Me demoré en llegar a casa, admito que tomé las rutas largas por tal de no llegar rápido y evitar tener aquella conversación con mi hermana que ya me suponía problemas.
Dudaba mucho que Wren estuviera de acuerdo con ello, pero yo no podía ocultarme por mucho tiempo en mi carro y si no era por mí, sería por Askel o tal vez la reina que se terminaría enterando de todo este lío. Lo mejor era que yo se lo dijera en persona y eso hice una vez que entré a casa.
Wren estaba en la cocina preparando la cena, me senté en la mesa y la observé minuciosamente prepararla.
─¿Necesitas ayuda? ─Pregunté, no sabía cómo iniciar aquella conversación por lo que me pareció mejor iniciar con una conversación casual, eso ayudaría a tranquilizar mis nervios.
─No, estoy bien ─respondió negando─. Pero puedes ir colocando la mesa.
Asentí y eso hice.
Fui silenciosa, cosa que no era tan común ya que, por lo general, las dos solíamos conversar y ponernos al tanto sobre nuestros días una vez que llegábamos a casa. Esperé a que la cena estuviera lista, la cual estuvo lista minutos después de que terminara de colocar la mesa y no hablé sobre el tema hasta que las dos estuvimos comiendo.
─Tengo algo que decirte.
Solté por fin y Wren asintió.
─Creo que tengo una idea de a dónde va esto.
─¿Ah sí? ─Elevé las cejas.
─Sí.
Se removió en su asiento y me miró de una forma que me hizo sentir rara, insegura de lo que estaba a punto de contarle.
─Bien ─dije soltando un suspiro pesado segundos más tarde─. Tiene que ver con Askel.
─Lo sé.
─¿Lo sabes? ─Esas respuestas estaban matándome, no eran mis favoritas y sabía que Wren lo sabía.
─Quizás ─se encogió de hombros como para restarle importancia─. Me gustaría que me lo explicaras.
Apreté los labios con fuerza como si hacerlo fuera a contener todas mis palabras y cuando tuve el valor suficiente, hablé.
─Tal vez cometí un error estando en el palacio ─comencé a explicar─. Askel y yo estábamos en apuros y probablemente metí la pata con un asunto en particular.
─¿Qué asunto? ─Preguntó con curiosidad. De nuevo, apreté los labios antes de responderle.
─Bueno, la reina y al parecer, duquesa y supongo que duque también creen que Askel y yo estamos... no lo sé ─me encogí de hombros para quitarle un poco de importancia─. ¿Comprometidos?
Preferí no darle más vueltas al asunto y ser directa.
Wren río de ello.
─Es una broma, ¿no?
─Sabes que no bromearía con algo como eso ─dije seriamente, Wren volteó a verme aterrada.
─Alana... ─sentenció mi nombre de esa manera en que lo hacía cuando algo salía mal, cuando había cometido algún error─. ¿Qué has hecho?
Terminó preguntando con algo de terror en su voz.
Comencé a explicarle todo desde el principio, Wren escuchaba atenta y tenía esa mirada analizadora como si estuviera buscando el error en mí, en que todo eso fuera una mentira.
─No puedo creer nada de esto ─dijo cuando terminé de explicárselo. Wren seguía incrédula.
─Pues tienes que hacerlo ─me vi diciéndole─. No estoy mintiendo.
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Dulce Corona
RomanceCuando Alana conoce por primera vez al príncipe, ambos se encuentran en la peor circunstancia posible y ninguno parece agradarse, sin embargo, Askel necesita una prometida para que pueda cobrar la herencia que le ha dejado su abuelo y así deslindars...