Askel y yo asistimos al evento juntos como le había dicho a la duquesa, había ido a comprar un vestido de color azul celeste junto con Askel, pues él me había llevado a la boutique de uno de sus tantos contactos, el vestido era precioso, llegaba al suelo lo que hacia imposible que se me vieran las hermosas zapatillas que llevaba puestas, como sea, me sentía como si fuera una princesa.
─¿Estás lista? ─Me preguntó cuando entrelazó su brazo con el mío. Aun no entrabamos al palacio donde se llevaría acabo la fiesta que el duque Camren estaba ofreciendo, tomé una bocanada de aire y después suspiré.
─Sí ─asentí, pero ninguno de los dos nos movimos y volteé a verlo, él también hizo lo mismo─. ¿Qué sucede?
Pregunté, tenía la sensación de que Askel estaba más serio de lo normal.
─Nada ─intentó evadir mi pregunta al negar─. Es solo que... habrá muchas personas aquí, si en algún momento te sientes incómoda házmelo saber.
Le ofrecí una diminuta sonrisa.
─No es la primera vez que estoy en un evento de estos, no tienes qué preocuparte.
Me parecía que solo se excusaba con eso, que había algo más, pero era difícil de sacarle la conversación.
─Si, pero estarán los reyes y otros miembros de la corte que van a cuestionar nuestro compromiso.
Ya veía por qué de su angustia, si los reyes estaban allí y otros miembros de la corte real, teníamos que ser demasiado convincentes para todos así nadie estaría cuestionándonos.
─Ahora lo entiendo.
Askel estaba por decirme algo más, pero nos vimos interrumpidos por Konrad, de quien me sorprendí al verlo.
Creí que él no quería nada que ver con la realeza, ¿qué estaba haciendo allí?
─Konrad.
Askel murmuró en un tono de voz para nada contento.
─Hola ─nos saludó ambos apretando a los labios, los ojos de Konrad, los cuales eran muy parecidos a los de su hermano, se detuvieron en mí por un largo tiempo, admirando mi vestido, cosa que me hizo sentir incómoda. Askel también se percató de ello y gruñó por lo bajo.
─¿Qué estás haciendo aquí?
─Fui invitado ─respondió de inmediato, Askel frunció el ceño.
─Creí que no querías nada que ver con la realeza, me sorprende que estes aquí.
Que su hermano menor lo enfrentara, no le gustó para nada a Konrad, aun así, puso una sonrisa en la boca y decidió acercarse a nosotros.
─Bueno, ha este evento si que me ha apetecido venir.
La forma en que las palabras salieron de él hizo parecer que algo importante podía pasar esta noche.
─Pues no deberías de estar aquí ─insistió Askel, sintiendo la irritación y enfado de su parte, le sujeté el brazo con más fuerza, lo que le hizo recordar mi presencia y se relajó un poco. Por suerte, otros miembros de la corte que iban llegando se acercaron a nosotros tres, saludando a los príncipes con una reverencia y una corta conversación, Askel decidió tomar las riendas de la situación y nos invitó a todos a pasar al interior del palacio.
Le enseñamos nuestras invitaciones a los guardias que estaban vigilando la entrada y abrieron las grandes puertas del palacio para nosotros, en el interior, recorrimos un largo pasillo hacia otras puertas donde se encontraba el salón, aunque había bastante gente merodeándose por el palacio, era hermoso, aunque no era tan grande como el palacio donde vivía la familia real.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Corona
RomanceCuando Alana conoce por primera vez al príncipe, ambos se encuentran en la peor circunstancia posible y ninguno parece agradarse, sin embargo, Askel necesita una prometida para que pueda cobrar la herencia que le ha dejado su abuelo y así deslindars...