Capítulo 7

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Fue un poco tarde cuando caí en cuenta de lo que estaba haciendo y justo cuando decidí apartarme del príncipe, él decidió responder al beso, sentí una de sus manos tocar con delicadeza y firmeza mi cintura, pero no tarde mucho en poner cierta objeción a seguir con el beso y terminé apartándome de él.

Al retroceder, nuestros ojos se encontraron, había una pizca de terror y asombro en los suyos al igual que los míos.

¿Será mal momento para huir? Pensé, todo mi cuerpo se tensó al darme cuenta de que teníamos público y la mayoría nos miraba con asombro, sorpresa y otras miradas que prefería ignorar. Mi boca se abrió y cerró, sin embargo, no pude decir ni una sola palabra, los latidos de mi corazón comenzaron a intensificarse.

Acababa de cometer una locura grande, demasiado grande.

Dios, todos los que me conocían sabían que era una chica impulsiva y algo atrevida de vez en cuando, pero esto había pasado cierto grado de atrevimiento.

Askel dio un paso hacia mi acortando la distancia entre los dos, su cercanía me puso nerviosa al encontrarla intimidante, dio una rápida mirada a nuestro alrededor y luego dirigió toda su atención a mí y se inclinó lo suficiente como para susurrarme.

─Creo que me debes una explicación ─dijo en un tono de voz demasiado bajo, estuve tentada a mirar a nuestro alrededor, desafortunadamente, las personas y susurraban entre ellos, estaban intentando guardar silencio y procesar lo que acababa de suceder─. Pero antes será mejor que nos vayamos antes de que esto se vuelva complicado.

─¿Qué? ─Fruncí el entrecejo y Askel colocó una mano en mi espalda baja y me dio un pequeño empujoncito para que comenzara a caminar junto a él, no sé en qué segundo sucedió exactamente pese a que estaba en un estado de asombro por lo que había hecho no tomé mucha atención cuando entrelazó su mano con la mía y nos hizo caminar hacia la salida.

Harry apareció minutos más tarde y cuando Askel y yo estuvimos fuera del lugar, Arlette apareció de nuevo.

─¡Askel! ─escuché que gritó su nombre para llamar su atención, el príncipe dejó de caminar y soltó mi mano para voltear a verla, la duquesa avanzó hacia él rápidamente.

─¿Por qué no me lo dijiste? ─preguntó, había cierto tono de reclamo en su voz.

─¿Perdón?

Preguntó, Askel.

─Tu y ella ─nos señaló a ambos como si le debiera una explicación de lo que acababa de suceder, que bueno que no estaba hablándome a mí directamente porque yo no iba a tener manera de responderle exactamente, porque no tenía palabras para lo que había hecho frente a todos.

─Lo siento Arlette, pero debo irme, no tengo tiempo para explicaciones.

El príncipe le dio una sonrisa que me pareció triunfante, como si estuviera satisfecho por el hecho de no responder a la pregunta que ella le hizo, Dios, ¿en qué lío me estaba metiendo ahora? Yo siempre había hecho mi esfuerzo por evadir cualquier persona que estuviera aun interesado en su ex porque lo peor que podía pasarme era estar con alguien que aun no había superado a otra persona y albergaba la esperanza de que aún existiera una segunda oportunidad.

Creía en las segundas oportunidades, porque ninguna persona en la tierra era perfecta y todos podíamos cometer errores de los que después nos arrepintiéramos realmente, sin embargo, cuando se trataba de relaciones amorosas, las segundas oportunidades las consideraba diferentes.

Observé a la duquesa apretar los labios con fuerza, disgustada ante la respuesta que Askel le había dado, más no puso ninguna objeción y se quedó allí parada observando como nosotros nos íbamos de repente.

Dulce CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora