Arlette estaba allí junto a la reina, quienes tenían la mirada puesta en mí. Lucían en un estado de shock y no me sorprendía, yo también lo estaba.
─¿Askel? ─mencionó la reina el nombre de su hijo para llamar su atención─. ¿Qué está sucediendo aquí?
Exigió una respuesta. El príncipe y yo compartimos una pequeña mirada.
Las cosas se habían salido de control, estaba segura de ello.
─Mamá ─dijo Askel llamando la atención de su madre y Arlette, Camden también nos miraba con asombro─. Alana y yo llevamos un tiempo saliendo en secreto...
Comenzó a inventar, las miradas se posaron sobre mí e intenté no cohibirme ante ellas, debía mostrarme segura si no quería delatarnos a los dos ahora mismo.
─¿Cómo que saliendo? ─Preguntó la reina, incrédula.
─Sí ─dijo Askel aclarándose la garganta. De pronto colocó su mano en mi espalda baja y aquello me hizo sentirme intimidada ante su presencia─. No quería decírtelo porque sabía que no te lo ibas a tomar tan bien con todo el asunto de Konrad y las nuevas normas del parlamente real, pero esperaba hacerlo esta tarde ─sentí que tragó con fuerza la saliva que se había acumulado en él repentinamente, yo por otra parte, sentía la garganta seca.
─¿Qué? ─Fue el susurró que soltó Arlette, algo me decía que no estaba creyéndoselo y la sonrisa burlona que de pronto se formó en Camden me dijo que él tampoco lo creía del todo.
─Askel siempre dijo que debíamos ser reservados con nuestra relación ─comencé a explicar, era una lástima que en esos momentos no se me ocurrieran muchas ideas─. Es por eso que la manteníamos en secreto, pero después de lo que ha estado pasando...
Le di un codazo para que él siguiera con la mentira porque no sé me ocurría qué decir exactamente.
─Ya sabes ─habló él en dirección a la reina─. Nunca he sido muy abierto con mis relaciones es por eso que lo mantuve este tiempo en secreto, pero Alana y yo llevamos tiempo viéndonos y saliendo que preferí formalizar las cosas.
─¿Al grado de comprometerte? ─Preguntó Camden como si necesitara que lo confirmáramos. Askel y yo compartimos una mirada, fui yo la que habló esta vez.
─Ya sabes lo que dicen, ¿no? ─me encogí de hombros en un intento de restarle importancia y volteé a ver a los ojos a Askel─. Cuando realmente encuentras a la persona indicada no necesitan pasar días, semanas, meses o un tiempo en especifico para saber que es la correcta, simplemente se sabe.
Vaya, ¿de dónde había sacado esas palabras?
Definitivamente se me daba bien inventarme las cosas.
Dios, era lo más cursi que había dicho en mi vida y yo no era una persona cursi.
─No creo que Askel sepa exactamente distinguir a la persona correcta en su vida ─dijo Arlette haciendo que ambos volteáramos a verla.
El comentario fue suficiente para hacer que Askel se separará de mí.
─Bueno, toma algo de tiempo encontrarla sin duda ─dijo con voz firme y me dio una mirada rápida antes de dar un paso al frente─. El punto aquí es que Alana y yo estaremos comprometidos oficialmente dentro de poco y es todo lo que deben saber.
─Askel... ─la forma en que la reina pronunció su nombre fue cautelosa y tragó con fuerza─. Debemos hablar en mi despacho, ahora.
Exigió y al príncipe no le quedó de otra más que obedecer.
***
No podía dejar de morderme las uñas mientras esperaba por Askel en el vestíbulo junto a mi hermana.
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Dulce Corona
RomanceCuando Alana conoce por primera vez al príncipe, ambos se encuentran en la peor circunstancia posible y ninguno parece agradarse, sin embargo, Askel necesita una prometida para que pueda cobrar la herencia que le ha dejado su abuelo y así deslindars...