Capítulo 2

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¿Qué era lo peor que podía pasar después de darle un golpe a un miembro de la realeza?

Esa pregunta me la hice una y otra vez en mi cabeza mientras asimilaba el golpe de las cosas.

A ver, había discutido con él de vuelta después de tener una discusión en el estacionamiento y en mi arrebato, le había dado un golpe en la nariz que, por suerte, no pasó a mayores.

Definitivamente actué impulsivamente.

Los latidos de mi corazón comenzaron a incrementarse mientras observaba al príncipe. Dios, en parte esa actitud de diva tenía algo de sentido ahora.

Como membro de la realeza, seguro que estaba impuesto a tener lo que quería y cuando quería.

─Yo, uhm... ─un nudo se me hizo en la garganta y tragué con fuerza─. Debo marcharme ahora.

Ni siquiera fui capaz de disculparme, no, al menos tuve la decencia de decirle que me iba.

Eso debía ser bueno, ¿no?

El príncipe no dijo nada y mucho menos el hombre a su lado, por mi parte, me fui lo más rápido que pude de allí mismo.

Conseguí llegar hacia el estacionamiento y subir a mi auto, allí dentro, dejé caer todo el aire que había estado reteniendo todo ese trayecto.

Dios, ¿Qué fue lo que hice?

Y lo peor de ello, era que había público, porque seguro que nadie hizo caso omiso al hecho de que había golpeado al príncipe.

Teniendo en cuenta lo importante que él era, seguramente la noticia saldría en las noticias más tarde.

Queria morirme.

Quizás hubiese sido mejor si el príncipe me hubiese atropellado.

¿Podrían existir príncipes que atropellen a chicas como yo?

No lo sabía, pero no descartaba las posibilidades y hubiese sido mejor que golpearlo frente a tantas personas.

Como si fuera poco, mi celular timbró, era Wren.

─Hola ─dije con cero ánimos.

─¿Alana? ¿Ya entregaste la carpeta?

─Sí ─respondí con mi frente recargada en el volante.

─¿Está todo bien?

─¿Me creerías si te digo que todo va de maravilla?

─Alana... ─Si mi hermana no me conociera bien, no diría mi nombre en un tono de advertencia como lo ha hecho─. ¿Qué has hecho?

Escuché total preocupación en su voz.

─Nada malo, creo.

─¿Crees? ¿Cómo que crees? Sabes que esa no es una respuesta.

─Solo ha sido un accidente.

─¿Con el príncipe?

Decidí guardar silencio por casi un minuto.

─Alana contéstame. ─Insistió mi hermana.

Teniendo en cuenta toda la presión que había en ella por culpa de su trabajo, me sentí mal.

Wren no merecía una hermana como yo.

─No ha pasado nada malo ─decidí mentirle porque era mejor que decirle lo que había pasado.

─Espero que no estes mintiendo ─suspiró─. Ha habido un pequeño cambio de planes, te he enviado a tu teléfono un nuevo itinerario, ¿crees que podrías volver y decírselo al príncipe?

Dulce CoronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora