«Cuando sientas culpa por haberle mentido a la persona que amas, entenderás de la peor manera que siempre las mentiras piadosas serán las peores»
—Anne Miller.ANNE
Pensé que Lucía me reclamaría por la cercanía entre Daniel y yo, pero al contrario, estaba preocupada por algo más serio.
—Annie…—empezó Lucía, dio una sonrisa débil antes de seguir—, debemos hablar de tu estado de salud.
—¿Qué pasa?—inquirí con esperanza. ¿Será algo bueno?
Ella no dijo nada y nos hizo un ademán para que la siguiéramos.
Al estar en la planta baja. Ella se giró a mí, seguía llorando, desconsolada.
—Tus pruebas…ya las revisé.
—¿Está todo bien?
—Anne, lo siento,—sus hombros temblaron por el sollozo que soltó—…hicimos todo pero…,lo siento, no.
—Lucía, ¿Qué pasa? —Daniel se entrometió, estaba preocupado al igual que todos los presentes.
—Es que…el cáncer…volvió.
Daniel dio dos pasos hacia atrás, parecía que iba a caerse al suelo luego de haber recibido un golpe fuerte en la cara.
Yo, por mi parte, ignoré sus palabras. No entendía si había gravedad en esto o…
—El trasplante no fue efectivo…—continuó la mujer—, creímos que estaba funcionando pero de un momento a otro, volvió…y más agresivo que antes porque, está dañando otros órganos y…
—Pero, se puede hacer algo más, pueden probar otra cosa…—mi mamá entró a la plática.
—Samantha…lo siento, es…complicado, más complicado ahora que el cáncer está evolucionando más rápido dentro de su cuerpo. Hubiéramos podido usar otros métodos pero el cáncer ya se regó por otros sitios y…
—¡No! —gritó en desesperación mi mamá y tapó su cara con sus manos.
Mi cabeza se movió por todo el salón, observando los rostros de la familia de Dorian, de mis chicos, de mi madre…y de la madre de Dorian. Todo mundo estaba llorando, parecían tan quebrados.
Unas lágrimas descendieron por mis mejillas. No era por mí, no tenía miedo, lloraba por aquellos que me querían, por mis pequeños…,por mi mamá…,por Dorian.
—Por favor, perdóname—Lucía se acercó para tomar mis manos—, hicimos lo mejor que pudimos y aún así te fallé…
—Tranquila. Todos luchamos pero, si no ganamos la batalla fue porque el enemigo usó armas tan ruines. Nada de lo que pasó es tu culpa, ni la mía, ni de nadie. Esto tenía que pasar si el destino ya lo había escrito, no hay razón para pelear contra él.
***
Preparamos una cena para darle la noticia a Dorian.
Esa noticia era una mentira, una farsa creada sin el afán de herirlo.
Si mentí fue porque lo amaba tanto como para verlo sufrir antes de marcharme. No me gustó tomar esta decisión de engañarlo, pero era necesario.

ESTÁS LEYENDO
FUISTE TÚ PRIMERO
Teen FictionEn toda historia como en la vida, existen dos versiones. No es fácil identificar cuál es la verdadera, pero puede que las dos sean reales dependiendo de la persona que se la crea. ¿Hay algo de malo en eso? Probablemente sí, porque a veces, sin quere...