuando las miradas de los dioses se posaron encima de su hermana mayor.

—Han existido seres humanos con habilidades increíbles a través de la historia, habilidades que ustedes seguramente no se tomaron la molestia de observar. Es cierto que los humanos son una especie muy violenta y vergonzosa, pero aún así, ellos tienen el derecho de defenderse.

Brunhilde hizo aparecer sobre su mano un antiguo y polvoriento libro. Cuando lo abrió, les hizo saber a todos los dioses que había una ley que prohibía a los dioses destruir a la humanidad sin que esta última no se pueda defender. Todos los dioses se miraron las caras confundidos, ya hasta habían olvidado que existía esa ley tan antigua como la existencia misma. Brunhilde cerró el libro creando una pequeña nube de polvo alrededor suyo y hizo desaparecer el libro tan pronto como lo convocó.

—Pero eso es absurdo, aunque respetaramos esa ley, es una perdida de tiempo tener un combate contra los humanos —dijo un dios de la parte más alta del consejo del Valhalla.

RECORD OF RAGNAROK "LA ÚLTIMA ESPERANZA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora