Mi instinto fue besarlo porque, ¿de qué otra forma podía distraerlo? No era la mejor estrategia, pero me pareció que funcionó cuando Askel posó sus manos en mis caderas y me apegó a él, pasé mis manos por su ancho pecho hasta enredar mis dedos en su sedoso cabello. Askel gruñó por lo bajó, pero no acortó el beso, si sabía por qué lo había besado de un momento a otro, no le importó, el siguió dejando que nuestras bocas se mezclaran.
Al final, Askel terminó cortando nuestro beso y tomó una pequeña distancia entre los dos, sentí que gruñó por lo bajo.
—No me malinterpretes y me gustaría continuar nuestro beso, pero no voy a dejar pasar este tema —aclaró con voz firme y eso solo hizo que me sintiera más nerviosa—. Sé que no estabas con Wren, ¿en dónde estabas?
Por unos minutos que seguro se sintieron eternos para él, guardé silencio. Intentaba buscar una excusa, pero sentí que ninguna en mi cabeza resultaba buena, al final, solo suspiré.
—Reece me llamó. Necesitaba verlo.
Askel enarcó las cejas con asombro, pero después terminó riendo para sí mismo y me miró de una forma que me resultó extraña.
—¿Sabes? Me lo imaginé. —Volvió a reír para si mismo—. Imaginé que se trataba de él —todo mi cuerpo se paralizó en aquel momento, al ver que yo no tenía nada qué decirle, siguió hablando—. Supe que algo sucedía entre ustedes en cuanto los vi a los dos aquel día en el palacio, al menos él no era discreto por la forma en que te miraba y tú... tú estabas nerviosa por su presencia.
Al parecer, el príncipe era observador.
—¿Te importa explicarme?
Se puso las manos sobre las caderas.
—Ya te he dicho, Reece y yo nos conocemos desde antes.
Expliqué algo que es cierto, pero Askel negó. Me daba la impresión de quena se quedaría conforme hasta conocer la verdad.
—Vamos, ¿a qué le tienes miedo, Alana? Reece no está aquí...
Sentenció y ese comentario me hizo fruncir el ceño por unos instantes y después mirarlo con incertidumbre.
¿Qué era lo que sabía Askel de Reece como para decir eso?
Me mordí el labio antes de responderle.
—Solo hablamos.
—¿Eso es todo? —Preguntó enarcando las cejas y luego vivió a reír—. Lamento decirte que no eres la única que conoce a Reece, sé la clase de hombre que es así que preferiría que no andemos con secretos los dos.
Habló. Definitivamente no esperaba que dijera eso, me tomó completamente desprevenida pero, aun así, decidí ser honesta.
Tal vez Askel tenía razón, él también conocía a Reece, debía saber la clase de persona que era.
—Bien, te lo contaré si tú me cuentas qué relación tienes con él.
Al principio, el príncipe pareció titubear, sin embargo, terminó asintiendo.
—Habla primero.
Dijo y apreté los labios. Supongo que si quería saber la verdad tendría que hablar yo primero.
Fui hacia el sillón más cercano para tomar asiento, Askel se sentó frente a mí y esperó a que comenzara a contarle todo.
—Conocí a Reece cuando tenía veintiuno. —Expliqué y los pequeños recuerdos de nuestras primeras interacciones vinieron a mí—. Al parecer nuestros padres se conocían, pero yo no tenía idea de ello, jamás había visto a Reece antes, ni siquiera imaginé que era un duque. En realidad, jamás imaginé muchas cosas sobre él...
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Dulce Corona
RomanceCuando Alana conoce por primera vez al príncipe, ambos se encuentran en la peor circunstancia posible y ninguno parece agradarse, sin embargo, Askel necesita una prometida para que pueda cobrar la herencia que le ha dejado su abuelo y así deslindars...