Cap.1 Niño Girasol.

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Una pareja de casados recorrían las calles, luego de una cita.

Gran Torino y Nana Shimura tenían una vida tranquila, ambos trabajaban pero criaban a su único hijo Kotaro.

La pareja había atravesado una etapa muy difícil, Nana ya no podía tener más hijos ya que su embarazo fue de alto riesgo y casi muere en el parto.

Por lo cual Kotaro era su milagro, lo cuidaban tanto.

Siempre deseaban tener más hijos, pero Nana sentía la culpa de no poder tener más hijos.

Mortificándose ella sola. Ya que a Torino solo le importaba el que ella estuviese viva, Torino la amaba más que a nada en este mundo.

Volviendo al tema principal, aquella noche estaba helada. Torino había pasado su chaqueta a su esposa, quería cuidarla tanto.

Los resfriados abundaban en este invierno. Las temperaturas estaban bajo cero.

Minutos antes de que llegaran al callejón que marcaría otra vez sus vidas, se encontraba una madre pateando a su hijo.

El niño estaba completamente indefenso, intentando pararse.

X: ¡Debí abortarte! ¡No eres más que una carga! Malditos sean tú y tu padre.
Toshinori: ¡Debiste hacerlo! ¿Quien te detenía?
X: Tu maldito padre que me prometió una vida de lujos, en cambio estamos viviendo en un chiquero, en este maldito callejón.

Él chico intentaba pararse de nuevo, pero la mujer seguía ensañándose con él.

Nana vio esto y corrió a defender al chico.

Dándole una patada en la cara a la mujer.

Por cierto Nana es policía, Gran Torino también.

Nana: Torino, anota todo, vamos ahora mismo a la comisaría.
Gran Torino: Se llevarán al niño al orfanato.
Toshinori: ¡Todo menos eso! Mamá me amenaza siempre con llevarme ahí, no quiero por favor... seguiré aquí solo, prometo no molestar a nadie.

El chico se arrodilló.

Nana lo levantó, abrazándolo.

Nana: No quiero que valla al orfanato tampoco.

Gran Torino miro a su esposa, esa mirada de determinación era la cual lo enamoró.

Su mujer era fuerte, pero eso no quitaba que siguiese siendo sensible.

Llevaron a la mujer a la comisaría, constatando las lecciones de Toshinori.

El chico no paraba de temblar nervioso.

Nana lo acompaño dándole comida y té.

Nana: Estás desnutrido... no me quiero imaginar por todo lo que pasaste, por culpa de gente que no merece tener hijos.
Toshinori: ¿No me pegarás por comer?
Nana: ¡Claro que no! Puedes comer todo lo que quieras de ahora en adelante. Me encargaré de que tengas una buena vida.
Gran Torino: Mañana hacemos los papeles de la adopción. Nos lo permitieron.
Toshinori: ¿Ustedes están dispuestos? no puedo creer que exista la gente buena.

Él chico tenía un brillo en sus ojos, casi al borde del llanto, pero se aguantaba. No era bueno para llorar.

Nana lo abrazo, el abrazo fue lo que hizo que Toshinori derramase unas cuantas lagrimas. Secándose enseguida.

La mujer comenzó a hacerle preguntas al chico para conocerlo más.

Nana: ¿Tu edad?
Toshinori: Tengo 10 años.
Gran Torino: Al menos ya se acabó la mala vida muchacho, te daremos educación y todo lo necesario para que salgas adelante.
Toshinori: Si señor.
Gran Torino: Dime papá... no me gustaría que tuviésemos una relación fría. Después de todo serás mi hijo.

Hasta en el fin del mundo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora