Había conseguido sobrevivir al día con Askel hasta la hora del evento al que debíamos de asistir los dos, nos fuimos en su auto, sin embargo, no salimos de este tan luego cuando llegamos al estacionamiento.
─¿Estás lista? ─Me preguntó, su rostro estaba serio y me daba la impresión de estar relajado al mismo tiempo, como si estuviera seguro de que todo estaba bajo control, yo era lo contrario, estaba más que nerviosa y sentía que nada estaba bajo control.
Asentí levemente.
─Hagámoslo.
Hablé.
─Hay un par de cosas que recordar.
Mencionó antes de que pudiera abrir la puerta de su auto.
─¿Cuáles?
Pregunté un poco en pánico, esperaba ser buena recordando las cosas.
─Stellan, el duque de Esbjerg, él digamos que puede ser demasiado entrometido cuando quiere ─dijo con una mueca en los labios, también apareció una mueca en mis labios.
─¿Intentas decir que nos interrogará?
─Es lo más probable ─ladeó la cabeza, la mueca aun permanecía en él─. Solo evita quedar a solas con él o cualquier otra persona, ¿sí? Y si por algún motivo sucede, no hables mucho.
─Está bien ─di un asentimiento, ya estaba en mis ideas el no querer entablar muchas conversaciones este día, lo menos que hablara significaba que me evitaba el riesgo de meterme en un lío junto con el príncipe.
─Bien, hagamos esto ─dijo más para sí mismo.
Los dos salimos de su auto al mismo tiempo y cuando lo hicimos, compartimos una última mirada que fue bastante cómplice, Askel caminó hacía mí y me ofreció su brazo, algunas personas estaban pasando a nuestro alrededor, compartieron una mirada con el príncipe y le hicieron una breve reverencia que él respondió con una sonrisa amable y un pequeño asentimiento de cabeza como si necesitara aprobar que lo habían hecho bien.
─¿Cómo dijiste que se llamaba tu primo? ─Pregunté al no poder recordar el nombre del anfitrión de la fiesta.
─Stellan ─respondió.
─¿Y su prometida?
─Sobre eso... ─ladeó la cabeza y la punta de su lengua tocó sus dientes─. No tengo la menor idea de cuál es su nombre.
Enarqué una ceja.
─¿Lo dices en serio?
─No suelo ser cercano a él.
─Pero estás viniendo a su fiesta.
─Es un evento importante.
─¿No crees que recordar los nombres es importante?
Mi pregunta nos hizo detenernos a los dos, Askel se apartó un poquito para luego sentarse.
─Créeme que no lo considero importante.
Rodé los ojos.
─Ya lo veo.
─¿A qué se debe eso?
─¿Qué cosa? ─cuestioné y él imitó el gesto que hice de rodar los ojos para responder mi pregunta.
─Eres complicado.
─No soy complicado ─se quejó.
─Pues pienso lo contrario.
─Oh vamos.
Murmuró y compartimos una pequeña sonrisa. Askel estaba por decirme algo, sin embargo, alguien lo llamó y dirigió su atención hacia esa persona, yo también lo hice.
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Dulce Corona
RomantikCuando Alana conoce por primera vez al príncipe, ambos se encuentran en la peor circunstancia posible y ninguno parece agradarse, sin embargo, Askel necesita una prometida para que pueda cobrar la herencia que le ha dejado su abuelo y así deslindars...