Cap.70 Una vida en paz.

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El ruido no era lo suficiente como para despertar a sus hijos, pero aún así Toshinori estaba sumergido en hacer feliz a Izuku, tanto que observaba como su chico comenzaba a llorar de placer, aquellos sonidos eran tan débiles debido a que el chico mordía la almohada.

Pero lo suficientemente buenos para Toshinori, tanto que se la ponía aún cada vez más dura.

El hombre observaba también si Izuku no estaba adolorido en su cuerpo. Más de una ocasión le preguntaba aquello.

Le encantaba verlo si disfrutar, sentía como todo por dentro le palpitaba, intentando masturbarlo otra vez.

Toshinori: Me encantas, siempre verte disfrutar es mi prioridad.

Izuku trataba de responderle aunque en bajito, pero era casi imposible, le gustaba tanto ver a Toshinori dominarlo como quisiese, hacérselo bien duro y rico.

Por suerte su cuerpo ya estaba estable, solo lo iba a cansar tarde o temprano, para dormir.

Pero de resto se sentía increíble, su cuerpo agradecía completamente a Toshinori.

Izuku: ¡Esto~! ¡Se siente muy bien Toshi~!
Toshinori: Uff... me la pones más dura ¿puedes sentirlo verdad? Dime querido, trata de decirme con menos volumen, haber si puedes.

Toshinori comenzó a penetrarlo más profundo, esto fue injusto para el chico que no podía evitar gemir, Toshinori estaba disfrutando esto.

Disfrutaba ver como su chico intentaba comunicarse sin alzar la voz.

Izuku: ¡Ngh~! Toshi por Dios... eres injusto...
Toshinori: ¿Injusto? A mi me parece que te gusta demasiado cuando te doy bien duro.
Izuku: ¡Nmmh~! Claro que si pero... pero me haces alzar la voz.
Toshinori: Para la próxima, los niños pueden dormir en otro lugar, así tenemos una noche exclusiva ¿no crees?
Izuku: Me... me parece justo.
Toshinori: Entonces... ¿de verdad te está gustando tanto?
Izuku: ¡S~Si! Por favor no pares.

Toshinori siguió mientras su chico escondía su cara entre la almohada, ya estaba muy muy excitado. No podría contener por más tiempo aquellos sonidos, terminó por ahogarlos mientras que el hombre seguía dándole.

Lambía su cuello, con tantas ganas, que dejaba hasta marcas, marcas que se arrepentirían la mañana siguiente.

Por mientras todo era placer, todo estaba siendo tan romántico y placentero que no importaba que la cama se moviese.

Que los cuadros en las paredes se diesen vueltas.

Toshinori le saco la almohada de la cara a su chico para besarlo, El beso fue lento y apasionado, sus labios se fundieron en un baile sincronizado que expresaba todo el amor y la conexión que compartían. Izuku se sintió abrumado por la intensidad del momento, su corazón latía con fuerza y su cuerpo se estremecía de emoción.

Más de lo que ya estaba por la pasión que estaban teniendo.

Toshinori acarició suavemente la espalda de Izuku, acercándolo aún más a él en un abrazo cálido y reconfortante mientras seguía y seguía penetrándolo.

Sus almas se unieron en ese instante, como si fueran una sola entidad en medio de la inmensidad del universo, como si de verdad la guerra nunca hubiese pasado.

El clímax de Toshinori corrió, por fin no contuvo aquel orgasmo que lo persiguió por mucho tiempo.

Llenando todo el interior de Izuku, salía todo bien calentito y espeso, en cuanto el hombre se salió del interior todo eso bajo por las nalgas del chico, manchando las sábanas.

Hasta en el fin del mundo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora