Hasta en el fin del mundo.

Cap.52 Lujuria y empatía.

Izuku sentía como Toshinori lo daba vuelta para acostarlo, de esta forma abrió las piernas del muchacho, haciendo que el muchacho se avergonzase un poco por la actitud tan dominante que tenía el hombre en esos momentos.

Toshinori por fin pudo lamber aquellos labios del chico, tratando con cariño esa zona su lengua, mientras que él clitorís del chico era estimulado con total cuidado y tranquilidad.

Izuku sentía como el aire caliente del hombre le hacía tener una sensación muy placentera.

Mientras que este mismo, se colocaba una almohada en la cara para no soltar ningún gemido.

Toshinori al sentir las piernas del muchacho temblar, comenzó a utilizar sus dedos adentro mientras lambía el clitorís del chico.

Su verga estaba más que parada, sentía como apretaba a través del pantalón, aunque aún no podía liberarla, estaba tan ocupado haciendo sentir bien a su chico que eso estaba de más.

Izuku mientras tanto sentía que se ahogaba un poco con la almohada, pero es que estaba tan bueno todo lo que le hacía sentir Toshinori que no podía parar de gemir por debajo de la almohada.

Toshinori seguía con esos largos dedos tocando cada parte sensible del chico, con su punto G muy estimulado, Izuku sentía que pronto podría venirse, el chico comenzaba a temblar más y más.

Hasta que por fin pudo hacerlo, pudo liberar ese orgasmo tan deseado y Toshinori por fin quedó satisfecho al ver a su chico tan ido.

Pero Izuku apenas y pudo reaccionar, tomó por sorpresa al hombre, bajándole los pantalones de inmediato, liberando aquella verga de una.

Sin pensarlo, Izuku comenzó a lamberla de arriba a abajo con mucha calma, mirando como él hombre estaba deseoso de ver que más haría el chico.

Aquellos ojos verdes estaban tan atentos ante cualquier acción del hombre, ya sea ver cómo respiraba, cómo reaccionaba por sus caras de placer.

Toshinori: Mierda... yo mismo te dije qué hay que tener un silencio, pero no puedo aguantar, eres mucho más de lo que pedía.

Toshinori acariciaba el cabello de su chico, haciendo que Izuku se motivase, chupando aún más la punta del hombre, dándole aquellas vueltas con su lengua, aquellos gestos de amor y pasión que le daban su muchacho eran mucho para él.

No era mentira cuando le decía que era mucho más de lo que pedía.

Toshinori: Mmmhhh bebé~.

Izuku no podía parar de mojarse aún más con aquellos gemidos en bajito que hacía su hombre. Con esa voz tan ronca como siempre, que lo motivaba a darle más de lo mejor.

Su garganta estaba totalmente apta para hacerle unas tragadas profundas, aunque claro aveces le ardía pero estaba contento de poder satisfacerlo. 

No podía creer que podía poseer entre su boca aquel miembro tan grueso, lo amaba tanto, tanto como en su boca y en otras partes.

Dejaba hilos de baba cuando tenía que respirar mejor, pero eso no era asqueroso ante los ojos de Toshinori.

Era bastante erótico y además caía en el pecho del chico, bajando por su barbilla.

Toshinori sintió como esas manos juguetonas comenzaron a jugar más abajo.

Izuku: Se que te gusta mucho esto, pero aún así siempre me da miedo; pienso que lo puedo hacer mal.
Toshinori: Ohh muchacho, es todo al contrario, lo haces tan bien qué haces que se me nuble todo y solo piense en ti.