CAPITULO 19 EXPERIENCIAS QUE MARCAN

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Era el día de su cumpleaños

El día que no debió nacer

El día que su padre le recordaría toda la vida diciéndole "porque tu y no ella"

Su madre padeció un síndrome que afectaba su corazón y que comprometía su vida.

Era un estigma que habían padecido varias mujeres de la familia Carpentier.

Se le informo a su esposo que no podría llevar un embarazo a feliz término su corazón no soportaría y en dado caso así fuera habría que elegir entre la vida de la madre o el hijo.

Lo más viable era la interrupción del embarazo y médicamente seria aprobado pero Mirsey Carpentier no accedió.

Mirsey Carpentier eligió a su hija e hizo prometerle a su esposo que llegado el caso decidiera por la niña.

Pero Raphael Macallister no cumplió su promesa y pidió salvar a su esposa, la mujer que mas amaba por sobre todas las cosas del mundo, pero el destino quiso que se cumpliera la petición de Mirsey y después de ver nacer a su hija besarla y encomendársela a Dios para que la guardara y cuidara ella expiro su último aliento de vida.

Raphael jamás supero eso, se lleno de dolor y de odio contra Dios, la vida y su hija por haberle arrebatado al amor de su vida.

Desde muy pequeña ella sintió ese rechazo de su progenitor, nunca lo vio proferir una palabra cariñosa o recibió un abrazo, sus cumpleaños jamás fueron festejados ¿Cómo celebrar su vida cuando ella era la causante de la muerte de su madre? Eso se lo dijo el, en medio de una borrachera porque ese día el se permitía dejar a un lado al empresario intachable para dejarse llevar por su dolor y encerrarse en su estudio y tratar de disipar su dolor ingiriendo alcohol, ese día que la pequeña Sabrina de 6 años en su inocencia quiso llevarle un pedazo de torta que su niñera le hizo pero el con odio inyectado en sus ojos le grito "porque tu y no ella",

En pocas palabras porque tu viviste y ella no

Eso marco su vida y le hizo odiar el día de su cumpleaños.

Nunca más volvió a celebrar su cumpleaños

En el colegio tenían por costumbre al final del mes celebrar el cumpleaños de todos los niños de cada salón, entonces ella ese día no asistía.

A su niñera le pidió jamás volver a partir una torta.

Su hermano era el único que entendía esto y cumplía su deseo de no recordar su cumpleaños, pero iba a su cuarto y la abrazaba, haciéndole sentir que no estaba sola, que el la comprendía y la amaba.

Evans quien era su hermano por parte de padre fue su único apoyo, en sus años de niñez, en su adolescencia, cuando él se convirtió en el chico popular de la secundaria y ella el patito feo, la chica gris que prefería no llamar la atención, porque para ese tiempo su autoestima no valía nada, pero el siempre la defendió, incluso en una ocasión molió a golpes a un compañero de ella cuando este junto con otra chica quisieron jugarle una broma en la cafetería cuando la bañaron con harina.

El la defendió

Pero su padre no lo vio de ese modo, dijo que por su culpa Evans estaba a punto de ser expulsado y como estaba en su último año así que lo envió a terminar su secundaria en Londres.

Y ella se quedo sola y ya no hubo quien la defendiera de las burlas de los demás.

Evans regreso al finalizar sus estudios solo por un tiempo para luego volverse a ir a Washington para estudiar una carrera militar aunque siempre en vacaciones viajaba para verla y cada día por teléfono siempre estuvo pendiente de ella.

SOBREVIVIENDO A MI EXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora