Cap.50 Conociéndola.

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Inko estaba emocionada mientras se dirigía a la casa de Nana Shimura. Había oído hablar mucho la mamá de Toshinori, por parte de Izuku y no esperar para conocerla en persona.

Cuando se encontraron, Inko vio en los ojos de Nana una profunda tristeza mezclada con una dulzura única. Sin decir una palabra, Inko se dirigió hacia ella y la envolvió en un cálido abrazo. Fue un abrazo suave, lleno de empatía y compasión, como si Inko pudiera sentir el dolor que Nana llevaba en su corazón.

Nana, sorprendida por el gesto de afecto, se dejó llevar por el abrazo y permitió que las lágrimas brotaran de sus ojos. Durante mucho tiempo, había estado solitaria en su propia tristeza, sin nadie que comprendiera su dolor. Pero Inko, con su abrazo sincero, le recordó la importancia de la conexión humana.

El abrazo duró un tiempo indefinido. Inko y Nana entablaron una conexión especial, una complicidad en las miradas y una paz en el silencio. Nana, por primera vez en mucho tiempo, sintió la esperanza renacer dentro de ella. Se dio cuenta de que nunca es tarde para encontrar un amiga en un mundo que a veces parece desolado.

Nana: Definitivamente tú madre es una mujer muy hermosa y además cálida, entiendo completamente las veces que decías extrañarla.
Izuku: Es que ella siempre ha sido así, una mujer inolvidable para todos~.
Toshinori: Mis hijos gemelos, Shirakumo y Kurogiri, también están aquí.

Dijo Toshinori mientras guiaba a Inko dentro de la casa.

Al entrar en la sala de estar, Inko vio a los dos jóvenes sentados en el sofá. Ambos tenían una sorprendente calidez con su padre.

Inko: ¡Hola! Soy Inko, la madre de Izuku.

Se presentó Inko mientras les sonreía.

Shirakumo con ojos brillantes, se levantó y le tendió la mano a Inko.

Shirakumo: Mucho gusto en conocerte, Inko. Mi hermano y yo hemos escuchado mucho de usted con Izuku, es genial finalmente conocer a su madre.

Inko se sintió aliviada al escuchar eso. Su hijo, Izuku Midoriya, también conocido como Deku, había mencionado a Shirakumo y Kurogiri antes, pero no había compartido muchos detalles. Era agradable saber que los hermanos estaban interesados en conocerla también.

Kurogiri también se levantó y se acercó a Inko.

Kurogiri: Izuku es increíble, hemos oído mucho sobre sus hazañas que ha hecho con papá en incontables veces. Es un honor para nosotros conocer a su madre.

Inko sintió un gran alivio y una sensación de orgullo al escuchar las palabras de los dos chicos, parecían ser unos jóvenes amables y respetuosos.

A medida que la conversación continuaba entre Inko, Shirakumo y Kurogiri, Inko se dio cuenta de lo mucho que compartían similitudes con su hijo.

Después de una tarde llena de risas, historias y promesas de mantenerse en contacto, Inko se despidió de Shirakumo y Kurogiri. Se sentía agradecida de haber tenido la oportunidad de conocer a los hijos gemelos de Toshinori y de haber formado una amistad con Nana Shimura.

Aunque al día siguiente fue lo mismo, Inko estaba motivada en pasar tiempo con la familia de Toshinori, aunque en esta ocasión le tocó conocer también a Gran Torino.

El timbre sonó y Inko fue recibida por una persona mayor, con una expresión amable y una sonrisa en su rostro arrugado. Era Gran Torino, el padre de Toshinori. Inko se sorprendió por su apariencia pequeña y frágil. No se parecía en nada a la imagen imponente que había imaginado.

Hasta en el fin del mundo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora