Neue Routine

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— Buenos días —abrí lentamente un ojo y me encontré con una rulienta con un traje de caballero — Mi nombre es Shin Ryujin y estaré encargada de todo que sea actividad física por el lado de preparación para princesa.

— O sea usted no me pegará —susurré mientras me sentaba en mi nueva cama.

— Exactamente, conmigo hará deportes, rutinas de ejercicio y cosas así —me dió una reverencia — La esperaré 10 minutos para que se bañe y se vista —se retiro del lugar y después de un gran gruñido me levanté.

Nunca fui una chica con rutina o que se levantara temprano, mis días eran; levantarse a las 12:00, desayunar a las 1:00 pm y el resto del día me la pasaba acostada, o sea así eran mis días cuando no había escuela. Y al parecer esos días de tranquilidad se han acabado.

El baño era enorme, facilmente me podría bañar con 5 personas y aún conservaríamos la privacidad, reí ante el pensamiento.
Al salir de la mejor ducha que he tenido en mi vida, me encontré doblado algo de ropa deportiva que era como cualquier otra pero de igual forma parecía que costaba millones, era un pantalón de buzo con un poleron de buzo, nada fuera de lo normal, en sí era negro pero tenía algunos detalles morados, a pesar de ser deportivo se veía bastante elegante.

— ¿Lista? —me preguntó Ryujin al ya estar en el patio de la cabaña.

— Sí —hice pequeños estiramientos para demostrar que estaba lista.

Y Dios, fueron las peores tres horas de mi vida, corrimos, jugamos, escalamos, hicimos pesas, estiramos y otras cosas que no supe que eran, algo me decía que mañana no iba a poder caminar por esto. Cuando Ryujin me dijo que ya habíamos terminado, relaje mis piernas y me tiré al piso, estaba muy cansada como para pensar que al tirarme mancharia el costoso buzo.

— Con el tiempo te irás acostumbrando —me habló una mujer pelinegra y con hermosas curvas. Me levante rápidamente al ver tal belleza— Mi nombre es Jeon Jimin y estoy encargada de modales, elegancia y otras cosas que verás luego —la analice con la mirada, era de todo menos elegante ya que estaba apoyada en la pierna izquierda y no usaba una ropa formal como el resto, solo era unos jeans algo sueltos de un celeste algo pastel y usaba una blusa corta que mostraba su abdomen marcado.

— ¿Tú me enseñarás eso? —le pregunté algo sorprendida.

— No pienso ser educada todo el tiempo —me hizo un gesto para que la siguiera — La familia real es como cualquier familia, son normales en el castillo pero educadas y elegantes ante el público así que no es necesario que seas así siempre —llegamos al comedor y me di cuenta que aún no había desayunado — Para las cenas ante gente importante tendrás que comportarte como una dama —me agarró de los hombros y me empujó levemente para que me sentará

— ¿Seré el adorno de la princesa? —pensé en voz alta.

— La princesa no necesita un adorno, es lo suficientemente linda para que no te necesite, solo necesita una pareja de vida —vi como llego una sirvienta con el desayuno en una bandeja — Muéstrame que tan educada eres normalmente —vi como caminaba al rededor del comedor, mostraba un aura muy sexy.

— Está bien —agarré el palillo y rápidamente sentí un golpe en la espalda — Ouch ¿Qué mierda? —le grité enojada al ver que había botado un poco de arroz.

— Siempre debes comer derecha —me dijo como si nada para luego acercarse más — Sin cruzar las piernas —me bajó la pierna con su mano —Mentón en alto —me agarro del cabello para levantar mi mentón— Y sin insultos por favor —gruñí ante sus palabras, a pesar de ser una mujer tan bella ya la estaba empezando a odiar — Con el tiempo te acostumbras —dijo antes de volver a alejarse y caminar por la habitación.

Mientras caminaba y de vez en cuando me volvía a regañar por hacer algo mal, me contó de las otras cosas que iba a aprender acá, por ejemplo sobre la historia del país y el reino, y las cosas que aún me faltaba aprender en el colegio ya que por culpa de esto no iba a poder terminar.

Jimin tenía la mano dura y una mirada fría, cosa que me hizo tener miedo de la persona que este encargada de pegarme.
La pelinegra me dijo que tendré esas "sesiones especiales" los domingos (o sea hoy) ya que los lunes me darán el día libre para ver a mi familia.

Luego de ese horrible desayuno me dieron tiempo para cambiarme de ropa para luego ir a clases. "No me pienso poner esto" pensé al ver la ropa que me tenía en mi closet, había una variedad de vestidos formales, un traje masculino, ropa en general muy cara e incomoda, pero como soy una mujer de gustos cómodos me las arregle para tener el look que siempre usaba, me puse un pantalón de buzo negro y una polera de pijama gris, combinaba bien y era de mi estilo a si que orgullosa de mi ingenio salí de mi habitación y camine hacia el comedor, dijeron que ahí tendríamos las clases.

— La princesa se decepcionará si te ve vestida de esa forma —dijo el chico que al parecer será mi profesor, era alto y con grandes hombros, se podría decir que se veía bien con ese traje ajustado — Ay mis modales, perdón —soltó el cuaderno que estaba leyendo y me miró — Mi nombre es Byun Baekhyun y seré tu profesor de historias y de las cosas que te faltaron del colegio —hizo una exagerada reverencia.

— Kim Minjeong —me presenté, sintiéndome idiota al segundo.

— Lo sé cariño, todos acá lo saben —agarró nuevamente el libro y me indicó que me sentará.

El profesor Byun era completamente diferente a Ryujin y Jimin, era una persona algo cariñosa y amable, cuando no entendía algo el rápidamente lo notaba y se detenía para explicarme miles de veces, decía "te la explicaré otra vez por si acaso" cuando ya había entendido y así logré aprender lo que el colegio intentó enseñarme en más de un año.
También hacía unas bromas que me hacían sentir vergüenza de él, aunque me reía de igual forma porque se notaba que se esforzaba en tener un buen ambiente de estudio.
Tuvimos dos recreos, almuerzo y cena. Fue muy agradable estar con él, ni me di cuenta que ya era de noche.

— Es que yo soy el mejor profesor del mundo —dijo luego de corregir una prueba que me había hecho para comprobar sí realmente había aprendido — Y además soy guapísimo, me amo.

— Deberían haber más profesores como usted —ordene los libros y cuadernos para ya poder retirarme.

— No me creerás esto, pero es la primera vez que enseño —me susurró y lo miré sorprendida— Mi verdadero trabajo es "Diseñador personal de La Familia Real" —dijo orgulloso de su título.

— ¿Por qué no contratan a personas profesionales para su papel? —le pregunté al recordar que Ryujin me dijo que originalmente es traductora y Jimin cocinera.

— Porque todos somos amigos de la princesa —lo dijo como si nada pero luego al reconocer su error, se tapó la boca— Oops, creo que lo arruiné.

— ¿Todos ya conocen a la princesa? —ignore completamente que no debía hablar de ello.

— Todos nos criamos juntos, somos amigos de la infancia —agarró sus cosas para poder irse — Me voy antes que suelte algo más.

— Antes de que te vayas —alcé un poco la voz — ¿Cómo es la princesa?

— Sólo diré que te sorprenderás cuando la conozcas —dio una inclinación de noventa grados y se fue.

— Te sorprenderás cuando la conozcas... —repetí en un susurro — Tengo tanta curiosidad —dije mientras daba una pequeña pataleta.

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