CAPITULO 22 A VECES EL INDICADO NO ES LO QUE QUIERES Y NECESITAS.

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Estan en la sala de su apartamento, el ha ido a prepararle un te mientras ella juguetea con su teléfono con la idea de llamar a su padre. Siempre es lo mismo, el ciclo se repite, ella sintiéndose culpable, y experimentando empatía por el dolor de su padre.

Luka ha regresado y le advierte.

— Ni te atrevas de llamar a ese desgraciado.

— Es mi padre- lo defiende sin saber porque, quizás es que aun sigue creyendo que algo pasara y su padre la amara.

Luka le quita el teléfono de la mano enojado, y ve que los ojos de ella echan chispas.

— Prefiero que me veas con enojo a verte suplicando amor a alguien que no lo merece.

— Como tu- soltó furiosa.

— Si exactamente como yo- acuerda y suspira hondo aceptando su propia culpa- el no te merece Sabrina así como yo tampoco te merezco- reconoce con profundo dolor.

Silencio y dolor solo hay en el aire.

— Toma - le dice ahora dándole la taza con el te.

Contrariamente a lo que esperaba, ella no se enfrasca en otra discusión, acepta el te y lo toma y el espera en silencio que ella se calme, que su dolor se vaya.

Sabrina ahora experimenta el deseo de sincerarse con Luka, de sacar todo aquello que la esta consumiendo por dentro.

— Una vez me preguntaste cuando era mi cumpleaños y te negué a decírtelo

— Lo recuerdo, fuiste muy categórica y pensé que eres de ese tipo de chicas que odian cumplir años por aquello de preservar la eterna juventud aunque tu eras muy joven pero siempre fuiste la regla a la excepción, nadie es igual a ti, tu no te pareces a nadie, tu eres única.

— La verdad era que odiaba celebrar mi cumpleaños, porque ese día me recuerda el desgraciado día que yo nací y mi madre murió-solloza y se las arregla para seguir- y que mi padre ha tenido presente toda mi vida, en los 18 años que viví con el.

— Sigue- la insto.

— Jamás hubo un feliz cumpleaños, nunca me partieron una torta, mi padre solo se emborrachaba y si se me ocurría asomarme me decía "porque ella y no tu"- oír eso lo llena aun mas de odio contra ese padre desnaturalizado que causo tantas heridas en el corazón de Sabrina.

Ella aparta la mirada un momento y el coloca un dedo bajo su barbilla para obligarla a conectar sus miradas.

— Lo siento tanto Sabrina pero no sufras por lo que el desgraciado de tu padre te decía, no es cierto, piensa que tu madre dio su vida por ti, porque te amaba.

Cuesta asimilar sus palabras, cuesta porque no debía ser así, se supone que los padres siempre, siempre debían a amar a su hijos, como ella amo a su hija que no nació y por la que su corazón aun sufría, porque ella era esa compensación que la vida le daba, la hija del hombre que amaba y la dejo, la hija que llenaría sus vacíos y carencias de amor de su padre, imagino tanto que solo serian ellas dos Contra el mundo, madre e hija y ya jamás volvería a sentirse sola.

Vio a este hombre delante de ella, que parecía sinceramente preocupado pero que sabia que también arrastraba un pasado que al igual que ella lo marco y se preguntaba si su miedo a entregar su corazón era lo que realmente le había hecho irse sin mayores explicaciones o una justificación lógica "nunca te prometí un anillo" "sabíamos que esto no era para siempre"

No esas palabras no iban en consonancia con el amor que siempre le demostró, incluso ya no creía que fue por Violet, porque si hubiera sido así cuando la dejo, pudo ya buscarla y formalizar una relación y no lo hizo.

SOBREVIVIENDO A MI EXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora