Hasta en el fin del mundo.

Cap.53 Tristeza.

Era una mañana bastante atareada, Hikage Shinomori estaba en una misión importante.

El hombre se encuentra en lo alto de una torre de vigilancia, armado con una potente metralleta. Observa atentamente el horizonte, buscando cualquier indicio de la llegada de los Nomus, criaturas monstruosas con habilidades sobrehumanas.

De repente, ve una nube de polvo elevándose a lo lejos. Sabe que los Nomus están cerca y se prepara para el enfrentamiento. Confiado en su entrenamiento y experiencia, agarra firmemente el arma y se dirige hacia la puerta de la ciudad.

A medida que se acerca la horda de Nomus, el hombre apenas puede creer lo que ve. Son numerosos, fuertes y rápidos. Pero él no se deja intimidar. Sabe que su deber es proteger a los habitantes de la ciudad y hará todo lo posible para lograrlo.

Cuando los primeros Nomus llegan a la entrada de la ciudad, el hombre dispara ráfagas precisas de balas, apuntando a los puntos débiles de las criaturas. Sin embargo, algunos de los Nomus logran evadir los disparos y lanzarse hacia él.

Rápidamente, el hombre cambia de arma y desenvaina una espada. Con movimientos agiles y precisos, corta a través de los Nomus, incapacitándolos y evitando que entren en la ciudad. Cada vez que una criatura cae, otra toma su lugar, pero él no se rinde.

El hombre lucha con valentía y determinación, matando a los Nomus uno por uno. Aunque está agotado, se niega a rendirse. Sabe que si fracasa, los Nomus causarían estragos en la ciudad y pondrían en peligro a sus seres queridos.

Finalmente, después de horas de sangrienta batalla, el hombre logra repeler a los Nomus. Limpia el sudor de su frente y mira alrededor, viendo los cuerpos inertes de las criaturas en el suelo. Sabe que ha cumplido su cometido y ha protegido a su ciudad.

El hombre se reúne con los demás guardianes de la ciudad, quienes también han luchado valientemente contra los Nomus. Juntos, celebran su victoria y se preparan para cualquier nueva amenaza que pueda llegar en el futuro.

El hombre sabe que esta no será la última vez que tenga que enfrentarse a los Nomus, pero está dispuesto a sacrificarse una y otra vez si eso significa proteger a los inocentes. Con su valentía y habilidades, continúa siendo un verdadero héroe para la ciudad.

Aunque pasaron por alto una sola cosa, los nomus voladores, habían al rededor de 5.

Izuku, el joven héroe conocido como Deku, se encuentra en su casa junto a su madre, Inko. De repente, un estruendo resonante sacude la tranquilidad del lugar. Izuku corre hacia la ventana y ve a cuatro Nomus voladores dirigiéndose hacia ellos a toda velocidad.

Izuku: ¡Mamá, aléjate! ¡Voy a detener a esos Nomus!

Inko, preocupada, observa cómo su valiente hijo se prepara para enfrentar a los enemigos. Justo en ese momento, uno de los Nomus se desprende del grupo y se acerca a Inko.

El primer Nomu extendiendo un brazo con un papel de lo paso a Inko, la mujer quedó impactada ya que no esperaba unas ordenes de su esposo tan luego.

"Inko Midoriya... Llévate a Izuku contigo. Es importante"
Atte: Tu esposo.

Inko frunce el ceño y mira desesperadamente a su hijo luchando contra los otros tres Nomus. A pesar de su instinto maternal de protegerlo, sabe que Izuku es un héroe y debe enfrentar cada peligro.

Inko: Quizás... debería...

La mujer soltó la nota, pero Toshinori quien estaba a su lado la tomó de inmediato al ver a la mujer en un estado de shock, terminó leyendo todo lo que decía la nota, había más.