Ni siquiera me molesté en salir de mi habitación cuando Askel llegó, no estaba de ánimos para hacerlo, no después de haber hablado con Reece, quien sabía que llamaría tan pronto como tuviera una oportunidad.
Pensé en que quizás tenía una ventaja ahora que había aceptado el trato con Askel, al final de cuentas, iba a pagarme y eso podía ayudarme a mantener a Reece alejado, sin embargo, no podía exigirle al príncipe que adelantara algún pago, eso solo levantaría sospechas.
Los golpes a la puerta de mi habitación me sacaron de mis pensamientos y salí de la cama para ir a abrirla, Askel estaba allí con una sonrisa un poco torcida.
─Hola ─saludó ensanchando su sonrisa.
─Hola ─respondí de vuelta─. ¿Qué tal salió todo?
─Bien ─dijo con un pequeño asentimiento más no lucía convencido de ello, sentí que había algo más pero que no sería fácil de averiguar.
─Me alegro ─decidí agregar y Askel apretó los labios con fuerza, eso solo confirmo que realmente algo malo debió haber pasado cuando Harry le pidió ir al palacio de último momento─. ¿No tuviste problemas con la reina?
Apretó los labios.
─No diría que problemas para ser honesto.
─¿No? ─Enarqué las cejas y Askel me hizo un gesto con la cabeza indicando si podía pasar a mi habitación, lo dejé entrar, él se sentó en la orilla de la cama y yo hice lo mismo al sentarme a su lado.
─¿Puedo contarte algo? ─Me preguntó con inseguridad, su ceño se había fruncido un poco ante la pregunta y sus ojos se encontraron con los míos, sentí que estaba intentando ver si podía confiar en mí o no. Esa mirada me hizo acomodarme mejor en mi lugar sintiéndome rara, no esperaba que dijera eso y aun así asentí.
─Claro.
Lo animé a hablar.
─Es sobre Konrad, mi hermano. ─Dijo con una enorme mueca en los labios.
─¿El futuro rey?
─Sí ─la mueca no desapareció, terminó apretando los labios con fuerza mientras parecía debatirse a sí mismo, seguramente estaba considerando si decirme lo que sea que pasaba por su cabeza era una buena idea o no─. ¿Qué hay con él?
Quise que continuara con ello, por casi un minuto no habló, se quedó observando un punto fijo de la habitación.
─Konrad es más complicado de lo que tu crees y con todo esto de que será el siguiente rey, no lo sé ─se encogió de hombros─. Creo que está estresándome bastante y a todos en realidad.
─Bueno, lleva un enorme peso sobre los hombros, será el futuro monarca del país.
Aclaré como si eso fuese algo obvio, Askel ya lo sabía, pero negó.
─Es más que eso ─decidió explicar─. Es probable que no lo entiendas, pero hay protocolos que el futuro monarca debe seguir al pie de la letra por su propio bien y Konrad, él... ─suspiró pesadamente, noté la irritación en él─. Ni siquiera se lo toma en serio.
─¿A que te refieres con que no se lo toma en serio?
Me vi preguntándole.
Él volvió a suspirar.
─Porque no lo hace ─se encogió de hombros intentando indicar que no había otra respuesta para ello─. No le interesa, realmente no le importa lo que su pueblo quiera, no me sorprendería que una vez que se convierta en rey las personas comiencen a odiarlo.
─¿Crees que so sucederá?
─No lo sé, es inteligente, pero a veces... ─negó─. A veces es un imbécil, él...
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Dulce Corona
DragosteCuando Alana conoce por primera vez al príncipe, ambos se encuentran en la peor circunstancia posible y ninguno parece agradarse, sin embargo, Askel necesita una prometida para que pueda cobrar la herencia que le ha dejado su abuelo y así deslindars...